Deseos Egoistas

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—¿Que pasa pequeña?
—Nada...—Respondió la peliazul de mala manera. A pesar de que tataba de dar a entender que algo la había molestado, el rubor en sus mejillas no ayudaba mucho. Ambas se encontraban en el sofá de la sala, la más pequeña se encontraba sentada sobre las piernas de la pelirosa y esta abrazaba  a su linda novia por los hombros.

—¿Estas molesta porque no te hice nada?
—¡C-Claro que no, tonta! ¡No digas tonterías!

El rubor en las mejillas de la peliazul se intencifico aún más, provocando que Luka no pudiese tomarse en serio la situación y muriera internamente de ternura al verla. Abrazo más fuerte a la chica que se encontraba entre sus brazos y piernas y pego su mejilla contra la de ella. Incluso ella misma se sorprendía de su comportamiento tan cariñoso cuando estaba con ella; cuando salía con Kaito ella jamás se mostró de esa manera, y en aquel entonces hubiese jurado que jamás se comportaria así. Sólo había una respuesta a ello: Estaba perdidamente enamorada de aquella dulce niña. Aquella que hacía sus días más felices y que, sin saber cómo, hacía que se despreocupara por completo de lo que cualquiera pudiese decir al verlas juntas, demostrándose tanto afecto. Siempre se había considerado así misma una mujer "correcta". Una mujer que veía por el camino seguro y tomaba las mejores decisiones, aquellas que no tenían un solo riesgo. Estar con Miku, ha sido la decisión más arriesgada que ha tomado, el camino menos seguro que pudo haber elegido; lo sabe muy bien. Pero por alguna razón, no le importaba. No le importaba si sus padres se daban cuenta, si le daban la espalda; el mundo entero podía apartarla y a ella no le importaría. Amaba con locura a esa chica de ojos azules. Hecho un vistazo al rostro de su amada; seguía tratando de mantener su expresión de molestia, lo cual obviamente lo hizo mucha gracia. Pero claro, tendría que fingir que no.

—¿Entonces? ¿He hecho algo que te ha molestado?
—Es solo que... A veces quisiera que nos vieran como una pareja normal
—¿A que te refieres? ¿Es que acaso mi cabello rosado da pinta de que soy un alien?
—¡N-no es eso! Tu cabello es normal... Y hermoso.— Con suma delicadeza, Miku tomo uno de los mechones de la larga cabellera de Luka y comenzó a juguetear con el entre sus dedos.— A lo que me refiero es que me gustaría que la gente no se sorprendiera tanto al vernos. Siempre que vamos a alguna parte juntas alguien mantiene una rara expresión hacia nosotras y eso me hace sentir incomoda. Además, nuestra relación aún es un secreto para tu familia y no es como que podamos ir a muchos lugares juntas. Aunque claro, no quiero decir que no me agrade que estés aquí; adoro que estés conmigo en casa y podamos compartir momentos más íntimos, y se que a Mikuo no le molesta.

—No pongas palabras en mi boca.—Contestó su hermano desde l cocina.

—Pero... Por alguna razón, siento la necesidad de hacerle saber al mundo que somos pareja. No quiero sentirme avergonzada por que estemos juntas; te amo y quiero poder expresarlo en cualquier parte sin temor a que los demás dirigían su mirada de asco hacia nosotras. Quiero abrazarte mientras vemos una película en el cine, tomar tu mano mientras tomamos un café en el parque, dejarte dormir en mi hombro mientras viajamos en metro... —De la nada, hubo un silencio por parte de la peliazul. —Lo siento, creo que hable de más. Estoy siendo egoísta, ¿No crees? —Dijo mostrándole una cálida sonrisa a la chica que la abrazaba.

Luka la abrazo con fuerza mientras ocultaba su sonrojado rostro debajo de aquellos azules cabellos.

-Te amo, Miku.— Murmuró por debajo de manera audible para la receptora. A lo cual ella también correspondió.
—Yo también te amo.



—No me hables.
—Rin, te he pedido disculpas cien veces.
—Pues que sean mil.
—¡Ay por favor hermana! ¡No te dejes controlar por los celos!
—¡Te he dicho que no son celos!
—Si tu lo dices.

Len soltó un suspiro de derrota y dejó a su hermana en paz, dirigiéndose a la cocina a ayudar a su madre. ¿Como quiere que no esté molesta? ¡Si se la pasa todo el día hablando con aquella chica! En clase, en casa, en el centro comercial; no importa donde esté, nunca despega sus manos del celular. Era verdad que ella no tenía el derecho de reclamarle nada a su hermano, ya que eran sólo eso. Hermanos. Si, hacían más cosas de lo que los hermanos normales solían hacer, pero aún así no eran nada. Y ella comenzaba a cuestionarse eso; Len ya le había confesado que la amaba, y ella correspondió a esos sentimientos ¡En frente de todos sus amigos! Pero ahora pareciera que eso jamás pasó. Realmente se preguntaba si su hermano la amaba realmente como le había dicho, o solo fueron las circunstancias que lo llevaron a decir tales palabras de amor.
Aunque no podía odiar a Len por actuar así, después de todo dos hermanos no pueden ser pareja. No deben. Nadie jamás aceptaría eso; el tenía el derecho de salir con quien a él le place y ella no tendría porque decir algo al respecto. Después de todo, eso no era parte del rol de hermana.

—Rin, tesoro. La comida ya está lista, ven aquí.
—Voy mamá.

Sus pensamientos eran demasiado egoístas como para poder decírselo a alguien. Incluso se odiaba a ella misma por tenerlos. Pero ¿que podía hacer? Quería más.

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Ya sé, ya sé. Dije que no continuaría pero me dio mucha nostalgia leer toda la historia. ¿Me extrañaron? Realmente jamás pensé que volvería pero bueno, aquí estamos. Espero que disfruten del capitulo, que es algo corto pero es una carta de presentación al nuevo estilo narrativo que uso. Espero les agrade más que el anterior.

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⏰ Última actualización: Feb 05, 2019 ⏰

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