Un Libro Más De Poemas

3° POEMA

No hablo de complejo porque no conozco ese concepto,
Tampoco de espejos que te martirizan si eres viejo,
Tan poco miedo siento como que dejo de lado eso,
Lo que limita al dueño el progreso hacia sus sueños,

Mi esperanza yace entre rejas perpleja, cautiva,
Cultiva ideas entre cataclismos y odiseas,
Seas o no la razón, tengas o no ese don, derriba,
Cada muro; vuela hacia arriba, no caigas Melibea,

Veas o no, es sincero el amor de una madre a su hijo,
Un perro en la calle en la pobreza y miseria sumido,
Que tiene más sentimientos que los que tú habrás tenido,
Casi siempre se gana más cosas, habiendo perdido

Un partido, habiendo partido de casa hacia el destino,
Cretino quien diga que usted no elige su camino,
Quien te priva y prohiba tu libertad es un necio,
Elija, escoge vivirla o escriba su vida en silencio.

La fe en tí, la mayor virtud mantenla en el ruedo,
No tener nunca fin, sin temor ni inquietud ni miedo,
La esperanza te hace esperar, la calidad es su tardancia,
Ignorancia, su cualidad engaña con su fragancia,

Arrogancia en un gran constante y rápido ritmo,
Álgebra en escritos y enigmáticos algoritmos,
Lucen como lucifer cambiando los cruces de humanos,
Crucificando a insensatos en un eje cartesiano,

Anotando y notando el leve paso del tiempo,
Construyendo cimientos de cemento de mi templo,
Mil dagas se clavan con su punta en mi garganta,
Tantas estocadas y cagadas que nos ponen de ejemplo.

Colapso es aquel lapsus que provoca nuestra ira,
La demagogia, quien un día te ama otro te odia,
Vomito versos que no son ni sonetos ni liras,
Pero recuerda que la vida da más vueltas que una noria,

Cuanta hipocresía y cuanta populismo veo,
Pero en este día se repite el mismo cuento,
Muchas ideologías de altruismos y antiego,
Pero se repite el sismo de heregías de nuevo.

No hablo de complejos porque no conozco ese concepto,
Pero sí de mis sentimientos y qué es lo que yo siento,
De la alegría que todos los días nos hacen,
De la humildad que en el fondo del silencio yace,

De la paciencia que en verdad es la mejor penitencia,
De la fe sin carencias que potencia todas las creencias,
De la inteligencia que ayuda crecer a las ciencias,
Que eleva al ser humano a la máxima exponencia,

También a la impotencia de la prepotencia nuestra,
Apoyamos a quien matan a niños, niñas, hombres, mujeres;
En conflictos mundiales que acaban en batallas, guerras;
Para que las multinacionales ganen sus billetes.

Talamos álamos, trabajamos domingos y sábados,
Sin descanso, somos un rebaño manso en los páramos,
Hasta cerrar los párpados desde el antártico al Cárpatos,
Solo seremos números, ábacos, núcleos, bálsamos

Para unir al dinero con esos malditos demonios,
Yo expreso mi furia sin un boli y sin un folio,
Ya que acabaremos sin árboles y como Tokio,
Mientras que la hiena siga llena en el capitolio.