Un día casi perfecto

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-Buenos días alumnos comenzaremos las clases, por favor siéntense- dijo la maestra Sill, una señora de mayor edad

Nos dio la clase de literatura, todo l que oigo es bla, bla, bla, bla.

Se acaba la escuela y lo primero que veo son unas chicas hechas montón, trato de ver quien es pero no lo logro así que sólo sigo mi camino

- Hey Jenn - esa voz la reconozco, me di media vuelta para verlo y efectivamente era el, las chicas estaban haciendo cara de triste

Y decían que lo llamara.

- ¿Qué haces aquí Matt? - dije alzando una ceja, estaba de lo más feliz

- Tu padre dijo que viniera por ti - dijo llendo al carro

- Oh está bien - dije poco sorprendida ya que mi padre casi nunca venía por mi

- Por cierto hay fiesta te llevare a mi casa -

-Está bien-

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Me encuentro con el, en su casa, fiesta familiar obviamente, cuidando a su hijo que es de lo más hermoso, tan frágil, pero es como un diablillo. Su novia no me cae mal, casi no nos dirigimos la palabra, claro nadie sabe que me gusta el, su novia me pregunta que si quiero ir con el al parque a verlo jugar, también me dice que van a ver muchos niños guapos, me entusiasmo y le digo que si, como dije el siempre va a ser mi amor platónico pero vamos, yo jamás tendré nada con el. Lo acompañe y conversamos por el camino

-Así que te gusta el fut?- me pregunta, mirándome con esos ojos que me hacen ponerme nerviosa

-Nos conocemos de hace mucho, no me tienes que tratar como alguien que no conoces cada vez que nos vemos- le contesto con sinceridad, pero yo también lo trato así

-Lo se, pero es que me gusta más así- contesta tranquilamente

Me quedo pensando que habrá querido decir con eso, no capto muy bien las cosas y estoy tratando de quitarme eso

-Pues si me gusta, pero no lo juego muy bien que digamos- digo tratando de entablar una conversación de nuevo

-Pues luego te puedo enseñar lo que se- dijo mirándome con una sonrisa, casi me derrito, agacho la cabeza tratando de que no se vea que me sonroje

-Como quieras- le conteste y seguimos nuestro camino sin dirigirnos otra palabra más

Le hubiera querido decirle millones de cosas en ese instante pero yo simplemente no atrevi a tan si quiera mirarlo de reojo

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Chanananan, no se olviden de comentar porfavor! Para ver su opinión, no se sí la estén leyendo o algo pero espero que sí, mañana subo otra parte

Por favor, se mío.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora