Al filo de la creación.

48 7 8
                                    


 Sigo preguntándome ¿cómo nos metimos en esto?, claro, ella no estaba para reprendernos. Sólo estábamos aquel que es como mi hermano, y yo.
  Éramos dueños de todo en diez constelaciones a la redonda. Sin embargo nuestro mayor anhelo siempre fue el conocimiento.
  Ninguna raza era tan inteligente como los "abanzati", tenían este trasto del cual otras especies en el universo crearon una leyenda. Con los humanos, el cuento de la espada salida de una roca que te convertía en rey.
  El verdadero objeto se asemejaba a una katana, estaba protegido por más que una simple piedra. No te convertía en un noble, sino en un creador, capaz de manipular hasta el último gramo de existencia.
  Apoderarnos de ella resultó un juego de niños. Lastimosamente, pronto caímos en que eso éramos, unos niños. No teníamos idea del daño que provocábamos.
  Queriendo reivindicarnos intentamos destruirla, fue imposible. ¿Mi amada genio qué haría?, cierto, analizar los mitos. No esperaba ese tipo de solución. Él me obligó a contemplar lo obstinada que era, los mundos literalmente se desmoronaban. Además por el orden en que usamos el objeto maldito, él debería pagar.
  Sus últimas palabras fueron; "si la encuentras, dile que la amo". En cuanto blandí la afilada hoja contra él, se esfumó, ni un rastro de sangre podía verse.
  Parecía que había resultado, pero no para mí. Con ambas manos, a pesar de mi mal pulso, la coloqué contra mi cuello. Tal vez así podría encontrarlo, por lo que en un rápido movimiento...

Ciencia retando a Ficción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora