Día uno, una noche fría.

8 1 0
                                    

Me puse mis jeans favoritos y un sweater, prepare el desayuno, unos ricos huevos revueltos con cebolla y tomate junto a unas arepa, me despedí de mi novio que estaba saliendo a su trabajo, luego deje todo listo para pasar buscando a Tony, realmente estaba entusiasmada y algo preocupada no sabía porque, ya son las siete de la mañana y fui saliendo a buscar al hermoso de Tony. Al llegar toco la puerta y sale Juan a recibirme, le dije que venía a buscar a Tony.

- Lo lamento, Cesar lo dejo en la calle, durmió a fuera, no sé donde está.

En ese momento mi mundo se vino abajo de todo el coraje que sentía, como puede haber personas tan basuras y mierdas en esta vida, anoche hacia demasiado frio y solo pensar en eso me partía el alma y en eso volteo y ahí venia Tony caminando a paso rápido hacia la puerta, él quería entrar y no lo dejaban entrar, en eso tome mi decisión.

- Juan me llevare a Tony, pero no lo voy a devolver ¿estás de acuerdo?.

- Si claro.

- Tendrás una correa que me prestes y luego te la devuelvo?

El se metió a su casa a buscar la correa, mientras yo miraba a Tony realmente cansado y exhausto Juan salió a darme la correa, intercambiamos números y me fui.

- Bueno Tony tenemos que hacer algo, no tengo dinero ni donde pueda tenerte, pero te prometo que me hare responsable de ti a partir de ahora.

Mientras le hablaba el me miraba con aquellos ojos marrones profundos muy atentos, se veía triste y muy decaído yo no lo pensé dos veces para ir a donde mi amiga María para que lo viera y de verdad que cuando llegamos él se acostó en el piso agotado, su respiración era muy lenta, la doctora inmediatamente lo examino mientras yo le conté el resto de la historia.

- María el chamo lo dejo en la calle – le dije con la voz quebrada.

- Ana cálmate, hay personas que son muy egoístas e insensibles – me dijo mientras lo atendía- este perro tiene fiebre debido a que paso toda la noche en la calle angustiado y tiene alrededor de 6 años, tiene esa herida muy encañonada.

Al escuchar esas palabras me puse a llorar porque no tenía dinero pero aun así no lo pretendía dejar a su suerte no sé cómo iba hacer pero no puedo dejarlo.

- María no tengo dinero, tú lo sabes.

- Yo lo sé, no te preocupes, le daré unos antibióticos y le limpiare la herida, eso se lo regalare yo.

Sabía que tenía que comer algo pero estaba tan decaído que ni se paraba espere que se recuperara hasta que por fin los antibióticos le hicieron efecto le dimos perrarina pero no le gustaba así que probamos con todas las marcas que mi amiga tenía hasta que por fin eligió una, es algo quisquilloso para la comida, ya que donde estaba le daban comida cacera y se me hacía difícil que comiera, nos quedamos ahí hasta que mi amiga me dijo que no podía quedarme más tiempo porque la iban a regañar, yo ya a esa hora tenía hambre ya eran las doce del mediodía y Tony ya había descansado, como pude lo entre a mi casa escondido porque no podía tener ni traer animales donde estaba por lógicas razones y porque la arrendadora no le gustaban los animales, pase por el pasillo de la casa y entre a la cocina que estaba afuera es decir yo vivía en una habitación con mi novio y mi suegro, era súper chiquita y aparte estaba la cocina y el baño, yo escondí a Tony en la cocina mientras cocinaba algo porque realmente tenia muchísima hambre, en eso pasa la arrendadora y se da cuenta, se puso muy molesta.

- Que hace este perro aquí? – Dice la Sra. en tono de molesta y reacia a escuchar – me lo sacas ya de aquí, esto no lo voy a permitir.

- Sra. Valeria vine a comer no se va a quedar aquí – le dije en tono calmado para que no se molestara mas – ya voy a salir en lo que termine de comer.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Mar 27, 2020 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Tony no te desamparare por nada del mundo.Where stories live. Discover now