Una semana para salvarte,Amor mío.

Capítulo 9

Eran las cinco de la mañana, el sol acababa de ceder y casi todos los adultos de la Villa se habían reunido. Algunas caras conocidas, otras no.

"Lo siento, Sasuke Uchiha", me susurró Tsunade. "Pero el pueblo te teme ahora. Si te dejo vivir, el pueblo entrará en un caos, por mucho que quiera salvarte la vida, no puedo. No permitiré que mi pueblo esté dividido". El Hokage enmascaró sus lágrimas del resto de las personas reunidas.

"Entiendo", le respondí lentamente, con sinceridad. Tenía un cierto respeto por ella. Ella también había perdido a su hermano, y un amante. Y ella llevó eso con ella. "Pero esa información que te di sobre Madara".

"Nos encargaremos de eso", le susurró ella de vuelta. "Gracias por tu ayuda."

Yo resoplé. Les había dicho que Madara estaría allí al lado del océano, tarde esta noche esperándome a mí y mi respuesta. Supongo que en lugar de mí, conoció a los Black Opps. Estaba seguro de que el pueblo estaba muy agradecido por mi ayuda.

Me hicieron marchar hasta el centro del estadio. Algunas personas lloraban, otras se burlaban. Mis amigos todos miraron desde el mismo lugar. Todos llevaban la misma expresión triste. Me encontré con los ojos de Sakura y ella asintió con tristeza, pero me sonrió. Me tomó toda mi fuerza, pero le devolví la sonrisa.

Kakashi me dio una mirada de complicidad. Fui valiente ... por fuera. Por dentro estaba un desastre. No vi a Naruto en la multitud. Probablemente era mejor si ella no veía esto. Pero quería verla ... una última vez.

Miré a Shikamaru y él supo por la mirada en mis ojos lo que estaba preguntando. Cerró los ojos y la angustia y volvió a abrirlos. Sacudió la cabeza y articuló "lo siento".

Ella no había venido. Me miré a los pies, sintiéndome tan mal como todos decían que era. Pero tal vez lo era. ¿No había lastimado a todos lo suficiente? Naruto especialmente.

Sabía que era egoísta, pero no quería que ella siguiera adelante. Quería que ella fuera como Tsunade, pensando en mí todos los días. Pero no quería que ella tuviera tanto dolor; así que otra parte de mí esperaba que ella pudiera seguir adelante. Todavía no podía entender por qué ella me amaba. Ella era tan perfecta, y yo ... bueno, yo no lo era. Naruto fue uno de los pocos rayos de sol que este mundo abandonado tenía para ofrecer. Pero sería bueno ser recordado por alguien.

Me dolió un poco que ella no estuviera aquí. Pero entonces, ¿no le había preguntado ya lo suficiente?

"Hola", dijo una pequeña voz. Me enfrenté al hombre que estaba cerca de él. "Mi nombre es Araka".

"Hola", dije mientras mis manos estaban atadas detrás de mí por algunos otros Shinobi. "Sasuke, te daría la mano excepto ..."

"Soy un ninja médico", dijo el chico ofreciéndome una sonrisa. "Mi trabajo es asegurarme de que no sientas dolor".

"¿Qué quieres decir?" Pregunté con los ojos entrecerrados.

"Bueno, tu cuerpo se adormecerá, hasta que no puedas sentir nada", explicó. "Y entonces ellos ... errarán bien, destruyen tu fuente de chakra. Te matan. Sería muy doloroso si no te quedaras inconsciente".

"¿Así que ni siquiera estaré despierto para mi muerte?" Dejo escapar una risita débil.

"No," Araka se rió ligeramente. "Supongo que no."

"¿Tienes alguna última palabra, Uchiha?" Una voz resonó en mí. El verdugo era un hombre robusto y de aspecto mezquino. Levanté la vista para ver a Tsunade de nuevo, pero ahora estaba inexpresiva.

"Lo siento", dije para que todos pudieran escucharme. Sentí un par de manos en su hombro y asentí. Estaba listo. Araka comenzó a hacer lo que fuera que estaba haciendo y el mundo se me estaba poniendo negro. Volví su cabeza lejos de la multitud para ver a una chica, una chica todavía vestida con ropa de hombre. Sus ojos azules se clavaron en mí, tan llenos de vida y amor. Naruto El nombre se formó en mis labios, aunque no salió ningún sonido. Y el mundo se me escapó. Me perdí en la oscuridad, una sonrisa en mi cara, solo para ella, solo para ella.