El grupo de hermanos se encontraban caminando por las rutas de su provincia, mientras buscaban autos para manejar. Encontraban uno que otro, pero se les acababa la gasolina luego de un rato, así que eso les ayudaba un poco. Luego de unas 4 horas, llegaron a Córdoba. Intentaron rodearla, pero vieron bastantes problemas, así que decidieron seguir adelante sigilosamente, teniendo en cuenta de que si hacían mucho ruido seria un suicidio. En un momento, se subieron a un tejado, ya que habían demasiados turros en la tierra. Al hacerlo, comenzaron a saltar por allí. Luego de un rato, ya pudieron bajar. Encontraron bastantes provisiones y decidieron dormir, ya que era de noche, y era un lugar seguro. Al día siguiente, continuaron su andanza luego de ver que ya no habían turros. Seguro se preguntan cual es su meta. Bueno, es el aeropuerto, ya que intentaban buscar signos de civilización en alguna parte, pero no tenían ninguna referencia sobre aquello, mas que una radio que siempre portaban y siempre estaba en estática cuando la prendían. Estaban en la provincia de Buenos Aires cuando pararon en una granja la cual estaba vacía y segura. Repararon en que podrían dormir allí ya que se acercaba la noche y estaban cansados. Al dormirse, el menor comenzó a soñar que llegaban al aeropuerto. Se subían al avión, pero una vez allí dentro, muchos turros salían de todas partes, sin dejarlos salir y, a su vez, matándolos. El menor se despertó repentinamente por aquello. Se dio cuenta de que ya había amanecido, y su hermano estaba organizando algunas cosas.
Lincaxus: ¿Hey, te pasa algo?
Akemi: No, no es nada...
El menor suspiro y se levanto. Luego de unos minutos, ya estaban partiendo hacia Buenos Aires. Akemi decidió contarle a su hermano lo que vio en el sueño.
Akemi: Che eh... Tuve un sueño, y no fue bonito. Estábamos en un avión, subiendo. Aparecían turros por todas partes y... bueno, luego no se.
Lincaxus: ¿Estas diciendo que deberíamos agarrar otra cosa que no sea un avión grande?
Akemi: Podríamos agarrar alguno pequeño. Soy piloto de ellos, así que no habrá problema...
El menor, con 20 años de edad, ya era piloto y también herrero. El mayor, teniendo 22, no tenia un trabajo estable. Luego de esa pequeña charla, pasaron 2 horas para que el auto dejara de andar. Seria una larga jornada, realmente. Abandonaron el auto sin antes verificar si tenia algo, y prosiguieron. Luego de un rato de caminar, ver varios autos, matar turros y demás, encontraron otro auto, así que se subieron y siguieron su camino. Luego de unas horas, llegaron a un pueblo. Se bajaron del auto, al cual le quedaba poca gasolina, y comenzaron a explorar aquel sitio. Un paso en falso hizo que los turros de aquella zona se alertaran, por lo que comenzaron a correr rápidamente mientras disparaban sin ver. A propósito, llevaban metralletas pequeñas y cosas así que pudieron encontrar. Continuando, se encerraron en una casa rápidamente, la cual sellaron con lo que había para luego ir al techo. Aquello les daría una buena ventaja. Una vez arriba, comenzaron a tirarle piedras y cosas así a los turros, matándolos o dejándolos heridos. Luego, comenzaron a saltar los techos, intentando alejarse de ellos, lo que termino en que ya no habían mas techos para donde ellos iban, obligándolos a disparar a los pocos turros que quedaban. Si, eran pocos, pero debían cuidar las balas, ya que escaseaban. Una vez ya muerto todos los turros, bajaron con cuidado y saquearon los cadáveres y una que otra casa, ademas de buscar alguna armería. No hubo mucho, pero eran cosas que podían servir en aquello. Descansaron para el día siguiente. Akemi tuvo un sueño bastante particular. Estaba al lado de el mismo, pero en el sueño. Salio de la casa y se encontró con un mago encapuchado de prendas oscuras, lo que le asusto bastante al menor. El desconocido le hablo con una voz bastante amable.
??: Hey, no tengas miedo. Vengo aquí a... pedirte un favor.
El mago saco de un bolsillo una pequeña esfera, a cual le entrego al contrario.
??: no puedo tener esto. Volveré y te ayudare cuando la necesite. Por cierto... te parecerá irónico, pero me llamo Dark Mage. Dime como quieras.
Akemi: okey... supongo que cuidare esta esfera por ti, Dark...
El menor guardo la esfera bastante confundido. Luego de esto, no recordó mas que soñar algo normal. Al despertarse, noto que la tenia la esfera en su bolsillo, y que daba un pequeño brillo. Se dio cuenta de que se había despertado antes que su hermano, así que miro la esfera bastante confundido. Noto que tenia varios grabados extraños. No sabia lo que significaban, pero la guardo y comenzó a preparar todo para partir de nuevo. Luego de unos minutos, su hermano se desperto, por lo que terminaron de preparar todo y partieron rumbo a Buenos Aires. Mientras tanto, Dark se encontraba hablando con otra persona.
Dark: si, ya le di la esfera. Es solo cuestión de tiempo de que se de cuenta de que hace...
??: Excelente. Si seguimos así, podrás liberarme en poco tiempo...
Dark: si, como sea.
El mago se retiro de la habitación, teletransportandose a un descampado, donde comenzó a hacer cosas. Mientras tanto, los chicos, se dirigían a Buenos Aires, sin saber que habría allí.
Je. Esta historia de nuevo. Piensan que soy el autor, ¿cierto? Pues no. Ya me conocerán, pero no sera tan fácil.
Palabras: 910
YOU ARE READING
The Turropocalipsis: Run for the Life
Science FictionTodo a cambiado. Un cientifico loco decidio desatar una incontrolable plaga la cual infestaria a todo aquel alcoholicos primero, denominandolos "turros". Los ya dichos, comienzan a infestar o matar a los que no estan infestados. Hay diferentes dific...