Me daba cuenta de cada precisa facción de ella. Las raras muecas que hace al hablar, esos dientes chuecos pero no de una manera grotesca, sino de una manera tan linda al punto que llega ser atractivo.
Sus ojos grandes, tanto que te piensas que puedes ver una galaxia.Sus labios de un peculiar color, no sabía si eran rosados, algo morenos o rojisos, no lo sé, pero me parecen tan malditamente hermosos.
Escucharla hablar y hablar es una bendición, pienso que todo aquél que pueda escuchar su voz es tan afortunado.Seguía concentrada en sus facciones, me traía tan fuera de lugar que no caía en cuenta de que me hablaba.
-Y bueno... ¿Qué te parece la idea?.
Parpadeo repetidas veces para darme cuenta de la situación.
–¿Hum?.
-oh vamos Mayté, estuve hablando casi media hora, tratando de que la profesora de comunicación no me escuchara, todo solo para que no me prestes atención, ¿Qué te está ocurriendo?, ¿Es que ya no me quieres?, Solo dilo y hasta acá llegó nuestra amistad.
No les dije que es un poco...¿dramática?.
–Si te escuché.
-¿Enserio? Entonces estoy segura de que podrías decirme lo último que dije.
–Pues... Dijiste que...esto...
Escucho como chasquea la lengua en señal de disgusto.
-Te decía que podríamos juntarnos en casa de Félix para hacer una pijamada, ver películas, jugar un poco. No entiendo por que andas tan distraída últimamente. -
La verdad que no lo sé, bueno talves sí pero solo no quiero admitirlo.
–Por mi está bien, solo tengo que pedir permiso a mi tía y todo arreglado. –
Giro mi cabeza hacia la pizarra para poder escribir mis apuntes, lo hacía mientras trataba de ignorar la mirada de Mackenzy, pues tenía razón, estaba siendo muy distraída.
—¿Me puedes prestar un lápiz? —
Levanté mi mirada hacia la dueña de esa voz.
Era Keyla, una de nuestras amigas.
Asiento con una sonrisa para luego girar mi cuerpo hacia mi mochila y de esta sacar mi lapicera, mientras buscaba dicho objeto escuchaba a Mckenzy hablarle sobre la pijamada en la casa de Félix, al tomar el lapizo busco con la mirada a Félix, encontrandolo durmiendo en su mesa, reí leve girando los ojos, eso es algo típico de él, volví a mirar dirección a el, específicamente dos mesas detrás a diagonal de él, estaba Anhíbal, apoyado en su mano derecha, observando fijamente a Félix, algo que me llamó la atención fue la forma en la que lo veía, el desvío su mirada hacia mi, abrió los ojos y volvió a desviar su mirada de mi hacia la pared, pude notar como trató de ocultar su rostro en su mano apoyada, el estaba... ¿Sonrojado?.
—¡Genial!, yo llevaré dinero y allá vemos que compramos. —
La voz de Keyla me sacó de mis pensamientos, giré mi mirada hacia ella asintiendo, le di el lápiz que por poco olvidaba que yacía en mi mano.
- Bien, Mayté, anota el como vamos a dormir, Félix dormirá con Keyla, Anhíbal dormirá solo en el colchón de solo una persona y tú y yo dormiremos juntas. -
Asentí tomando mi libreta que estaba ya en mi mesa para acto seguido empezar a anotar, Keyla y Félix, Anhíbal solo y Mckenzy y yo juntas, no había caído en cuenta hasta que volví a leer nuestros nombres.
–¿Q-Qué? –
Keyla y Mckenzy me miraron al mismo tiempo.
-¿Qué de que?-
Respondió Mackenzy extrañada mientras Keyla me miraba de la misma forma.
–¿Dormiremos juntas tú y yo? –
-Pues eso dije, ¿no?.-
Asentí de manera algo nerviosa, puesto que si esto hubiera sido hace cuatro meses cuando no sentía nada por ella no me encontraría en esta situación, nerviosa con el corazón a mil.
–No es mejor si yo duermo con Fél- –
No pude terminar al escuchar el grito de la maestra diciéndonos que dejemos de hablar y prestemos atención, Keyla se fue corriendo a su sitio mientras que escuchaba a Mackenzy decir "Así dormiremos y ya" danfo por finalizada nuestra conversación.
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This Is...¿Love?
Teen FictionY me enamoré. De su extraordinaria forma de ser y de ver las cosas, de su belleza, que, aunque no fuera la más linda de todas tenía algo que simplemente no me dejaba poder apartar la vista de ella. Yo era consciente de lo que deseaba, así como tambi...