Pesadillas {norman x ray}

Pesadillas

Todas las noches era lo mismo para Norman. Despertar a medianoche por las horribles pesadillas, volver a sentir el miedo de estar en el orfanato y los horribles recuerdos de este ¿Qué hubiera pasado si ellos jamás hubieran llegado al orfanato desde el primer momento?

Probablemente no tendría pesadillas en este momento, pero también no abría conocido a increíbles personas como Gilda, Don, Emma, los demás pequeños que formaban el orfanato, ellos formaban gran parte de su vida, y siempre estarían en su corazón, pero aparte de ellos estaba...

Ray.
Ese niño de cabello oscuro, que lee la mayoría del tiempo, inteligente, serio y misterioso, desde que le conoció todo se sentía bien, además de hacer su corazón palpitar a mil por hora, también lo hacía sentirse seguro y protegido, además de tener el sentimiento de protegerlo a él a toda costa.

Cuando estaba a su lado todo se sentía tan cálido, una sensación tan agradable, amaba ese sentimiento, aunque no estaba seguro de que significaba, el no quería que este se apagara. Ray definitivamente era una de las partes más grandes y necesarias de su vida, y siempre le diría lo agradecido que está por quedarse a su lado y apoyarlo sin importar que.

Todavía no habían logrado escapar de ese horrible lugar, y Norman no podía sentirse seguro. No quería que algo malo les pudiera ocurrir, no quería separarse de ellos de su pequeña pero hermosa familia, por ahora todo estaba yendo tan bien y la pequeña posible chance de que algo parecido a lo que sucedió en la puerta volviera a pasar lo asustaba terriblemente.

Ray ya estaba acostumbrado a todo, el comparado a Norman no tenía ningún problema para dormir, ya que lo había descubierto desde que el era pequeño, estaba feliz e intentando salir con un plan para poder escapar, aunque claro, como todos, el también tenía sus dudas de que algo malo podría pasar o más bien, que algo le podría pasar a su preciado Norman.

Ray es una persona seria, distante, fría. No se comunica con tanta facilidad con los demás, no habla demasiado ni expresa sus sentimientos tan fácilmente, pero de igual manera los tiene.

Claramente el quiere mucho a su familia, tiene un cariño especial por cada uno de los integrantes del orfanato, pero por alguna razón que Ray todavía no comprende, no puede decir lo mismo del mayor.

Cuando Ray ve al niño de ojos azules su corazón late fuerte, a veces se le puede quedar mirando por minutos enteros, admirando la belleza de ese niño y sus cualidades como su inteligencia, su amabilidad, su honestidad y lealtad. No puede hacer nada más que admirarlo, por lo tan buena persona que es, por lo bonito que se ve, apreciar su hermosa sonrisa que es más brillante que el sol y por ser la única persona en hacer su corazón latir tan fuerte que parezca que se le vaya a salir del pecho.

Las acciones lo demuestran, el pequeño Ray frío y distante, sin sentimientos ¿Tendrá sentimientos por el pequeño de pelo gris y ojos azules? A Ray le cuesta admitir la verdad, pero sabe que a pesar de todo el siempre lo protegería de todo lo malo que le ocurriera, y aunque los sentimientos no sean mutuos lo seguiría queriendo en silencio, para no arruinar la preciada amistad que tienen.

Ya era de noche, todos habían terminado de cenar y ya era hora de ir a dormir. Ray y Norman compartían una habitación, aunque Norman no lo supiera, Ray siempre se da cuenta cuando Norman se despierta a la mitad de la noche, el solo se queda quieto, sin saber que hacer, pensando que dándole espacio sería lo mejor, pero ya no más, odiaba escuchar a la persona que tanto quería, sufrir por lo que sea que le estaba ocurriendo, el solo quería que fuera feliz, que sonriera todo el tiempo con esa brillante sonrisa, que brillaba más que el sol, la luna y todas las demás estrellas, el deseaba que por lo que sea que Norman esté pasando, pudiera detenerlo y ayudarlo de nuevo a comenzar a demostrar felicidad como lo hacía antes.

Después de un rato Norman logró quedarse dormido, y Ray también, continuaron durmiendo por algunas horas hasta que Ray escucho ruidos.

Norman, estaba llorando, estaba diciendo cosas difíciles de entender mientras dormía, Ray fue corriendo a encender la luz y se sentó en la cama de Norman moviendo suavemente sus hombros para que despertara

—Norman, vamos Norman, despierta—dijo Ray en un tono bajo y suave
Después de un rato Norman al fin despertó, ojos lagrimeando, que reflejaban sentimientos de tristeza al verlos

—Ray, estoy bien no te preocupes, ve a dormir— dijo el de ojos azules
Lo único que ray podía hacer es pensar, en ¿cómo es que el de pelo gris creía que no se preocuparía por el? no había nada ni nadie más importante para Ray que Norman, y haría lo que sea necesario para hacerlo feliz, cueste lo que le cueste

—No está todo bien Norman, ¿piensas que no me di cuenta que esto sucede seguido?—
Hubo un pequeño momento de silencio por parte de los dos

—Estoy extremadamente preocupado por ti, y lo único que quiero es verte feliz, que sonrías y juegues con los demás, y quiero que si no estás contento, si te pasa algo o lo que sea, me lo digas para que yo pueda hacer algo al respecto y ayudarte a resolverlo— dijo el de pelo oscuro

Norman en ese momento vuelve a sentir ese extraño sentimiento, esa calidez, las mariposas en su estómago, un sentimiento tan profundo y hermoso. Su corazón está latiendo tan rápidamente que parece que se le saldrá en cualquier momento. En ese momento lo único que pasa por la cabeza de Norman es abrazarlo, puso sus brazos alrededor de Ray y lo apretó con fuerza, mientras lloraba silenciosamente y susurraba pequeños "gracias"

—Todo estará bien Norman, te lo prometo, nunca dejaré que te vuelvan a lastimar— le dijo Ray provocando un pequeño pero visible sonrojo en la cara de Norman

—Oye Ray, ¿p-podrías dormir a mi lado esta noche?—preguntó Norman al niño de ojos grises
El de pelo oscuro asintió intentando ocultar el sonrojo que había ocasionado la pregunta del niño de ojos claros y se acomodó al lado de Norman en la pequeña cama.

—Buenas noches Norman—dijo Ray
—Buenas noches Ray—contestó Norman, pero antes le dio un pequeño beso en su mejilla izquierda, para al final acomodarse en su posición para dormir, abrazando al de los ojos grises

Ray al sentir la acción realizada por el pequeño no hizo más que quedarse callado, con sus mejillas coloreadas de un color carmesí, esperó un tiempo hasta que estaba seguro que el niño de pelo gris estaba dormido, acercó sus labios a la frente del otro niño y le dio un rápido beso para al final decirle
—Te quiero Norman, buenas noches