naruto uchiha y los olimpicos

capitulo 8

¡Hora de la cena!

Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Naruto o Percy Jackson.

"Diálogo del personaje"

' Pensamiento del personaje '

'Conversación telepática'

" Jutsu / Dios enojado"

" Demon / Monsters / Summon"

La noticia del incidente del baño se extendió de inmediato. Dondequiera que iban, los campistas señalaban a Percy y murmuraban algo sobre el agua del inodoro.

Annabeth le mostró a Percy algunos lugares más: la tienda de metal (donde los niños forjaban sus propias espadas), la sala de artes y manualidades (donde los sátiros estaban lavando con arena una gigantesca estatua de mármol de un hombre de cabra), y el muro de escalada, que en realidad consistía en dos paredes enfrentadas que se sacudían violentamente, tiraban rocas, rocían lava y se juntaban si no llegabas a la cima lo suficientemente rápido. Naruto no estaba con ellos. Cuando le preguntaron a dónde iba. Les dijo que iba a entrenar y luego desapareció.

Finalmente, ambos regresaron al lago en canoa, donde el sendero conducía a las cabañas.

"Tengo entrenamiento que hacer", dijo Annabeth. "La cena es a las siete y media. Simplemente sigue tu camarote al comedor ... Y una cosa más, necesitas hablar con el Oráculo".

"¿Quien?" Preguntó Percy.

"No quién. Qué. El oráculo. Le preguntaré a Chiron". Annabeth dijo.

Percy miró hacia el lago, deseando que alguien le diera una respuesta directa por una vez.

No esperaba que nadie lo mirara desde el fondo, por lo que su corazón dio un vuelco cuando notó a dos chicas adolescentes sentadas con las piernas cruzadas en la base del muelle, unos veinte pies más abajo. Llevaban pantalones de mezclilla y brillantes camisetas verdes, y sus cabellos castaños flotaban sueltos alrededor de sus hombros mientras los pequeños saltaban y salían. Ellos sonrieron y saludaron como si fuera un amigo perdido hace mucho tiempo. No sabía qué más hacer. Él le devolvió el saludo.

"No los alientes", advirtió Annabeth. "Los naiads son terribles coquetea".

"Naiads," repitió Percy, sintiéndose completamente abrumado. "Eso es. Quiero irme a casa".

Annabeth frunció el ceño. "¿No lo entiendes, Percy? Estás en casa. Este es el único lugar seguro en la tierra para niños como nosotros".

"Eso es ... Loco".

"¿Qué?"

"Quiero decir ... soy Demigod ... Es solo que ..."

"Imposible ... Pero es verdad, Percy. ¿Qué es lo más común que hacen los dioses en las viejas historias? Corrieron enamorándose de los humanos y teniendo hijos con ellos. ¿Crees que han cambiado sus hábitos en el último pocos milenios?

"Pero esos son solo ..." Percy casi dijo mitos otra vez. Entonces recordó la advertencia de Quirón. "Pero si todos los niños aquí son mitad dioses—"

"Los semidioses", dijo Annabeth. "Ese es el término oficial. O mestizos".

"Entonces, ¿quién es tu papá?"

Las manos de Annabeth se apretaron alrededor de la barandilla del muelle. "Mi padre es profesor en West Point", dijo. "No lo he visto desde que era muy pequeño. Él enseña historia estadounidense".

"Es humano".

"¿Qué? ¿Asumes que tiene que ser un dios masculino que encuentra atractiva a una mujer humana? ¿Qué tan sexista es eso?"