4. Menta Y Café

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- Uno de vainilla con chispas de chocolate y... - observó a Erick para que le pida algo a la chica tras el mostrador con un delantal rosa que no ha dejado de mirarme muy sonriente desde que llegamos.

-Eh si, uno de café y menta por favor - dice con voz baja, mientras mira de reojo a la chica que no se molesta en escribir su pedido.

- Vaya gustos amigo.

Una mesa para dos personas estaba vacía a lado de ventana así que no dude en dirijirme ahí, no pensaba quedarme a hablar con Erick pero parecía un chico interesante con mucho que decir.

Además no es como si quisiera volver a mi casa en este momento, no estoy como para hablar con mi madre.

Aún está en mi cabeza su rostro anonadado al escuchar decirle que saldría con Erick, me largue de mi casa antes de que pudiera decir algo.

- Creo que no fue buena idea pedir café y menta -

- ¿Qué? - este chico es más distraído que yo.

-En realidad no me gustan, solo fue lo primero que vi en la vitrina - señala el mostrador con la gran cantidad de helados que hay y que está por haber.

-Erick, no puedes escoger lo primero que veas - giro los ojos y le sonrió, no quiero que piense que me estoy burlando.

- Pensé que sería buena idea, para probar. Pero vi la reacción de la chica y creo que fue mala idea -

Yo también observe la reacción de ella, aunque la verdad la mía no estaba muy alejada a la de ella. Pensé que tal vez los cubanos tenían unos gustos extraños.

- Una vez salí con una chica, la vi una vez y rápidamente le pedí para salir - trato de calmarlo. Tal vez contar alguna de mis historias funcione.

-Ajá, te escucho.

- La verdad es que la historia no es muy larga, solo no funcionó -

Erick me observó con cara de decepción, estoy seguro que esperaba una larga e interesante historia. Lo lamento mi vida es aburrida, no es un cuento para que sucedan cosas interesantes.

- Vaya,¿ entonces con mi helado no va a funcionar? - baja la mirada y hace un puchero.

Debería decirle que ya tiene 17 y no está en edad para hacer esas cosas pero es que aun parece un niño.

-Tu historia con tu helado se que va a ser mejor que la mía con esa chica, te lo aseguro - puse mi mano sobre su hombro para darle seguridad.

Es obvio que iba a salir mejor que con una chica, un helado se come y punto, las chicas son complicadas.

- Tu historia con tu helado sería algo así como cliché - menciona tras un segundo - Chispas de chocolate es un tanto común.

Erick tenía razón, aparte de un viejo solitario seré un aburrido comelon de helado de chispas de chocolate.

- Creo que me acostumbre a lo común - suspiro.

Dos copas de un tamaña mas que excelente se colocan en nuestra mesa, cada una con una cereza encima y una cucharilla.

-Salud - Erick con su cucharilla de metal choca con la mía.

Una leve sonrisa me sacó al observar su helado y el mio.

Uno tan común y aburrido y el otro tan extravagante y Dios, parece un bosque verde y marrón.

- Sabes... - tras meterse una cucharilla del helado verde, volvió a hablar. - Richard conoció a una chica y me dijo que esta mas que seguro que es su alma gemela.

Otra vez ese tema.

-¿Como lo sabe? - hablo con la lengua congelada, que aunque mi helado zmsea y aburrido está más que delicioso.

-Pues aparte de que lo siente, dice que se lo dijo una señora - balbucea sin dejar de meter una y otra cuchara de helado a su boca.

-Yo le puedo decir que haría bonita pareja con mi pie y él se la cree -

-jajaja, es enserio. Dice que la señora vio la inicial de la chica tras leerle las manos - suspira, no estoy seguro si es por lo que va a contar o porque se trago el helado en menos de 5 minutos.

-¿ Estas seguro? - aún se me hace algo cuestionable.

-Sip, la chica se llama Paty -

-Mi pie también empieza con P, cualquier día puede hacerles una cita - le giño el ojo y el sonríe con sus labios casi sin color, creo yo por que deben estar muy fríos.

- Aunque hay muchas chicas con la letra P, osea tu mamá podría ser -

Rápidamente lo fulmino con la mirada, este chiquillo si que se ha pasado.

- Te mataría en este momento, pero iré a pedir unas servilletas -

No encuentro al mesero así que supongo que se las pediré a la chica del mostrador.

-Disculpa, me darias un par de servilletas para mi amigo y para mí - le dedico una media sonrisa, no quiero parecer uno de esos clientes molestos que piden una y otra cosa.

-Claro - me entrega unas cuantas y de paso un pequeño papelito. - Me llamo Emilia.

-Un gusto - recibo ambas cosas y sonrió con amabilidad. - Este papel es un billete de lotería o un pasaje a otro país.

- Jajaja, no. Es mi número, podríamos salir algún día - vaya, le agradezco y me alejo hacia donde está Erick, no me habría molestado que sea un billete de lotería pero bueno.

- Mi mamá ya está en casa y pues yo también debería - susurra Erick, guardando su celular en su bolsillo. - Estuve hablando con Richard, te parece si te comento lo de esa señora mañana en la escuela.

-Claro, me gustaría hablar de brujas-

- Es una adivina - roda los ojos y se levanta de la mesa rápidamente.

-Okey, okey, la adivina bruja.

Son decir mucho o alargar la despida, Erick se va, sin antes mostrar otra sonrisa, esta vez sus labios se ven más cálidos, parece que ya no están tan fríos.

Llamada entrante

-aló ¿si?

-Joey, Ven rápido.

-Ahora qué paso mamá.

-Es Gabriel.

Llamada finalizada

Carajo, deberia decirle a mi madre que las llamadas también son para hablar, no puede esperar que yo vaya corriendo a mi casa con solo decir el nombre de mis hermanos.

Y otra vez, estoy corriendo de camino a casa.

Siempre fuiste tú - Joerick 🖤Where stories live. Discover now