Rechazada •Alec Vulturi•

C A P Í T U L O 8

La niña iba corriendo a velocidad vampirica sin importarle nada, solo quería llegar a donde sus tías y ver que estaban bien, tenía miedo y aunque sus ojos estaban nublados por las lágrimas se guiaba a través de su olfato y oído, sin duda sería una gran rastreadora si practicaba sus sentidos.
Alec quien estaba cada vez más angustiado por su compañera, seguía su rastro que dejaba en el inmenso bosque, sin duda para ser una híbrida su velocidad era increíble, pero aún así Alec no se rindió y menos cuando llegaron a Forks, precisamente a donde hace dos años había visitado junto a la guardia por un tema de Neófitos, pero el olor a perro mojado era lo que más le preocupaba

Alec: ¡espera Tn, este es territorio enemigo!

Sin éxito alguno le gritaba a su compañera que no cruzara hacia el otro lado, pues sabía por Eleazar que aquel lugar era de los lobos, sus enemigos...
Sin pensarlo dos veces cruzó a la par que tomaba a Tn entre sus brazos al verla aturdida, eso le ayudó pues un zarpazo hirió su brazo, afortunadamente logró esquivarlo antes de que hiriera a Tn, rápidamente cruzó al otro lado para empezar a correr con su compañera en brazos

Alec: maldición.... ¡Malditos chuchos!

Golpeó en el hocico a uno antes de que siquiera tocara a su compañera, saltó hacia un árbol para poder ubicarse o siquiera sentir el aroma de los Denali, cuando lo captó no muy lejos de donde se encontraban, miró abajo suyo dándose cuenta que ya tenían a 6 lobos tratando de subir y cazarlos, maldijo nuevamente antes de hacer reaccionar a Tn

Alec: por favor Tn... ¡por favor reacciona!

La niña pareció despertar después de unos minutos percatándose que Alec estaba angustiado, miró a su alrededor dándose cuenta que estaban en la cima de un árbol, escuchó el aullido de un lobo a lo que asustada miró abajo sujetando con fuerza los brazos de Alec

Alec: escucha bien Tn, Eleazar está cruzando estos árboles, sé que puede oler su aroma... yo los distraeré para que tú puedas correr

Tn: p-pero Alec, tu...

Alec: estaré bien, sé luchar y mi don puede ayudarme, así que por favor, corre y no mire atrás

Sin más Alec bajo de un salto golpeando a un par de lobos para dejar a Tn en el suelo y que esta comenzará a correr, mito una última vez como Alec golpeaba a dos lobos más pero uno de ellos logró morderle la pierna, estaba asustada, muy asustada pero también tenía miedo por Alec...
No se dio cuenta en el momento que sus pies se detuvieron al ver cómo rodeaban a Alec, un lobo la noto y al olfatear el aire el aroma de la niña era como de un vampiro, pero a la vez no, dudoso se acercó a ella mientras gruñía

Tn: ¡Alec!

Grito con todas sus fuerzas lo que ocasionó que un don no previsto se activara, el don del sonido, este le permitió a su grito aturdir a los lobos debido al nivel de sonido que sus oídos mejorados podían soportar, pero no solo ellos, los Cullen y sus amigos habían escuchado dicho sonido que alarmó al clan Denali, Rosalie y Emmett los cuales salieron corriendo hasta el sonido con el resto de testigos detrás.
Alec aprovechó el aturdimiento para ir hasta Tn y tomarla en sus brazos

Alec: te dije que corrieras... pero gracias

La abrazo con fuerza sin caerle daño para volver a correr, sabía que ya no estaba lejos por el aroma de los Denali, antes de llegar al lugar fue interceptado por un lobo marrón rojizo y uno negro, ambos eran mucho más grandes que el resto y estos lograron herir a Tn con sus garras, la cual sollozo del dolor haciendo enojar a Alec quien dejó salir su don de una de sus manos

Alec: maldito seas chucho de mierda

Soltó un gruñido al oler la sangre de su compañera quien seguía llorando y temblando en su otro brazo, los lobos estaban por lanzarse a Alec cuando Tn volteó a verlos, sus ojos antes azules, ahora era. De un color rojo, los lobos se detuvieron en seco, pero aún así gruñían al no poder moverse, sus hocicos lanzaban mordidas que no alcanzarían a ninguno y cuando los Denali llegaron lo primero que vieron fue a Tn llorar en los brazos de Alec, el humo negro salir de la mano del Volturi, y a 4 lobos sin poder moverse a 5 metros de ellos mientras gruñían.

Rose: ¡Tn!

La rubia Cullen se abrió paso hasta donde su hija quien al escuchar la voz de su madre parpadeó para mirarla con sentimientos de tristeza y dolor, llorando aún más de lo que ya lo estaba haciendo, eso enfureció a los Denali quienes se acercaron cuando los lobos estaban por abalanzarse hacia Alec y Tn

Emmett: maldito chucho, ¡aléjate de ella!

De un golpe mando a volar al lobo color café rojizo quien gruñó en su dirección, Kate sometía a uno con su don, Tanya y Rose peleaban con el lobo negro y Eleazar ayudaba a Alec quien cayó después de haber sido mordido incontables veces por los lobos.
Los Cullen llegaron para ver la pequeña pelea que estaba surgiendo cuando Carlisle la detuvo

Carlisle: ¡ya fue suficiente!

Se puso en medio de ambos bandos con una mirada seria, miró a su otra nieta quien lloraba ahora en los brazos de Rose quien trataba junto a Tanya parar el sangrado de su brazo.

Reneesme: ¡Jacob!

Ella corrió hasta el lobo marrón rojizo quien se puso frente de la niña en forma de protección por los desconocidos para él y el resto, Carlisle se sñacerco a Rose para ver a su nieta y poder llevarla a su consultorio y así curar esa herida, miró a Alec quien era ayudado por Eleazar antes de hacerles una seña para que lo siguieran

Isabella: ¡¿qué significa esto?!

Carlisle: no es el momento, por favor vengan conmigo

Dijo dirigiéndole una mirada a los señale, Alec y Tn quien estaba en brazo de sus padres. Esme vio a su otra nieta te inmediatamente corrió a ella para ver su estado, Jasper quien había olido el aroma desde lejos, gruño al sentir un fuerte miedo en su sobrina quien se enteraba apenas, fue atacada por los lobos.

Alice: ¿quién es esa niña Jasper?

Jasper: ahora no Alice, debo ir a verla

Sin más se alejó de su compañera para ir con su sobrina y brindarle olas de calma, estaba enojado al verla la herida que tenía Tn en su espalda, esta eran tres enormes arañazos producto de las garras de un lobo, todos a su favor gruñeron en dirección opuesta al consultorio de Carlisle quien se preocupó más en
atenderla