Niko

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Después que Sky y el rubio se fueron un silencio invadió el lugar. Sólo se escuchaban las ramas cuando daba el viento. Claramente, este sitio de noche era tenebroso.

Sentí como Clark cogió mi rostro bruscamente obligándome a verle sus ojos sus hermosos ojos verdes.

-te dije claramente que no salieras del apartamento-

-p-pero yo te había dicho q-que iba a ver a alguien-

-pero yo no te lo permití-

-p-perdón...- susurré.

Suspiró. Me soltó y empezó a caminar.

-¿te quedas?- preguntó. Rápidamente me levanté y lo seguí. Mi brazo no paraba de botar sangre. Le herida era bien honda. Al fin llegamos al apartamento. Cuando entramos cerró con casado como de costumbre. Seguí caminado asta el baño y saqué el botiquín buscando algo de alcohol. Lo saqué y también algodones, aguja e hilo. Me lo llevé para la habitación y me encontré a Clark sin camisa dejando ver su cuerpo bien trabajado. Me sonrojé rápidamente y aparté la vista.

Me senté en la orilla de la cama matrimonial y empecé a pasar un algodón con alcohol en la herida mientras me mordía el labio y evitaba que las lágrimas salieran. Clark se sentó y tomo mi brazo y también un algodón con alcohol. Lo empezó a pasar con delicadeza pero dolía demasiado. Las lágrimas empezaron a salir aunque trataba de controlarlas.

Se levantó y buscó algo en uno de los cajones. Una camiseta. Me la dio.

-muerde por que esto si que va a doler- se sentó y cogió la aguja con el hilo. Tragué exageradamente y mordí la camiseta. Poco a poco empezó a coser la herida y yo mordía cada vez más la camiseta que hasta me dolía la boca. Dejaba salir quejidos de dolor cuando pasaba la aguja de un lado a otro. Cuando al fin término cortó el hilo con sus dientes y fue al baño y regresó con unas vendas. Sacó las vendas de mi otro brazos con cuidado y luego puso las nuevas en ambos de mis brazos.

Recogió todo y se fue para el baño sin decir nada. Suspiré. Me acosté en la cama y cerré los ojos. Mi hombro empezó a doler y arder. Me senté pero cuando me iba a quitar mi camiseta rápidamente borré la acción ya que Clark salió del baño.

-espero que no se repita lo de hoy, ¿entendisteis?-

-¿p-pero y-y si quiero v-verlo? E-el rubio e-es tu a-amigo ¿n-no?-

-...sólo saldrás si es para verlo nada más-

Asentí pero sin ganas de sonreír.

-...quítate la ropa-

Lo miré sonrojado. No me podía negar en ninguna de sus mandatos era lo peor.

Me puse de pie y temblorosamente fui quitando mi camiseta. Cuando me la quité fui a quitar mis pantalones pero su mano me detuvo. Lo miré confundido.

-¿qué es eso...?- señaló a la parte de al frente de mi hombro.

-no se pero arde...- pasé mi mano por mi hombro.

Tomó mi mano y se le quedó mirando a mi hombro.

-¿GP?-

-¿qué?- me jaló asta el baño y me puso al frente del espejo. ¿GP? Por qué tenía esas legradas. Es como si hubiesen cogido una navaja y lo escribieran en mi piel...

-¿qué significa...?- le pregunté algo asustado.

-ni idea...Levi es el que más que sabe, le preguntaré mañana-

Asentí.

Salimos del baño y yo me tiré en la cama. Clark se trepó encima mío y empezó a repartir besos por todo mi cuello y torso.

-Cl-Clark...- gemí.

Sacó un listón largo, negro y amarró mis manos a los barrotes de la cama. Fue dejando un camino de besos por todo mi abdomen. Quitó mis pantalones dejando mi cuerpo expuesto. No era la primera vez que hacíamos esto pero no paraba de darme vergüenza. Empezó a masturbarme mientras lamía el sitio donde estaban las letras marcadas.

Subió mis piernas a sus hombro y sentí algo duro rozar mi entrada.

-este va a ser tu castigo...- susurró en mi oído con una sonrisa. Metió su miembro de golpe dentro de mi arrancándome un gran gemido de dolor.

-para...duele...- susurré.

Se empezó a mover rápidamente y fuertemente y sí que dolía.

Me besó ferozmente y yo correspondí con dificultad. Movía mis manos tratando de zafarme pero era imposible. Sólo me hacia más daño en mis muñecas. Sus embestidas se hacían cada vez más fuertes y dolorosas. Se corrió dentro de mi dejando salir un gruñido y luego yo me corrí dejando salir un gemido bastante alto. Salió de dentro de mi y se acostó a mi lado. Desató mis manos y me abrazó fuertemente.

-te amo mi pequeño...- susurró.

Me aferré a su camisa fuertemente. -deja de bromear...- susurré.

-no estoy bromeando....- me abrazó aún más fuerte. -te amo...-

No había escuchado esas palabras en años. Mis padres eran los únicos que me lo decían.

Las lágrimas empezaron a rodar por mis ojos.

Las sacó rápidamente y me besó.

-gracias...- susurré.

Me miró confundido.

-...gracias por no dejarme-

Mi Chico Emo (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora