Me gustan las noches luminosas, es como si cada estrella ahí fuera un deseo, de ser así estoy segura que cambiaría todas por solo uno, por un deseo, el más egoísta, el más puro.
Me gusta cuando el dolor de mezcla con los buenos recuerdos, la sensación de llorar entre risa mientras te destrozas por dentro, a veces lento a veces deprisa.
-No quiero volver a fallarte- Dice mirando al cielo como si pudiera ver claramente a quien tanto hanela- sabes, hoy casi no e llorado aún qué tal vez es por qué amaneció hace pocas horas, pero tus recuerdos me están consumiendo y me gusta, es un dolor placentero por que se une con los alegres recuerdos que me dejaste, me gusta pensar que realmente me escuchas. Me gustaría nunca más levantarme de la cama para no separarme de tu lado de la cama que poco a poco pierde tu olor...
-Pero me levantaré, te lo prometí y lo cumpliré, Amy cada vez está más grande y hermosa.- La cuidare solo dame tiempo por favor por qué de verdad siento que no podré más sin ti mi amor- Decía apenas entendible pues las palabras se mezclaban entre sus lágrimas.
-Por fin la pelinegra se levanta lentamente de la cama para después dar un recorrido por la habitación, como si nunca hubiera estado ahí, recorriendo y tocando todo a su alcance metida en sus pensamientos. Un sollozo la saca de sus pensamientos para regresar la al mundo real, camina a la habitación de un costado para ver a la pequeña bebé de un año.
-Hola monito, hoy despertaste más temprano eh ¿Que te parece si vamos a dar un paseo hoy? Creo que nos haría bastante bien a las dos no?