Brunella:
Las sirenas sonaban y estremecian cada parte de mí. Vi a lo lejos a mamá hecha pedazos mientras Maximiliano la abrazaba y ella corria para poder alcazarme.
Nick estaba también junto a ella, pero no estaba él.¿Jack sabría todo lo que pasó?
¿Me despreciaría por aquello?
Cuando estuve con mi madre, ella me abrazó como la primera vez, como si tuviera cinco años otra vez. Era como volver a repetir la misma historia.
No sé que pudo haber pasado, solo sé que empecé a ver todo oscuro y no pude mantenerme de pie. Desperté horas después en la cama de un hospital, atada a miles de máquinas.
Mi único impulso al despertar era verlo allí, pero no estaba.Cristina Morgan me atormentó de preguntas, ya no tenia cinco años y al fin se las podia responder.
Nick la hacia callar y me abrazaba como solo mi hermano lo podía hacer.Nick me salvó, todo pasó tan rápido que no me di cuenta. Al parecer cuando Estephania encontró la hoja con las iniciales de Paul, pudieron buscar y encontrarme. Mientras yo estaba encerrada en la mansion Souza a punto de ser humillada otra vez por mi primo.
Paul hacia y deshacia con mi cuerpo como el quería, me tocaba por todos lados y por más que gritaba nadie me escuchaba. Pero lo cierto era que Paul no terminaba el acto, decia que tenía un nuevo juego y que me iba a hacer pagar por todo lo que le habian hecho en la cárcel, yo no sabia cuando iba a suceder, tenia el mismo miedo siempre.
Cuando sintió que la Policía estaba fuera de la mansión, corrió por sus cosas y me mantuvo amarrada sin poder gritar.
Lo recuerdo todo claramente, de la nada sentí unas manos intentando desatarme, un escalofrío recorrió mi cuerpo pensando en que era Paul, por suerte no lo era.Era un tipo de ojos oscuros, tan oscuros como la misma noche, esos mismos ojos que me decian que este tranquila, que todo iba a pasar.
No podia evitar llorar, no entendia que pasaba, que hacía alli o porque me ayudaba, era claro que era un policia, pero yo no lo entendía en ese momento.Fue él quien me ayudo a salir de la mansión justo cuando todo estuvo controlado, fue él quien me entregó a mamá.
Ahora estaba yo allí, en una cama de hospital, esperando a alguien que quizá no iba a volver.
Mamá y Nick se quedaron toda la noche conmigo, no mencionaron a Paul, no sé que pasó con él, y tampoco lo queria saber.
Luego de aquel día era hora de volver a casa, de regresar a lo de antes, con o sin el mismo miedo. Lo busqué tampoco estuvo allí. Al salir pude ver. Maximiliano y Estephania, me dio gusto verlos y creo que a ellos tambien y junto a ellos estaba aquel chico de ojos oscuros, esos que en algún momento me dieron tranquilidad.
- Sé que no es buen momento para molestarte pero el oficial Diego Mendez necesita tu declaración - mencionó mamá mientras sabíamos al auto
Asentí
Sabía que llegando a casa tenía que narrar todo, quizás Jack estaría alli para escucharlo o tal vez ya lo sabría.
En el todo el camino estuve pensando en que decirle, o pedirle que me entienda, no era fácil y menos si lo tenía cerca. Al ver la casa sentí como si todo fuera un sueño, como si nunca hubiera pasado.
Lo buscaba y tampoco estaba, me preguntaba que estaría haciendo en esos momentos o con quien. El oficial Mendez me sacó de mis pensamientos y pude volver en si.
- ¿Cómo te sientes? - preguntó mientras ingresabamos en el despacho de mi padrastro, en el fondo agradecí que esta vez mamá dejara que yo haga las cosas sola por primera vez.
- Mucho mejor, gracias - fue lo único que pude decir
- Sé que no es fácil para ti, tu madre me puso al tanto de todo, no hace falta que me expliques, pero tendrás que hacerlo el día de la audiencia, tu declaración es muy importante.
Me quedé en silencio, no sabia si queria volver a ver Paul después de todo, tenerlo en frente y narrar todo lo ocurrido.
- Todo va a estar bien Brunella, te lo prometo.
Estaba confundida, salí de aquel lugar. Quería que él estuviera allí, diciéndome que todo estaría bien, que el día de la audiencia estuviera alli, conmigo.
Moría de miedo, de impotencia, de no poder ser más fuerte y poder buscarlo , decirle cuanto lo necesitaba.
Mi habitación estaba tal y como lo habia dejado, como si nada hubiera pasado, pero aún asi todo era diferente, al menos yo lo sentia así.
Esa noche baje a cenar no porque me apetecía hacerlo, sino porque pensaba que el estaría alli.
Estaba totalmente equivocada.
Los dias eran parecidos a ese, la única vez que pude verlo actuó como si yo no estuviera alli. Intente de una y mil maneras averiguar porque me evitaba.
¿Tanto asco le daba ahora?Mil cosas se me pasaban por la cabeza, y el único que podia aclarar todos mis pensamientos era Jack.
Había veces en las que me armaba de valor y decia :"Tengo que hablar con él, sé que lo entenderá"
Pero luego me entraba el miedo de saber que me diría, el pensar que lo pueda tomar bien o que me rechazara y me alejara por algo del cual yo no tuve la culpa.
Una de las tantas noches en las que me sentia sola baje a la cocina, y lo encontré asi como la primera vez, nunca había tenido tantas ganas de abrazar a alguien y salir corriendo al mismo tiempo, no sabia como reclamarle el hecho de que no me haya visitado, pero tampoco tenía cara para contarle todo.
Pensé que iba a salir con una de sus tonterías, pero no lo hizo.
Lo mire tratando de que quizá mencionara alguna palabra, buscaba sus ojos e intentaba encontrar alguna pizca de emoción la cual brotaba cada vez que nos veiamos. Jack habia tomado una decisión muy rara para conmigo, si tan solo me dijera el porqué, lo entendería.
Para mi pasaron minutos en el que trate de buscar su atencion, pero para él solo fueron instantes en los que me vio con repudio y salió inmediatamente del lugar, eso me dolió mucho más que el desprecio, mucho más que cualquier palabra ofensiva.
No era el Jack del que estaba enamorada, el rebelde enojado con el mundo, no era mi irreverente loco de ojos oscuros.
No era mi Jack.
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Vivir sin ti
Teen Fiction¡¡Segunda parte de la trilogia Vivir Contigo!! Jack sigue en busca de Brunella, pero lo que encontrará será demasiado chocante para ambos. Nicolás no puede perdonar a Estephania y ella no puede dejar que él la siga atormentando cada vez más. Las cos...