capitulo 13

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Caminé hasta salir de la habitación cerrando la puerta tras de mi, por el rabino del ojo vi como difícilmente se acomodaba en la suave cama siendo su objetivo el dormir tranquilamente y en paz.

Ya afuera pude ver de nuevo el destrozado pasillo, baje las escaleras y por suerte encontré una escoba y recogedor, volví a subir y empeze a limpiar.
Tenía algo de tiempo antes de que Alberto despertara así que lo que hize fue . Al terminar me dirigí a la cocina, no esperaba encontrar algo viniendo de la casa de alguien que vivía solo pero aún así mis ojos no daban crédito a lo que estaban viendo.
En el refrigerador había.... nada literalmente.
Ni siquiera estaba conectado, en el había unas cuantas verduras, frutas y 2 huevos. Definitivamente requeria algo más nutritivo que eso.
Necesitaba más comida definitivamente. Asi que partí una manzana y llené un vaso de agua, tratando de no tirarlo subi las escaleras, abriendo la puerta .-por si le daba hambre mientras yo hiba a comprar más comida-. seguía durmiendo así que con cuidado de no despertarlo le puse la comida en la mesa de noche.
Traía 25 €, que rogaba a quien fuera el Dios del dinero me alcanzará para hacer una mini despensa.
Me encontraba bajo el umbral de unos árboles con bolsas de comida en mano, llegó a mi un calor abrasador.
Ira..... que se fue apoderando de mi, y a cada minuto que pasaba la sensación de estar atrapado en llamaradas fue creciendo.
El impulso de descargar mi creciente ira ganó contra la poco fuerza de voluntad que me quedaba, golpeé el árbol detrás mío una y otra vez, me sangraban los nudillos, gritaba y maldecía, en la calle no había nadie y eso lo agradecía. Maldije internamente a esos hijos de puta por siquiera tocarlo. Me recargue en el árbol y empeze a reír después vinieron las carcajadas que inundaron la calle en un estruendo, reía por la ironía que representaba eso. Me levanté aún sonriente y seguí mi camino.

Al llegar a la casa podía escuchar el sonido de la regadera proveniente del piso de arriba.
Saque las cosas para preparar el caldo de pollo y un poco de arroz (eso era lo que comía cuando enfermaba, un hechizo simple pero inquebrantable).
De repente oigo un estruendo, subí corriendo las escaleras y encontré a Alberto tirado en el piso.
Su cuerpo estaba cubierto con una toalla Blanca que poco a poco iba marchándose de un líquido carmesí.
Lo ayudé a levantarse y apliqué el mismo procedimiento que anteriormente había hecho, con suma delicadeza.
Había empezado a enrollar su cuerpo con vendas, cuando gira su rostro hacia mi, nos admiramos cada facción de nuestros ingenuos rostros, siento su mano sobre mi cuello, tan cálida y electrizante, le permito a su rostro acercarse al mío, nuestras narices rozan, nuestros alientos chocan y como si de porcelana se tratase nuestros labios se tocaron, tímidos e indecisos a un futuro ciego a nosotros aún así nuestras almas conectaron, y todo desapareció; solo éramos nosotros.

Nos separamos y nos tumbamos en la cama absortos el uno al otro, ese era nuestro momento. No se cuanto tiempo pasamos de la misma forma pero me vi obligado a pararme pues empezábamos a tener hambre.

Baje las escaleras y lo preparé todo para llevárselo. Subi las escaleras con charola en mano y un poco de agua.
Alberto ya estaba cambiado y se había recostado en la cama. Me acomodé a su lado y lo empeze a alimentar, ni el ni yo dijimos palabra alguna en todo ese rato.
El tiempo pasó tan rápido pues hablamos de todo y de nada a la vez, no volvimos a sacar el tema de el cementerio. Creo que ninguno de los dos quería que la atmósfera se rompiera. Pff qué infantil.
Cuando me doy cuenta ya son las 7 p.m. la luz solar casi se desvanecía así que antes de irme revise sus vendajes y heridas.

Alex: No te esfuerces, come bien y por favor llámame si necesitas algo. Yo estoy aquí para ti.
Alberto: Alex yo......... Muchas gracias........por todo..
Alex: No te preocupes. Solo descansa.
No te guardes todo para ti. Lo que pasó ahí puede volver a ocurrir, quiero ayudarte así que por favor, dímelo. -mis ojos se cristalizan pero no llego a derramar una sola lágrima, le dedico una de mis mejores sonrisas- Cuidate- pronuncié y empecé a avanzar pero esta vez no tuve el valor de mirar atrás.

Caminé hasta la parada del autobús más cercana con el desesperado pensamiento de que eso no fuera un sueño ni una broma del destino.

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Gracias por la lectura. 🤗🤓😍🖥💻📕📖

Nos leemos pronto.

-Hay cosas que sin importar las veces que nos esforcemos simplemente no están destinadas a ser.




GEGEN DIE WANDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora