no muy lento;

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;10k+ de fracaso, están advertidos y perdón x nacer.







Dulce bebé Jesús, no.

No. Cada célula viva en mi cuerpo se sacude con violencia cuando la demanda me asalta. Cruel y antojable, de un modo retorcido que no recuerdo haber tenido alguna vez. Todo lo demás se vuelve un poco más que nebuloso cuando conscientemente entiendo lo que esta sucediendo en este momento.

Jeon JungKook me esta besando.

Besando. A mí.

No, jode eso. Esta malditamente follando mi boca.

La sorpresa tardía me hace jadear con fuerza, y sólo parezco abrirme, sufriendo en consecuencia un poco más el sabor duro, masculino de JungKook. Es agridulce, de una manera amable. La poderosa contienda con su lengua me atropella y pronto, esta invadiendo cada rincón, cada lugar sensible, empujándose sin descanso dentro. Me derriba totalmente, dejándome laxo y ardiendo y mierda.  

No es delicado, no es paciente. Directamente, JungKook esta decidido a devorarme y no hay nada en el mundo que pueda detenerlo; con sus dientes machacando empeñosos el borde de mi labio para estirarlo, y un brazo apretado en mi cintura envía pequeños espasmos a lo largo de mi espalda cuando me aplasta , con nuestros pechos juntos, a penas consciente de que una de mis manos se esta aferrando en los costados de su nuca para presionarlo. O para sujetarme a mí mismo.

Y el agarre atronador de sus dedos aún en mi mentón arde de poder, como si fuera un ancla para mantener mis labios dispuestos y el beso es tan húmedo, abierto como puede ser. Los músculos de mi mandíbula se quejan un momento cuando mi cabeza se inclina y espero que nunca se termine. La situación no tarda en tenerme al borde, mareado de picante y naciente deseo que se cuela alrededor de mi cuerpo cuando puedo ver a través de mis ojos entrecerrados la mirada verde esmeralda de JungKook, incluso en la penumbra, me calienta con una eficacia impresionante.

Sin poder evitarlo, un suave gemido ronco huye de mi garganta. Estoy a punto de entrar en ebullición, y sólo es un beso.

El más increíble de toda la puta historia, pero un beso al final.

Todo se termina abruptamente. JungKook no me deja ir, sin embargo, todavía manteniéndome apretado entre la pared y su cuerpo, que se siente como otra pared en sí misma. Tosca, embriagante y fascinante. Hay pequeños hormigueos punzantes que molestan en mis labios, que cuelgan semi abiertos con un sutil hilo de saliva uniéndose a la boca de JungKook. Puedo escuchar el ritmo errático de mi propio corazón tronar en mis oídos, mientras mi pecho sube y baja rápidamente, todavía rozándose áspero con el de JungKook, la música temblando en el suelo bajo nuestros pies. Mi mano todavía sujeta los cabellos posteriores detrás de su nuca,  él no mueve el agarre en mi mentón, y es como si el mundo se hubiera detenido alrededor.

Cuando JungKook presiona su pulgar sobre mi maltrecho labio inferior, pasándolo lentamente a lo largo del grosor, yo no puedo evitar el estremecimiento que azota con fuerza en mi entrepierna y sé, con precisión, que estamos a punto de perdernos.

Incluso si no confío en mis habilidades de razonamiento justo ahora, estoy seguro de que esta noche va a marcar un significativo antes y después en nuestra relación. Y, si no me sintiera casi-completamente ebrio de la sensación de tener a JungKook de esta forma, de su mirada de ojos verdes que brillan con promesas que hacen a mi cabeza rodar, seguramente podría entender que esto no tiene que pasar y que hay mucho más en riesgo.

No tiene que, JiMin, van a cagarla. 

Pero no puedo, no quiero pensar en las consecuencias. No ahora, tal vez la mañana que viene, pero aquí, con este increíble hombre que me tiene en más de un sentido, voy apagar cualquier registro de cordura y sensatez. Por fin, como no lo he hecho durante tanto tiempo.

Be, oh sweet ➢ KookMinWhere stories live. Discover now