7 "Una Historia Espontánea"

Principio

Derrota.

Año 1999.

Es de noche... Exactamente las 1:30 de la mañana... El sonido de los cañones y pistolas; y el choque de las espadas una con la otra se podía escuchar en todos los alrededores.

Amrak - un muchacho de 21 años alto y delgado con una melena café larga vestido con una túnica con capucha y un velo negro que cubría parte de su rostro - se encontraba peleando alado de su maestro Larash - un hombre de 63 años de estatura promedio y muy delgado con cabello y barba gris muy largos, vestía una túnica de piel de Dragón que lo protegía de hechizos y del fuego - .

- ¡Amrak! ¡Debes escapar! ¡Son demasiados! -
Grito Larash mientras detenía un golpe de espada.
- ¡No voy a dejarlo solo maestro! -
Le contesto Amrak atravesando justo por el pecho al hombre que atacaba a Larash y dirigiéndose directamente hacia otro.
- Ah... Gracias... -
Dijo Larash.

De pronto, una flecha impacto en el pecho de Larash cayendo sobre los escombros de La Media Torre.
- ¡MAESTRO! -
Grito Amrak tan fuerte que una onda fue expulsada de el lanzando y ensordeciendo a cualquiera que estaba a su alrededor.

Mientras veía como Larash se desvanecía sobre esos escombros dos lágrimas cayeron al suelo desde sus ojos. Corriendo se acerco a su maestro que agonizaba en el suelo y reposando su cabeza en su brazo derecho lo miraba con el corazón destrozado
- A- Amrak... -
Dijo Larash adolorido.
- Amrak... -
- ¿Si, maestro?... -
- T-toma... -
Dijo Larash extendiendo la empuñadura de su espada para que Amrak la tomara.
- No puedo aceptarla maestro... Yo no soy dignó...-
- Tu... Eres el único dignó de mi herencia joven aprendiz... O... Debería decir Maestro... -
Dijo Larash sonriendo.
- ¿Maestro? ¿Yo?... Aun no estoy listo...-
Contestó Amrak.
- Precisamente por eso. Amrak, Te enseñe todo lo que se, solo tu puedes seguir esta línea -
- Gracias Maestro... Perdón... Quise decir... Larash... -
Dijo Amrak (recordando que entre maestros se dirigen por sus nombres).
- En mi túnica hay un libro... Debes llevartelo y ponerlo a salvo... -
- Larash... ¿Esto es?...-
- Sí. -
Dijo Larash interrumpiendo a Amrak.
- Vete ya... Dios contigo... Hijo... -
Dijo Larash cerrando sus ojos y dando su ultimo suspiro de vida...

Entonces un grito desgarrador sacudió todo el campo de batalla...

El Poder Que Nace del Dolor

- Maestro... Prometo cumplir su ultima voluntad. -
Susurro Amrak inundado en llanto mientras levantaba una mirada con unos ojos azules cielo semejantes a los de un lobo.

El dolor y la ira lo consumían.

Huyo de La Media Torre saltando por la ventana y asesinando a todo aquel que se ponía enfrente llevando consigo la espada, la túnica y El Libro. Llegando a uno de los muros internos del castillo se vio acorralado por el ejército enemigo... Todo estaba perdido o al menos así lo creía el.

- Hasta aquí llegaste niño. -
Dijo uno de los soldados.

- ¡Bajen sus armas! - Grito Niack un hombre alto muy musculado que portaba una armadura oscura con detalles rojos, un casco con dos cuernos enormes y una gran espada acompañada de un escudo.

- Niack... ¿No es así?... Comandante del ejercito de La Orden del Dragón Rojo, ultimo descendiente del linaje de Caín. Ja. -
Río Amrak.
- Creí que eras mas alto. -
Concluyo.

- ¡Maldito! (Niack golpea en la nariz a Amrak).

- Y no solo eso... Mas débil de lo que imagine... Te escondes detrás de un escudo y un casco para ocultar la marca que Él puso sobre tu abuelo... Eres un cobarde. -