Paquito era un niño con un corazón y una mente abierta al bien de sus semejantes. Paquito era un niño muy listo que muy feliz en el campo vivía, pues podía muy libre correr por donde él quería, tenía una linda familia y también una amigable mascota, un pequeño perrito a quien cariñosamente llamaba Pepito, era su mejor compañía. Paquito tenía muchos animalitos, a los que mantenía libres, pues en su cabecita no cabía la idea de encerrar a ningún animalito al reducido espacio de una jaula o un corral. Un día salió muy temprano con Pepito y algunos de sus amiguitos, a pasear por el campo que rebosaba de una gran tranquilidad, lleno de flores y pajaritos que al volar con sus trinos deleitaban a quienes los quisieran escuchar. Hubo un momento en el que Paquito descubrió que en su corazón un sentir él tenía, un deseo inmenso del mundo y sus caminos recorrer, desde ese entonces este era un pensamiento que en su pequeña cabecita todo el tiempo él tenía.
Un buen día Paquito su viaje decidió emprender, un viaje que lo llenaría de fascinación y saber. Paquito sentía un apetito voraz por ampliar su conocer, entre las cosas que más al pequeño atraían era la naturaleza y sus paisajes, Paquito soñaba con conocer montañas, ríos, lagos, bosques, y todo cuanto existía en todos esos lugares. Un buen día, ya satisfechos sus deseos, Paquito su viaje terminó. Solo que él no podría imaginar que más adelante la vida le mostraría que no todos en el mundo eran tan esplendidos como él, así llegó el día en el que Paquito con profundo dolor en su corazón, tendría que ver con sus propios ojos la poca sensibilidad que en el corazón del hombre podía haber, una pregunta a menudo él se hacía ¿Cómo pueden existir seres capaces de no profesar amor a la madre naturaleza que tan generosa vida y alimento nos da?
Los amigos de Paquito, se referían a él como un niño idealista, desde muy niño lo había sido, carente de codicia o ambición, tenía el alma muy limpia como un cielo despejado y celeste, además tenía un gran corazón, del tamaño del mundo, su mirada era transparente como el agua cristalina de un fresco manantial. Paquito en sus sueños continuaba dibujando la figura del mundo que él deseaba, ese era un rasgo característico de su personalidad, no había nada de extraño en esa forma de pensar, era su naturaleza, alguna vez alguien le dijo, Paquito si sigues siendo así de soñador, algún día tus crónicas escribir podrás, seguro nada pasarás por alto y también toda tu vida allí plasmada estará. Si que bien sabía, Paquito, por si solo hacerse querer. Su empeño y tesón le llevaban a realizar cuanta tarea se proponía emprender. Paquito tenía muy claro que para alcanzar cualquier sueño solo hacían falta ganas. Este chico poseía un gran valor y las que más destacaban era su generosidad, prudencia y tolerancia, tales eran estos dones que de sus iguales tenía su admiración. Un buen día Paquito sintió en su corazón que el destino le reservaba una importante misión que lo enaltecería como un ser de un gran corazón que además pondría a prueba su gran amor por la vida y la naturaleza.
Un tiempo después, una inquietud invadió su mente y su corazón, llevándolo a decidir volver sobre sus propias huellas y recorrer nuevamente los hermosos parajes que alguna vez, por ser un soñador, el destino le permitió conocer, esta sería entonces su gran prueba, pues su alma y todo su ser se estremecerían por la ignominia del hombre, quien sin importarle su hermano envenenaba la naturaleza, en ocasiones por avaricia y en otras por falta de conciencia, como un anfitrión desleal que desvirtuaba la misión que el gran creador había puesto en sus manos, mientras dormía, Paquito escuchó una voz en su interior, si alguna meta te fijas, si sueñas la alcanzarás. De sobresalto, Paquito, de su cama se levantó y un gran júbilo su corazón invadió. Durante esa mañana un pensamiento vivió en la mente de Paquito y en cuanto la luz del sol que por su ventana entró, se levantó determinado a reunir todo lo necesario para su nuevo viaje emprender.
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Mis Cuentos para Crecer
General FictionEste es un libro de ocho cuentos infantiles en el que además de contar historias se exponen los valores que nos convierten en seres con la capacidad de amar y respectar a nuestros semejantes, mis cuentos para crecer nos lleva en un viaje maravilloso...