El demonio que me vino a cuidar (namjin)

''1''

Narra Nam:

Lo veía todo negro, no había color, lo ultimo que recordaba era el golpe de una bala a mis espaldas y a una persona gritando mi nombre, en ese momento no sabia donde estaba, ni en que día vivía, en ese momento solo sabia mi nombre y a lo que me dedicaba. Poco a poco fui abriendo los ojos pero no estaba en el callejón en el que me metí; en el lugar en el que estaba en ese momento destacaba más el rojo que cualquier otro color, parecía que estaba en mi habitación pero era más oscura, apenas estaba amueblada, solo tenía una cama y un armario, es decir, lo básico de una habitación.

Ya por el color del ambiente podía intuir donde me encontraba, el sitio al que mi padre me dijo una vez que iría, pero todo se me confirmo cuando vi a aquella persona entrar en el lugar en el que me encontraba, era un hombre que iba elegante pero,  de él sobresalían dos alas rojizas tirando a negras y una cola terminada en pincho; definitivamente estaba en el infierno.

-¿Señor Kim Nam Joon?- dijo el hombre con una voz bastante cortes, la verdad el infierno parecía mejor de lo que pintaban en las películas, no estaba para nada lleno de fuego y tampoco era lo peor del universo, simplemente estaba bien, pero aún así no me sentía cómodo del todo- Satanas quiere verle Nam Joon así que por favor sigame.

Al decir eso por instinto me levante de la cama y seguí a aquel hombre. Después de unos minutos de caminata llegamos a una sala, las columnas estaban con 2 o 3 antorchas cada una, en las paredes de esta se podían ver los pecados capitales dibujados y al fondo un trono donde sentado estaba el mismísimo satanás, como dije antes no se parecía nada a como lo pintaban en las películas.

-Aquí lo tienes señor - dijo el hombre que me guío hasta aquí para al poco irse por donde había venido.

-Hola Nam Joon, supongo que ya sabrás quien soy, pero aun así me presentare, yo soy el mismísimo Satanás, el gobernarte del infierno, y te voy a ser sincero, no sé porque acabaste aquí, tus fechorías no son para que merezcas estar aquí a si que te voy a proponer algo para que salgas de aquí y vayas a otro lugar, ya sea el pulgatorio o el cielo, el único problema sera que no recordaras nada de como moriste ¿Quieres aceptar?

- Si acepto ¿que tendría que hacer?- dije interesado ya que sé que mi padre estaría rondando por aquí y pasaba de encontrármelo, pero tampoco quiero aceptar algo que luego no quisiera hacer.

-Bien, te explico, tú misión sera que un alma humana no sufra más y pueda estar feliz, a la vez esa persona te podrá ayudar a recordar todo, solo hay una regla, NO TE ENAMORES- dijo esto ultimo con una voz bastante potente.

Me quede un rato pensándolo ¿me valdría la pena salvar a alguien para que luego me recuerde todo lo malo que hice y así ir a otro lugar lejos de mi padre?… si valía la pena.

-Acepto- dije sin pensarlo dos veces.

-Perfecto, entonces cuando llegues a la tierra, claramente como un fantasma tendrás que buscar a Seok Jin, a Kim Seok Jin.

Antes de que pudiera decir nada dio un chasquido de dedos y deje de ver lo que estaba viendo, al abrir los ojos de lo único que me acordaba era de a quién tenía que salvar y la norma que tenía que cumplir, ¿lo primero que hice? buscar a ese tal Seok Jin.

Narra Jin:

Hace un año que lo vi morir, hace un año que tengo un gran secreto guardado que no podía contar, aún lo recuerdo como si hubiera sido ayer.

Flashback

Iba caminando de vuelta a mi casa, mis padres me habían pedido que fuera a por un poco de comida al mercado situado en la otra punta de la ciudad, tranquilamente iba pensando por que camino tomar para llegar a mi casa, ya que quería ver a mi amor platónico, pero vivía en el barrio más peligroso de toda la ciudad.

Al final me decidí por el camino corto y el más peligroso pero solo por verlo a él, a Nam Joon, que aunque en un pasado me fastidio la vida me termine enamorando de él.
Estaba apunto de salir de aquel barrio y llegar al que vivo yo, un barrio bastante adinerado a decir verdad, cuando derrepente.

-Parate hay mocoso.

Escuche una voz ruda y potente, me asuste demasiado pensando que era a mi así que dirigí mi vista a donde provenía la voz, delante mía me encontré un callejón oscuro pero aún así pude diferenciar 4 cuerpos diferentes 3 más mayores que el ultimo.

Al ver que no me llamaban a mi me tranquilice, pero algo en el cuarto individuo se me hacia familiar y me escondí para ver el porque.

-¿Donde esta nuestro dinero?- pregunto el segundo individuo y al parecer el más bajo.

-No lo sé, yo no tengo nada- en ese instante sentí un escalofrío por todo mi cuerpo, esa voz se me hacia muy familiar, demasiado a decir verdad- a si que si no os importa me voy.

En ese momento se dirigió a donde yo me encontraba y pude ver quien era el dueño de aquella voz. Me quede parado cuando lo vi, no podía creer que fuera él al que estaba viendo, estaba herido pero aún así se esforzaba por intentar andar.

Estaba tan embelesado mirando su rostro tan perfecto, sus brazos marcados, en resumen todo del que lo único que me despertó de mi trance fue el ruido de un disparo y cuando me quise dar cuenta todo lo que yo admiraba en ese momento se desplomo en el suelo desangrándose, no respiraba y tampoco se movía; lo habían matado, mi mundo se callo en momentos y lo único que pude hacer fue correr hasta mi casa y encerrarme en mi habitación.

Fin del Flashback

Ese día no salí de mi casa, ni siquiera los ánimos de Tae y Jimin me ayudaron a estar mejor, hoy un año después de lo ocurrido aún me acuerdo de todo y sigo sufriendo por ello, aunque obviamente delante del resto miento y oculto lo que siento, a mis amigos por suerte les va mejor que yo ambos son homosexsuales y ambos tienen pareja y muchas veces nos juntamos todos para pasar el tiempo.

Pero yo no me siento cómodo cuando estamos los 6 ya que Hoseok y Yoongi eran los antiguos mejores amigos de Namjoon y no sé porque razón me acuerdo de él cada vez que estoy con ellos.

La cosa es que siempre que puedo pongo una excusa, pero hoy no pondré ninguna porque directamente me voy a escapar al monte cercano, lugar donde se encuentra la tumba de Namjoon, quiero estar cerca suyo aunque ya no este aquí, así que sin avisar a mis padres ni nada agarre una mochila donde metí lo necesario y un poco de dinero.

Primero me dirigí hacia el mercado para comprar un poco de comida, unas flores y unas velas, de allí cogí el camino más largo de todos para llegar allí.

Mientras caminaba se me viene a la cabeza todo, esa visión indeseable que tuve ese día y que odio recordar. Al poco rato llegue a donde yacía Nam Joon.

-Nam, no sabes cuanto te extraño- digo arrodillándome delante del monto de piedras que señalizaban donde había sido enterrado hace ya un año- hace ya año que desaparecistes para todos, nadie sabe donde estas ni nada, incluso se han olvidado de ti, yo soy el único que sabe que paso ese día y aún me siento culpable por ello, porque yo podría haber echo algo y no reaccione.

En ese momento cerré los ojos y empece a llorar, hasta que escuche un voz llamandome.