trouble

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A una edad de veintiséis años, Min Yoongi era el dueño de un famoso club en Seúl, a donde atendían cientos de personas a la semana, desde gente que solo quiere pasar el rato, hasta famosos y personas organizando fiestas enormes. El servicio era increíble y eficaz. Simplemente un club de alta calidad. Luces de colores recorrían el elegante lugar, siendo adornado por muebles de terciopelo negro, pinturas y la barra de bebidas, junto a los baristas que atendían a esa hora.

Siendo las once de la noche, el lugar no estaba muy lleno, y pensó que era buena idea salir de su oficina y beber un poco antes de que la gente empezara a llegar. Estaba aburrido, sin ganas de hacer su trabajo como el dueño de aquel club y quería joder a sus empleados a un rato. Se quitó el saco dejando su camiseta negra expuesta, para dirigirse a la barra entre las pocas personas que había. Tomó asiento y se inclinó para llamar al chico castaño que usaba su celular esperando que  alguien le hablara para hacer su trabajo con cara seria.

— Dame una botella de soju. — Pidió Yoongi.

— Enseguida.— Contestó el barista suspirando. Taehyung pensaba que la persona frente a él, era muy arrogante. ¿Es que acaso el tipo no podía decir "Por favor"? Él iba a trabajar para que le pagaran un sueldo medio decente y todavía tenía que lidiar con clientes que lo trataban de la chingada. Para eso mejor se hubiera quedado de empacador en Soriana. Al menos ahí le dejaban comerse uno que otro bolillo de la panadería porque la señora que horneaba pensaba que era muy adorable. Fue hacia el refrigerador y buscó de entre tantos licores, el soju; para después tomar un pequeño vaso de cristal de la vajilla. Los puso sobre la mesa y volvió a seguir hablando con su mejor amiga acerca de cuanto le medía a cada país, sacando gráficas, mapas y rankings. Eran bien random, viste.

Mientras tanto, Yoongi solo asintió y se puso a pensar si el tomate era fruta o vegetal y si se comía crudo o cocido, o tal vez de ambas formas, todo eso bebiendo soju como si fuera agua y sin darse cuenta, en un rato se había acabado la primera botella. Aún se sentía sobrio. — Otra.

Ahora Taehyung puso una sonrisa falsa y prosiguió a buscar la otra botella. La secó con el trapo que colgaba de su brazo y la entregó.

Taehyung se preguntaba: ¿Cuánto alcohol podía aguantar el chico? Y también esperaba que al día siguiente despertara con un dolor de cabeza insoportable por haber interrumpido el chisme que le estaba contando Joohyun. Ya se había confundido, no sabía si Yerim le había sido infiel a Sooyoung con Chaeyoung o si era al revés. Bufó, tecleando un mensaje diciéndole a su amiga que si le contaba el chisme, que lo hiciera bien y con detalles.

Yoongi quería saber qué era lo que tenía tan entretenido a su empleado que tecleaba como loco y de paso hacerle plática. Estaba aburrido, ¿Qué esperaban? Era de esas personas que le gustaba joder a otros para divertirse.

— 'Tons qué papi?

Taehyung río. No lo iba a hacer, quería ver si Yerim había perdonado a Sooyoung.

— Culo si no. — Fue ahí cuando tecleó un rápido "Me tengo que ir" y volteó hacia el pelinegro dándole una sonrisa recargándose sobre la barra. Yoongi río golpeando la mesa. Y es que ya estaba bastante ebrio.

— Hey! Es madera canadiense, no maltrates la barra! 

El dueño solo seguían riendo, hasta que se durmió. Ahora Taehyung tenía que ver qué haría con el chico en la barra. Suspiró por milésima vez y comenzó a juntar sus cosas. El chisme tendría que esperar. El barista puso uno de los brazos de Yoongi alrededor de sus hombros, para moverlo a la parte de atrás en lo que pensaba en algo. 

Bien, no lo conocía y no le había contado nada que pudiera ayudarle. Tal vez podría revisar su teléfono y ver si llamaba alguien para que vinieran por él.

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⏰ Última actualización: Sep 23, 2020 ⏰

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𝙩𝙧𝙤𝙪𝙗𝙡𝙚;; 𝘺𝘰𝘰𝘯𝘵𝘢𝘦𝘨𝘪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora