Capítulo 16

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Narra Bill:

Mi Niño, mi Pino, mío, mío, mío, era sumamente satisfactorio y genial sentir sus suaves, gentiles y cálidos labios danzar con los míos de una forma tan sincronizada y pura como hacíamos en ese momento tan especial y tortuoso al mismo tiempo, yo mismo me había condenado a no follarme a mi bebé, pero valdría la pena, valdría mucho la pena, me costaba resistirme a sus encantos naturales:

-Dipper...

-¿Si?- Preguntó mi tierno novio mirando el televisor...

-Te Amo Mucho...

-Yo también Te Amo mucho.- Una sonrisa se formó en mi rostro y me quede mirándolo, por mi mente pasaban los momentos más hermosos a su lado, momentos fascinantes, momentos perfectos, pero, de repente mi sonrisa se borro, un recuerdo de una pelea se cruzó por mi mente:

-¡No puedes dejarme!- Grite con fuerza.

-Si puedo, ya lo estoy haciendo idiota...

-Pero Dipper... Yo Te Amo- Mi voz se quebró pero aguante mis lágrimas, escuché una risita burlona proveniente de mi amado.

-¿Lágrimas para que? ¿Para qué me mientes diciendo que me amas?

-Te Amo demasiado

-No es verdad...

-Se que lo arruiné, se que soy un idiota, se que todo lo que hago está mal, pero sólo soy un torpe demonio...

-Te di mi tiempo, te entregue mi corazón y realmente me pagas de una forma horrible...- Dicho eso salió por la puerta de su habitación y bajo las escaleras, no sabía que hacer, pase mis manos por mis mechones rubios y suspiré.

-No lo perderé, no lo haré...- Dicho esto baje las escaleras corriendo.- Dipper...- No lo vi.- Dipper...

-Salió a caminar idiota.

-Que tierna Mabel...

-Soy adorable, lo sé, no es necesario que TÚ me lo recuerdes...

-Bien... Al parecer quieres estar sola.- Suspire y sali de la casa ignorando los gritos de odio de la pequeña, mientras caminaba hacia lo profundo del bosque pensaba, pensaba mucho, por alguna razón sentía como la depresión y la angustia me abrazaban sin intenciones de soltarme, mis pies pasaron de levantarse a arrastrarse, no era la primera vez que provocaba este tipo de cosas, en varias ocasiones he pensado que irme y dejarlo es lo mejor, pero no quiero, no puedo, lo amo, lo necesito, suspiré dejando salir con el todos mis sentimientos hasta qué, un fuerte grito entre femenino y masculino proveniente de lo profundo del bosque llamo mi atención.- Dipper...- Murmure y corrí rápidamente, corrí y corrí con todas mis fuerzas, estaba nervioso y asustado ¿Que podría estarle pasando a mi novio? Las manos me sudaban y mis ojos se movían desesperadamente buscando señal de movimiento, la raíz de un árbol me hizo tropezar y caer, me golpeé levemente la cara y las manos, me levanté y me recuperé unos segundos, luego seguí corriendo, al llegar al lugar de donde provenía el grito me detuve, no vi nada, me preocupé.- D...Dipper ¿Estás aquí?- Un leve sonido, como de una rama al romperse me hizo girar hacia atrás asustado, no vi nada, una leve risa me estremeció y me quede quieto, helado, aterrado, tenia la certeza de que alguien había secuestrando a mi pequeño, un par de pasos que se escuchaban de un lado a otro, una sombra, sudor bajaba por mi frente, estaba nervioso, cerré mis manos formando puños y me preparé, aquella sombra estaba ahora delante de mi, sus pies y cintura estaban cubiertos por un par de arbustos, no podía reconocer la silueta, sólo veía a aquella persona o ser parado frente a mi, lo vi retroceder y luego saltar, solté un grito y caí al piso con los ojos cerrados.

-Te atrape, ahora eres mío, mío, mío y solo mío.- Esa voz, esos brazos rodeando mi torso.

-No vuelvas a asustarme así Dipper Pines.- Hable con seriedad viendo cómo su carita de felicidad pasaba a preocupación, lo abracé con fuerza estrujandolo contra mi pecho.- No vuelvas a hacerlo Cariño, te lo suplico.- Me senté sin soltarlo y comencé a llenar su carita de tiernos y delicados besos.

-Basta.- Lo escuchaba reír.- Me haces cosquillas.

-Te Amo...- Mencione mientras reía levemente.- Perdona por lo que dije antes, en la cabaña, eres mi novio, me preocupo por ti, pero no quiero que mis celos y caprichos destruyan nuestra relación.

-No lo harán, te lo prometo...- Puso su mano en mi pecho y coloque la mía sobre la suya mirándolo directamente a los ojos, aquellos ojos hermosos y brillantes, llenos de sinceridad y amor.- Bill, perdona si a veces te hago enojar, aún soy un chico y a veces puedo ser muy inmaduro, no me gusta verte molesto, ni que me grites, pero acepto que a veces es por mi culpa, lo lamento mucho, no quiero enojarme contigo ni que tú te enojes conmigo, te prometo que seré un buen Niño y te obedeceré.

-Oh Amor, tu eres un niño magnífico, te amo tal y como eres, aunque no me hagas caso, eres muy especial Pino, por eso y por mucho más te amo, te amo tanto que si tuviera que castigarte de alguna forma, te condenaría a amarme y a pasar el resto de tu vida a mi lado...

-Te Amo mucho.- Sentí como sus suaves manos se posaban en mis mejillas, sus labios rosados chocaron con los míos, cálidos y sedientos de sus besos, aquel beso no tardo en ser correspondido, su lengua jugaba y bailaba con la mía, se entrelazaban y se separaban, cada una explorando la boca del contrario, su aliento y el mío formaban ahora uno solo, nuestras salivas igual, mis ojos se mantenían cerrados disfrutando del momento, sus manos pasaron a mis hombros y las mías a su cintura, lo apegue más a mi a la par que mordía levemente su labio inferior estirándolo un poco, al dejarlo libre lo miré a los ojos, su mirada brillante se desvió y logré percibir un delicado y tierno sonrojo en sus mejillas y nariz, tome su mentón y lo obligue a mirarme, deposite un pequeño beso en sus labios y acaricié su mejilla.

-Nunca me dejes...

-Nunca, ni en un millón de años...

Te Condeno A Amarme (Billdip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora