Under The Mask ~ Loki [MCU]

Under the mask ~ Loki POV

Malditos midgardianos débiles.

Que Odín me haya sacado de la cárcel para meterme aquí con ellos me parece una enorme falta de respeto. Me ha encerrado a mi, el gran Loki Laufeyson, dios de las travesuras y el engaño en una maldita torre de metal que, para colmo, es propiedad de ese impresentable de Tony Stark.

Tony Stark, menudo imbécil.

- Esto es muy frustrante.- me digo a mi mismo, andando en circulos por la habitación que me han asignado. Es una habitación mediana con mi propio baño, una cama bastante cómoda, un escritorio y un gran ventanal que no puedo abrir, obviamente, sino no estaria pensando esto, ya me hubiera escapado hace horas. Me siento en la cama y miro a mi alrededor sin saber muy bien que hacer, como estoy fuera de Asgard y no tengo ningún elemento mágico que me sirva de fuente de poder, mi magia es limitada y no puedo usarla mucho rato o en mucha cantidad porque termino muy debilitado físicamente y debo dormir durante dias.

Resoplo y me dejo caer de espaldas a la cama de brazos abiertos, mirando ahora el techo. Empiezo a pensar en mis cosas, como he terminado aquí? Lo de NY no fué culpa mia enteramente, me estaban controlando mentalmente. Pero claro, como van a creer al dios de la mentira.

Un golpe en la puerta me distrae y frunzo ligeramente el ceño ya que no sé quien puede ser.

- Loki? Soy Steve Rogers, te traigo un poco de comida... no has comido nada desde que has llegado aquí, necesitas nutrirte, la nutrición es muy importante, sabes? Oye, sé que estás ahí, abreme... Loki...

Ruedo los ojos y me levanto deprisa abriendo la puerta solo para que se calle. Cojo la bandeja de comida y la dejo en el escritorio, veo que va a entrar pero le pongo una mano en el pecho y niego alzando una ceja. Lo empujo ligeramente fuera y cierro con pestillo, lo oigo quedarse un rato ahi esperando a que abra pero finalmente se va, como mirando por la ventana pensando en que he hecho mal.

Remuevo mi sopa mientras mi cabeza trabaja a mil revoluciones por segundo recordandome que si, que hice cosas mal, muchisimas cosas mal además.

Asgard, año 1793

Un pequeño Thor de aproximadamente 10 años jugaba con sus amigos de toda la vida, Sif y el otro grandullón, mientras yo miraba desde la distancia como se golpeaban y gritaban, aparté la mirada y seguí leyendo mi libro de magia tranquilo. No tardaron mucho en venir hacia mi y decirme que por que leía esos estupidos libros, que debía levantarme y hacer ejercicio para estar fuerte y ser un gran guerrero que algún dia libraría poderosas batallas contra los enemigos mas feroces del pueblo Asgardiano.

Me levantaron y me obligaron a luchar contra ellos, cosa que fué imposible para mi de ganar ya que ellos eran guerreros brutos y potentes mientras yo defendia mas el uso de la estrategia que de la fuerza.
Recuerdo golpes y risas.

"Loki pero golpeame, eres un idiota!"

Y mas y mas risas.

Entonces ocurrió la desgracia, un aura verde salió de mi cuerpo y noqueó a Sif de un solo golpe.

Entonces las risas pasaron a gritos, gritos hacia mí. De Thor, de la madre de Sif, de Odín...

Ese dia por la noche en mi habitación con mamá Frigga fué cuando tomé la decisión de demostrarles lo poderoso que puede ser un mago en combate.

Tomé la decisión de que haría que Odín sintiera orgullo de su hijo menor.

Fin del flashback.

Suspiro y miro mi sopa sin ganas de comer de repente. Niego y me termino la sopa pero no como el resto de la comida. Después de asegurarme de que nadie va por el pasillo, salgo deprisa y voy a la biblioteca que tiene Stark aquí (información privilegiada que he conseguido de Jarvis). Según Jarvis no la usa nunca ya que pasa el 90% del tiempo en su taller con las armaduras. Me paseo por la biblioteca curioso al ver de que tratará la literatura Midgardiana. Paso mis dedos por algunos de los libros en la estanteria mientras leo algunos títulos que me resultan familiares por la publicidad de esa cosa llamada televisor, con la que se entretienen aqui en Midgard... "Los Juegos del Hambre", "Romeo y Julieta"... entre otros títulos. Uno me llama especialmente la atención así que no dudo en sacarlo, acaricio la tapa entre mis dedos y pienso si será una lectura adecuada.