⚠️TEMA: SMUT. LENGUAJE POCO EXPLÍCITO⚠️
Es sábado por la noche, 11:47 p.m. Estoy en casa de Daniel, mi novio, hemos estado toda la tarde juntos, solamente en su habitación, sin nadie que nos moleste.
Es perfecto, sólo él y yo.Decidida a "jugar" un poco con él, comienzo a acariciar su muslo, subiendo y bajando lentamente mi mano.
— ¿qué estás pensando?— dice Daniel con una sonrisa pícara que me invita a seguir adelante.
Acercándome más a él, muerdo mi labio inferior sonriendo cerca de su boca.
— ¿no estás muy aburrido? quiero jugar... — tomo sus piernas haciéndome un espacio entre ellas y me siento de rodillas frente a él. Tomo su cinturón entre mis manos y comienzo a desabrocharlo lentamente.
— Así que mi princesa quiere jugar... — cuando logro sacarle el cinturón por fin, él se abalanza sobre mis labios, besándolos fuerte, haciéndome caer sobre mi espalda — pero papi quiere ser el rudo hoy... — sus palabras me hacen sacar un jadeo, y también desear más de él.
Daniel comienza a deshacerse de mis pantalones rápidamente como si estuviera desesperado. Cuando logra sacarlos, se inclina dejando un rastro de besos por mi abdomen.
Mordiendo mi labio, tomo un extremo de su camiseta y le ayudo a quitársela.— vamos a jugar entonces, — dice muy cerca de mis labios, incluso podemos compartir aliento — estás son las reglas: tienes que esperar hasta que yo te diga que puedes venirte... y quiero que sea cuando yo esté dentro... — sus labios tan cerca de los míos me provocan querer besarlo desesperadamente. En éste momento lo necesito más que nada.
— vamos, bebé, solo hazlo... te necesito — digo a súplicas, mientras lo veo bloquear mis manos sobre mi cabeza.
— abre la boca... — ordena mientras lentamente mete dos de sus dedos en mi boca, sacándolos totalmente húmedos. Creó que ya sé a donde va todo esto. Me encanta este juego...
De nuevo y con un nivel mayor de desesperación Daniel se lanza a mis labios, abusando de ellos y del poco aire entre nosotros.
Haciéndole un espacio entre mis piernas para facilitarle el acceso, puedo sentirlo entrar en mi.Al sentirlo dentro de mi, no puedo evitar un gemido contra sus labios, a lo que él me corresponde con un gruñido profundo.
Él comienza a entrar y salir rápidamente, con un ritmo perfecto. Haciéndome curvar mi espalda y quedar pecho a pecho contra él.
— m-mierda Dani... si, justo así... — mi respiración se agita cada vez más, y mi corazón parece querer salirse de mi cuerpo para entregarse a él.
— Las niñas buenas no dicen malas palabras... y tú eres la niña buena de papi. ¿cierto? — dice haciendo movimientos inexplicables dentro de mi... maldita sea, se siente tan bien — dile a papi que eres una niña buena — me exige con una voz tan grave como la mierda.
— Soy la niña buena de papi, y las niñas buenas... o-oh caraj... — me detengo antes de terminar la frase para continuar con lo que estaba diciendo — y las niñas buenas no decimos malas... malas palabras...
Pierdo la mirada en sus hermosos ojos azules, que están viéndome con su color más intenso que nunca.
— perfecto. Ya estás lista, te puedo sentir... recuerda que la regla es mantenerte ahí hasta que yo te diga. — siento sus dedos presionar en mí hasta afuera, mientras que lucho conmigo misma para seguir la regla.
Sólo para verme luchar con el placer y conmigo misma, él se toma su tiempo para sacarme las bragas, después sacar y colocarse un condón... al parecer más lento que nunca.
— Danieeel... vamos, no puedo esperar hasta que amanezca... — le reprocho desesperada por sentirlo a él y poder sacar ésto.
Cuando por fin está listo, se hace un espacio entre mi piernas, permitiéndole el acceso a mi.
Él me acerca más a él, hasta que no queda centímetro por llenar. Sintiéndolo penetrar y empujar dentro de mí.Los gemidos de ambos envuelven el silencio de la habitación. Mis manos y uñas se aferran a sus brazos y espalda para intentar mantener el esfuerzo de guardarme dentro toda la pasión.
— vamos princesa, estás tan cerca de ganar... no te vas a rendir ahora, ¿verdad? —
— mierda Daniel... cállate... — su voz tan ronca y llena de lujuria me empuja a dejar a un lado el maldito juego.Después de unos minutos eternos más, Daniel parece querer también dejarlo salir.
— ahora, vamos. Hazlo... quiero sentir salir todo... — al fin me deja escuchar esas palabras. Sin esperar demasiado más, mi cuerpo pide liberarse y es lo único que estoy dispuesta a hacer. Dejando salir todo.
Los gemidos de ambos no se hacen esperar, y sin más paciencia, Daniel sale de mí y se saca el condón rápidamente, liberando todo sobre mi abdomen.
Intentando recuperar la respiración normal, ambos quedamos frente a frente.
Puedo ver sus ojos llenos de amor viéndome, y su pecho subir y bajar rápidamente contra el mío.Creo que enserio estoy enamorada de este hombre.