Había algo en el cambio de estaciones que siempre había fascinado a Fluttershy. Tal vez era su sutileza o su armonía con el clima, el cambio del color de las hojas de los árboles o en la actitud de los animales mientras el frío se acercaba. O tal vez era la palpable expectación de la gente alrededor, efusivamente moviéndose en sus rutinas, ajetreadas más de lo usual con la infinidad de festividades que venían, una tras otra, como si no hubiera fin. Tal vez era la comodidad de las ropas de invierno, escondidas al fondo del armario el resto del año.
O tal vez era por lo fácil que era esconderse detrás de estas mismas prendas.
Usualmente, en esta época Fluttershy estaría metida en casa, acurrucada entre sus cobijas en compañía de su conejito, Angel, quien le demandaría comida, bebiendo chocolate caliente preparado por su madre. Después de todo, tenía muchas excusas para no salir mas que con sus amigas. Sin embargo, hoy lo había hecho. Por alguna razón había sentido la necesidad que salir de casa e ir a ese parque que hace tanto tiempo no visitaba, aquel que quedaba no tan lejos de Sugarcube Corner y al que iba cuando era niña en compañía de sus padres y hermano menor. Aquel con el enorme lago, de seguro congelado a este punto del invierno, y los altos arboles donde pasaban ardillas a cada instante en primavera, ardillas que ahora deberían estar escondidas en sus madrigueras.
Y era tranquilo. En realidad, encontrar mucha gente ahí era algo muy poco usual. Ni siquiera en esta época el parque estaba atestado, mas bien estaba ocupado por familias alegres, madres con cochecitos y señoras mayores con perros jóvenes. Había bastante espacio para transitar sin tener que cruzar incomodas palabras con extraños.
Fluttershy dio vueltas por el parque, disfrutando de las escenas triviales desarrollándose alrededor. Podía que pareciera una chica solitaria y sin amigos, caminando por los senderos de un parque invernal mirando personas extrañas disfrutar de sus vacaciones, pero, bueno... tampoco es como si hubiera algo mucho mejor que hacer allí.
El objetivo de la salida, después de todo, era estirar las piernas.
Y de hacerlo tanto se le cansaron los pies, así que se sentó en el primer banco con el que se cruzó. Tal vez debería volver a casa pronto.
—¡Hola!
Fluttershy respingó cuando un muchacho se acercó a la banca donde estaba, sonriendo. Estaba forrado en su grueso abrigo gris, guantes blancos, una bufanda violeta y un gorro de invierno a juego; sin embargo, Fluttershy pudo reconocerlo: era el chico nuevo de su clase de biología, el de piel y cabello blancos, probablemente albino, y de ojos celestes como el cielo. Si tan solo recordara su nombre...
No habían cruzado palabra en el corto tiempo que él había estado en CHS, por lo que, al oír su saludo, y tras mirarlo, Fluttershy se volteó para comprobar que no había nadie detrás de ella a quien estuviera él saludando en su lugar.
Esto hizo reír al muchacho.
—Sí, te hablaba a ti, ¿Fluttershy, verdad?
Fluttershy lo miró y, sintiendo que se sonrojaba de vergüenza, asintió con un "mhm", aferrándose a las largas mangas de su abrigo.
Él no pareció tomarse esto a mal. Mas bien, sonrió y señaló el asiento al lado de ella.
—¿Puedo sentarme?l
Fluttershy supuso que no lo había hecho al verla tímida, y, si era honesta, lo apreciaba, porque seguro ella se hubiera asustado si él solo se sentaba allí. Por ello, asintió y zumbó afirmativamente de nuevo, deslizándose un poco hacia el borde para dejarle espacio en la zona seca de la banca.
Él no dejó de sonreír amablemente y se sentó a distancia prudente de Fluttershy, poniendo su maleta de deporte sobre sus piernas.
—He notado que no eres de muchas palabras— comentó él, sacando un termo del interior de su maleta y dos copas plásticas —. No quería incomodarte, lo lamento. ¿Chocolate caliente?— ofreció, extendiéndole una de las copas de plástico vacías.

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Regalo Invernal
RomanceEl invierno ha cubierto Canterlot con una capa de blanca nieve. Era la época en que las familias se reencontraban y disfrutaban la compañía de los otros, los amigos pasaban tiempo juntos riendo y tomando bebidas calientes. También fue el tiempo que...