Capitulo 1: Un viejo recuerdo

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Me desperté y observe al rededor mientras mis ojos se acostumbraban a la oscuridad. Hoy, esa palabra extraña que aún no entra en mi vocabulario, porque ya no me considero viva. Soy solo un saco de sangre, carne, órganos y huesos andante. Aún era de noche, son como las 4:30 am y ya no tengo sueño. Soñé o más bien recordé mi primer día, más bien solo desperté ese día, ese fatídico día, tan solo era una niña, estaba sola, llorando en medio del bosque. De mis manos salia sangre y tenía múltiples rasguños y moretones, cuando él apareció, Otro niño como yo pensé, pero no, no era así, sigo impresionada aun, se sentó a mi lado mientras me observaba. De su bolsillo sacó un pañuelo y saco la sangre de mi cuerpo, también secó mis lágrimas.

Me susurro un "tranquila no te haré daño", me beso la mejilla, se paró, salto, y al momento de tocar el suelo era un pequeño lobezno de color negro con café chocolate, me dedicó otra mirada y se fue corriendo de allí. Horas después una linda pareja estaba acampando no muy lejos de allí me encontró, me dieron un baño y me adoptaron como hija suya. Ese día cumplí los 7 años y eso fue hace 9 años porque hoy cumplo 16, se que debería estar feliz pero no lo logró, siempre recuerdo aquello y me da mucha tristeza puesto que no fue un día muy agradable para mi.

Aún no se qué hacía yo allí, o porque tenía sangre y lloraba, pero me da alegría pensar que aquel niño se haya preocupado por mi. Me pare de la cama tamaño familiar y observe un rato mi cuarto, las paredes eran morado oscuro y el piso era de caoba color chocolate. Mis muebles hacían conjunto con él, tenía un gran armario donde cabía mi ropa y hasta más, la verdad no ocupaba ni la mitad. Nunca fui de esas personas que les gustara la ropa. La verdad en los cumpleaños pedía libros o juegos en vez de ropa. Mi cama, como ya dije, es grande tiene cobijas moradas y la colcha junto con las fundas son negras. Camine hacia el escritorio y encontré una nota que decía:

HIJA SALDRÉ UN MOMENTO PERO TE PIDO UN FAVOR, ¿PUEDES IRTE TU SOLA A TU ESCUELA? ME LLAMAS CUANDO LLEGUES, YA TIENES TU ROPA PLANCHADA ¿SI?

ATTE: TU MADRE <3

Al terminar de leer la nota, me acerque al armario y saque un suéter negro con una blusa blanca, un pantalón de mezclilla gris y mis botas negras, agarre mi mochila y el celular, unos audífonos o cascos como les dicen en España y salí. Camine por una media hora cuando llegue, justo a las 6:30 y fui a mi taquilla. Saque el libro de mate y el de historia junto con sus respectivas libretas y me fui al salón. Al entrar me fije que había alguien más allí. No le di importancia puesto que me podrían humillar, pero por desgracia estaba sentado en mi lugar y si me sentaba en otro me mandarían suspensión así que se tendrá que ir de allí. Me acerque a él y comencé:

-Oye no se quien seas pero estas en mi lugar

-Y eso que importa- me dijo mirando hacia la mesa

-Que si no te mueves te moveré- le dije seca, porque aunque sea antisocial me se hacer respetar

-Que genio tienes tía pero si insistes- me dijo en un muy buen acento español, se paró y se sentó en el asiento de a lado porque eran mesas de dos sillas. Me senté en mi lugar, por fin pensé, unos 15 min después llegaron los demás, hasta que se me acercó la típica popular, su nombre era Dabria con sus típicas plásticas, Scarlet y Bella, pensé que iban conmigo pero al parecer quieren engatusar al chico de a lado.

-Hola guapo, porque te sientas con esa mocosa, vente conmigo yo...

-Mejor largate plástica inmunda- le dijo interrumpiéndola

-Con que le lavaste el cerebro Mei o debo decir Hatsucaca- me dijo, pues claro, mi nombre es Hatsune-Mei y a mis benditos nuevos padres no se les ocurrió cambiarlo.

-Le vuelves a hablar así y no volverás a ver tus labios operados- ella se voltio echando chispas mientras que yo me le quedaba viendo, pasmada, mientras que el se acostaba y cerraba los ojos

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