Call it what you want >>ChangJin<<

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Changbin, un chico normal, si así le podemos decir, no es para nada timido pero tampoco es la persona más social del mundo, siempre 'huye" de las personas alegres y sonrientes, ya que oara él sólo eran demasiadas estúpidas, claramente sin contar a su mejor amigo quien era esa clase de persona. Pero eso no le molestaba, estaba acostumbrado a convivir con JiSung, por lo que no le da mucha importancia, lo que sí le molestaba era tener a ese gigante sentado en el lugar de adelante, dónde no le dejaba ver claramente el pizarrón. ¿Por qué tenía que ser jodidamente alto? Estúpido.

Y ahí estaba, maldiciendo mentalmente al chico que se sentaba sólo un puesto más adelante que él. Ya había pasado medio año y aún no creía la imprudencia que tuvo HyunJin al sentarse ahí, todos sabían que Changbin era el más bajo de la clase y que no debían sentarse delante de él, porque era capaz de tirarte con sus libros si no le dejabas ver claramente. Pero para sorpresa de todos, incluyendo a los profesores, no hizo absolutamente nada cuando ese chico alto se sentó en ese sitio que siempre permanecía vacio.

El timbre se escuchó por todo el edifício y rápidamente todos se apresuraron a guardar sus cosas.

Otro día en el que no había podido copiar lo que la profesora  escribió en el pizzaron. Más tarde se lo pediría a Jisung, si es que no estuvo tonteando en toda la clase.

-Oye -levantó la vista para mirarlo -aquí tienes los apuntes de hoy -habló con nerviosismo y miedo

-Al menos haces algo bueno -tomó las hojas y las metió sin ningún cuidado a su mochila junto con sus otros útiles

HyunJin sólo se limitó a hacer una leve reverencia y salir rápidamente de ahí. Por más que sea mayor sólo por seis meses, le tenía mucho miedo, las cosas que le habían contado sus compañeros lo hacían estremecer de sólo imaginarlo. Ese enano era un demonio a sus ojos, uno muy tierno pero no le quita lo malvado que puede llegar a ser.

Ambos llegaron a la cafetería por separado, HyunJin se fue con su grupo de amigos y Changbin hizó lo mismo

-Toma -le entregó los apuntes en cuanto llegó

-No los nesecito, gracias -le devolvió las hojas y se sentó

-¿Pudiste ver algo hoy? -preguntó totalmente sorprendido al ver que su enojón amigo había rechazado algo tan valioso como esos apuntes, pero su sorpresa aumentó cuando lo vio negar y mirar con odio al chico pelinegro sentado a unos metros de ellos

-Aquel idiota me los entregó -sacó su almuerzo perfecta preparado por él -por lo menos hizo algo bueno hoy -expresó bastante calmado.

Durante el recreo Changbin copió los apuntes que le habían prestado, no quería llegar a casa y tener que estar toda la tarde metido en su habitación escribiendo, así que escribió lo más rapido que pudo a tal punto de que no se le entendiera absolutamente nada pero tenía que terminar antes de que tocara el timbre.

El resto del día escolar se pasó como siempre, Changbin maldiciendo a HyunJin y éste disculpándose en una posición bastante incomoda para que el bajito pudiera ver con claridad el pizarrón, gesto que a veces conmovia el corazón de Bin y le ordenaba que volviera a su posición inicial.

Al final la última clase, se apresuró a guardar sus cosas, sin contar las hojas de HyunJin y se aproximó a éste quién estaba por salir del aula

-Oye -lo llamó fríamente haciendo que el mayor se diera vuelta con miedo -toma -le tendió las hojas todas arrugadas

-No era necesario que me las entregaras hoy -contestó agarrando las hojas que insistentemente el bajito le tendía

-Da igual -le restó importancia -gracias -susurró casi inaudiblemente y salió del aula antes de que el contrario agregara algo más

No estaba acostumbrado a hacer ese tipo de cosas y cuando lo hacía siempre moría de vergüenza, lo que lo hacía ver bastante tierno

HyunJin se quedó mirando en la dirección que Changbin se fue casi corriendo por unos segundos y luego miró las hojas en su mano, sin duda sentía envidia de ese enano

-¿Desde cuando Changbin dice gracias? -preguntó SeungMin extrañado, quién había presenciado toda la escena

-Supongo que después de todo si tiene modales -contestó a la pregunta de su amigo, aunque él estaba más sorprendido que SeungMin. Siempre estaba acostumbrado a los malos tratos por parte de Changbin, aunque no lo trate mal siempre, sólo cada vez que tenía oportunidad o ganas lo hacía; pero el único buen trato o frase que obtenía del más bajo era un "Sientate normal, te haras mal la espalda. Luego se lo pido a Jisung", algo que siempre le derretía el corazón y le daban ganas de saltar como un idiota por todos lados, porque sí, estaba enamorado de ese manojo de maldad y ternura.