Las lágrimas inconscientemente caían por el rostro de JaeNo sin cesar.
Se encontraba en su departamento. Con diecisiete años, se fue de casa, no por tener problemas en esta, sí no, que deseaba poder ser más independiente, sus padres lo aceptaron con la condición de que por lo menos dos veces a la semana los fuera a ver.
Aceptó.Sus días en el departamento comenzaron a ser largos, entre pañuelos y lágrimas, junto con mucha comida en la compañía de DoYoung.
Actualmente, DoYoung cocinaba, mientras que JaeNo se encontraba en el sofá de la sala, su rostro estaba levemente hinchado, su nariz de un rojizo tono, sus ojos empapados, lágrimas cayendo de estos, sin cesar; como una cascada.
Los sollozos de este se escuchaban por la mayor parte del departamento.— Tranquilo... — Murmuró DoYoung con una bandeja en sus brazos. Dejó esta en la mesa dejando ver el contenido; sopa de pollo con muchos tallarines, como a JaeNo le gustaba. — JaeNo...debes comer... — El tono de DoYoung era suave, no quería alterar al menor.
DoYoung y JaeNo se conocían prácticamente desde que tenían memoria. Las madres de aquellos se conocían, por lo que cuando JaeNo estaba en la pancita de su madre, y esta iba a la casa de los Kim el pequeño DoYoung de tan solo cuatro o cinco años, llenaba de besos la pancita y le contaba todas las cosas que harían.
Al paso de los años, la madre de DoYoung falleció, y sobre el padre no se sabía nada, DoYoung y su hermano mayor fueron a parar a la casa de los Lee, puesto que la madre de JaeNo, era el familiar que tomaría las riendas sobre aquellos dos pequeños.
GongMyung, DoYoung y JaeNo eran prácticamente hermanos. O al menos en ese sentido se amaban los tres.DoYoung, ya con veintitrés años, vivía en un departamento dos pisos más arriba, pero ante la situación dormía en el de JaeNo, por lo menos por un tiempo.
— No tengo hambre. — Murmuró JaeNo encendiéndose entre su manos.
— Jae...lo que pasó no fue tu culpa...tienes que entender eso. — Atrajo al menor a su cuerpo y lo abrazó. Rápidamente los sollozos se hicieron más fuertes, la camiseta de DoYoung terminó mojada.
Los recuerdos por la mente de JaeNo pasaban, inconscientemente seguían y seguían.
Aquel suceso fue hace ya una semana, y JaeNo no había dejado de llorar.« ¿Y si me das un besito? »
Aquellas palabras eran las típicas de JaeMin antes de que fueran novios. JaeNo siempre se lo negó, hasta que un día, sin evitarlo;
Estaban en la casa de JaeMin para hacer los deberes, puesto que iban en el mismo salón. Estaban solos pues la madre de JaeMin estaba en el centro comercial.
Trabajaban en un proyecto de física.
Era un ensayo demasiado largo, y no los habían dejado hacerlo en el computador, la maestra lo deseaba a mano.
Puesto que era tan largo se turnaban cada dos hojas. Debían ser dieciocho hojas sobre aquella investigación.« ¡Ah~! ¡Que cansancio! »
Un puchero se plantó en los labios de JaeNo dejando el lápiz en el escritorio.
JaeMin rió y se levantó de la cama yendo tras la silla giratoria del escritorio.Apoyó su cabeza en el hombro de JaeNo y observó a este con una sonrisa.
« ¿Quieres seguir mañana? Se entrega en tres días más... »
Murmuró el menor. Se apartó y volteó la silla quedando frente a frente.
« Sí...mañana seguiremos. »
JaeNo se iba a levantar de la silla pero volvió a sentarse al ver que JaeMin no le permitiría levantarse.
Rápidamente el menor se sentó en el regazo del chico y apoyó su cabeza en el hombro de este.
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Innocent Love. 𖤐₊˚. NoMin [OS]
FanfictionDespués de todo, JaeMin siempre quiso la felicidad de su inocente primer amor. « Solo nos podemos permitir un mes para extrañarlo. Tenemos que seguir con nuestras vidas, ser felices. Como él lo deseaba. »