[1] °Luz entre tinieblas°

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Era ese infeliz...

Mi mejor amigo.

Zack. Él es un chico alto, de aproximadamente 1,88 metros, muy delgado, su test es blanca, aunque muy levemente bronceada por el sol, de cabello corto y castaño, lentes —el estereotípico nerd—. Lo conocí en las clases de canto coral a las que ambos asistimos desde hace 12 años —Yo canto mejor que él... Sólo digo—. Desde que lo conocí, nos hicimos muy buenos amigos. Él es de ese tipo de personas que te dice lo que piensa de frente, no lo dice a las espaldas de nadie. Te dice las cosas como son y no como las quieras oír, y eso es algo que me encantó de él.

Pero me preguntaba, ¿qué querrá ese infeliz a las dos de la madrugada? ¿Qué no tiene nada mejor que hacer? Tal vez está igual que yo... No, ese ser no tiene sentimientos y su conciencia está lo suficientemente muerta para que no haya nada que lo reprima. Solamente sabe burlarse de la gente, pero en tantos años de amistad jamás lo ví llorar o decir algo que pudiese indicar el más mínimo rastro de emociones positivas en él, pero, ¿y qué? Así es genial.

Desbloqueé el teléfono nuevamente, mis ojos ya estaban mejor acostumbrados al brillo del teléfono.

Abrí el mensaje y lo leí.

Zack: Oye, ¿estás despierto?

Justo luego de leer el mensaje, llegó otro.

Zack: que estás despierto, así que si te estás masturbando, deja de hacerlo y contesta.

No pude evitar soltar una leve carcajada ante el mensaje de mi amigo. No me sorprendía que él supiese que estaba despierto, ya que obviamente él sabía mi situación mental actual. Era de esperarse que ya lo supiese.

Pero a final de cuentas, me acomodé boca abajo en la cama, con los brazos hacia adelante sosteniendo el teléfono y con el rostro en dirección a este, apoyado la barbilla en la almohada y decidí responderle el mensaje.

Yo: Admito que estoy despierto, pero no me estaba masturbando.

Zack: Sabes muy bien que lo estabas haciendo, pero no vine a escribirte sobre lo que hagas con tu micropene.

Esta vez la carcajada se hizo más notoria.

Yo: ¿Qué quieres?

Zack: Pues, ya que eres un tarado sin remedio, ¿te gustaría conocer a una amiga?

Mi frente se arrugó ante la intriga, ¿una amiga? ¿Qué rayos estaba planeando?

Observé el mensaje un momento antes de responder, necesitaba pensar un poco en la propuesta. Era muy extraño, pero antes de poder responder, recibí otro mensaje.

Zack: Vamos, que te va a gustar. Puedo apostarlo con los ojos cerrados, deja lo marica y acepta.

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⏰ Última actualización: May 29, 2019 ⏰

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