Un poco tarde

Flores

La pelea contra el dragón había terminado hace varias semanas, Kaneki Ken había regresado a salvo junto a su esposa y amigos mientras la reparación de la ciudad aún se estaba llevando a cabo.

A pesar de que todavía haya varios dragones huérfanos amenazando la tranquilidad que se había formado, todo se encontraba en paz.

Estaba en la habitación del pequeño departamento que había alquilado, tiempo después de que fuera rescatada de la isla, empacando todos sus objetos y prendas.

En ello, toma entre sus manos la foto de su antiguo equipo, fijando sus ojos en el joven de cabello bicolor.
Lanzó un largo suspiro de tristeza mientras guardaba aquel cuadro en la maleta.

A pesar de haber aceptado que nunca podría conseguir el amor de su mentor, el dolor interno que sentía no desaparecía.
Aquél hombre siempre la había apoyado y protegido a su manera, aunque no podía compararse a la forma en la que lo hacía con su esposa.

Una pequeña lágrima cayó en su mejilla mientras cerraba su equipaje con desgano.

Así se sentía no poder ser correspondida.

Cuando se acercó a su pequeño escritorio para poder apagar la luz y así dirigirse hacia el, hace poco reconstruido Chateu, logró llamar su atención el ramo de flores un poco marchitas que yacía sobre aquella mesa en un florero.

Las miró con cierto desagrado recordando quien fue la persona que se las había regalado, Furuta Nimura.
Las tomó entre sus manos y sin pensarlo las arrojó a la cesta de basura que tenía a un lado de ella, sorprendiendose un poco al ver una pequeña tarjeta caer de ese ramo.

Levantó aquel papel leyendo el contenido.

"Espero que te recuperes pronto y puedas regresar a casa para que así podamos estar todos juntos otra vez.
Recuerda que Yonebayashi siempre estará para lo que necesites. Y yo también.

No tienes idea de cuanto me alegro que estés a salvo, Mutsuki".

Urie Kuki

Su mirada había cambiado a una totalmente confundida sacando de la cesta nuevamente las flores.

Si aquel regalo era de parte de Urie ¿Por qué Furuta se lo entregó haciendola creer que fué él quién se los estaba regalando?

El sonido de la puerta la sacó de sus pensamientos haciendo que voltee a ver a la persona que estaba ingresando.

-Mutsuki, te estamos esperando-añadio el peli morado, quien de inmediato se sorprendió al ver lo que aquella chica sostenía-¿De dónde las sacaste?

-¿Fuiste tú el que había comprado este ramo para mí?-pregunto acariciando algunas flores sin voltear a ver al chico, mientras este la miraba confundido.

-Si...-admitío bajando un poco la cabeza.

-¿Por qué no me las entregaste?-su voz sonaba tranquila.

Este levanto la mirada para fijarla en el rostro de su compañera.

-Ese día, te escuche decir...que hubieras querido que Sasaki te haya rescatado, en lugar de mí... -esta lo mira confusa-Eso me molesto bastante y tiré el ramo a la basura-confesó con seriedad recordando cada palabra de la morena.

-¿Por qué no vino a rescatarme?-agregó con la mirada perdida-Sensei...¿Por qué?

El peli morado tras oír eso, solo se dió la vuelta y se alejó de aquélla habitación sin antes arrojar a la basura el ramo que había comprado para ella.