En su habitación, a la edad de 19 años.

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Mientras Ludmila adornaba su espejo con símbolos inentendibles, rompió el silencio con un comentario al pasar, como quien escupe un chicle cuando se cansa de masticar:
"Nuestro loco intento no cesa, ¿eh?".
Un ser que parecía un pequeño dinosaurio de color naranja zanahoria le dio una respuesta brillante y especial:
La otra Ludmila, de color naranja, parecida a una zanahoria, le dio una respuesta brillante y especialmente pensada:
"En el furor de la apertura, la intuición jamás es tocada por la duda". 

Las conversaciones espejadas de LudmilaWhere stories live. Discover now