El mejor jugador de fútbol americano de todo el estado. Así lo apodan muchos.
Otros en cambio, lo suelen llamar el dios de las discotecas. Y muchos, simplemente, el conquistador de chicas calientes.
Lo que él no ha experimentado aún, es que no siempre consigues lo que quieres. Y de eso se encarga Ali, de hacerle abrir los ojos.
¿Qué pasa si Aaron comienza a sentir los primeros efectos del amor?
¿Romperá sus propias reglas? ¿O se limitará a intentar conseguir esa noche alocada que ha imaginado desde que la vio?