De los tres, yo debía ser la aguafiestas. Mis métodos rigurosos permitieron estudiara una muestra de doscientas de sus variantes; tres diezmilésimas del total incubado por esos incautos.
Daba la noticia en lo que limpiaba mis gafas ̶ tenemos un problema.
̶ Luego de una vida, ¿te dignas a opinar?
Intentando contener a su cómplice ̶ tranquilo, déjala hablar.
Evitaba mirar esos lindos ojos, llenos de ilusión ̶ según las proyecciones, quince por ciento no tendrá las mejoras.
̶ Seguramente estás equivocada ̶ tomando entre sus fuertes manos el resumen de mis cálculos.
̶ ¿Qué hay del resto?, no podemos dejarlos morir.
Era imposible que fuera tan... ̶ eso no es compasión preciosa, ¿piensan arriesgarse a que miles mueran al nacer? Ahora son células amasadas, no bebés agonizando. Cancelen todo, hasta aquí llegó esta especie.
Recordándome que odiaba fuese tan franca ̶ no te atrevas a hablarle así.
̶ Alguien tiene que hacerlo. ¿Evitaran las tareas difíciles?, bien, lo haré yo ̶ decidida, salí de ese maldito laboratorio.
Me detuve a dar un respiro. Detesto cuando las cosas no les resultan ̶ ¡quisiera poder hacer más carajo!
Sin percatarme, él estaba junto a mí. Condujo, besándome, el camino a mi oficina. Esa en donde nos refugiábamos cada que alguno necesitaba desahogo.
Debía dejárselo claro ̶ Seguir no es opción.
̶ Rendirnos tampoco. Siempre resuelves esos huecos que deja. Eres quien replica sus hallazgos, cuando esa demente no sabe ni cómo llegó ahí.
̶ Me parece un buen momento para detenernos. Sabemos que "mis logros" tampoco son infalibles.
Estrujándome guardaba silencio, igual que yo, no deseaba discutir más.
Tuve un sueño revelador, recordando mi propuesta para remediar la próxima extinción del hombre. Sí, esta se fue al caño encontrando que ahora todos eran estériles. Pero mis queridos obstinados tenían suficientes embriones, además los métodos para que las mujeres no sufrieran un aborto. Debía encontrar esos archivos antes, no quería ilusionarla en vano.
Riéndome como desquiciada, besaba las carpetas ̶ ¡sabía que aún los tenía!
̶ ¿Qué es eso?
Maldición, ¿qué hace ella aquí? ̶ papeles sin importancia, no te entretengo.
Acercaba su rostro ̶ en realidad vine a buscarte, hace mucho que no charlamos solas.
Acorralada contra un anaquel, los documentos se resbalaban de mis manos.
̶ Has sido muy cruel conmigo, ¿no te parece?
̶ Prefiero destruir tus sueños ridículos, a verte devastada en un futuro.
̶ ¿Segura?
Tomaba mi mentón, bajando muy despacio sus dedos, hasta que...
̶ ¡Aguarda no!
̶ ¡Por el supremo ingeniero!, tu trabajo... ¡Justo es lo que necesitamos! ̶ exclamó besándome.
Intente obligarlos a hacer pruebas, ninguno me escuchó.
A quienes gestaban "defectuosos" se les aplicó tratamiento.
Dimos seguimiento a los infantes "t-15" (así los nombré). Llegando su adolescencia, mis peores temores se manifestaron. Los capturados nos permitieron entender, sus mejoras estaban dormidas. Para cuando despertaron, mi estúpida cura los hizo mutar horriblemente.
No fue por su apariencia, o todas sus habilidades.
Ninguno tenía conciencia, pareciera que su única motivación era destruir la raza humana.

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Ciencia retando a Ficción.
Science FictionEs cierto que Ficción repetidas veces ha inspirado a Ciencia. Aunque esta no lo diga siempre la necesitará. Que sería de un universo donde el deseo por alcanzar cada uno de sus rincones (e incluso salir de él), hubiese muerto. Así, esa obstinada por...