Cap. 1

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Se supone que no debería hacer este tipo de cosas, por qué se que no está bien pero al final aquí estoy para poder explicar que demonios está pasando, remontaré a hace un mes:

Salí con mis amigas como todos los días después de la escuela, estábamos en el parque platicando o yo que sé cuándo de repente pasaron dos chicas, una de ellas nos voltio a ver y me sonrió y la seguí con la mirada, ella se perdió entre las calles junto que su amiga y yo seguí jugando con las mías. Después de ahí no podía parar de pensar en ella, sabia que la conocía de algún lado... ¡Claro! Iba conmigo en cuarto, quinto y sexto de primaria ¿Cómo pude olvidarla? Su nombre es Chloe y el mío, por cierto es Emily. Bueno siguiendo con la historia, la seguí por varios días y descubrí que sigue viviendo en el mismo barrio que hace 5 años, si durante un mes entero la he estado siguiendo conozco su escuela, su casa, todas sus amistades e incluso el niño por el que moriría.

Entonces eso es lo que estoy haciendo hoy, estoy fuera de su casa esperando a que llegue de la escuela para saludarla por primera vez desde que la vi hace un tiempo. Fue Grace, mi mejor amiga quién me convenció de hablarle así que ella está esperando en la esquina de la calle, esperando verla de lejos y darme la señal para correr a la otra esquina y hacer como si estuviera pasando por ahí. Ella pasó, Dios se ve tan hermosa ¿Como no enamorarse? Uff bien, debo mantener la calma.
-¡Hola! - dijo ella con una sonrisa
-¡Chloe! Qué gusto - conteste
Me dio un beso en la mejilla y dijo:
- ¿Cómo has estado Emily?
- Muy bien ¿Y tú?
- Excelente - sonrió y en ese momento yo no podía contenerme, quería abrazarla y decirle todo lo que siento por ella.
-Que bien - dije - te vi hace unas semanas
- ¡Si! Lo recuerdo, estabas con tus amigas ¿No?
- Si -no pude evitar sonreír y apretar el mango de la bici. Ella volteó a ver mi mano e hizo una cara de preocupación.
-¿Entonces dónde vives? - dije para que volteara a verme de nuevo.
- Justo aquí - señaló a unas cuantas casas de dónde estábamos.
- Ah bueno, te acompaño
- Claro - ambas empezamos a caminar.
Al llegar dijo:
- Aquí
Volteé a ver la casa (que ya conocía) y dije:
- ¿La pintaron?
- Si, ya tiene tiempo
- Que bien - volteé de nuevo a verla y sonreí, ella me devolvió la sonrisa y dijo
- Bueno, tengo que entrar.
- Ah si, claro - dije yo - A ver cuándo vamos a dar una vuelta ¿No?
- Claro ¿Cuando puedes?
Me dolía la cabeza de aguantar la emoción.
- Ahm ¿Qué tal el sábado?
- Si, ¿A las 4:00 p.m.?
- Perfecto
- Hasta entonces - sonrió de nuevo
- Hasta entonces - sonreí


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