Introducción

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A/N: Hola a todos, es mi primera historia y voy en la secundaria, no esperen gran cosa pero hare mi mejor esfuerzo y por favor ignoren las faltas gramaticales, soy algo malo en letras.

Introducción:
"Hola mi nombre es Eris y soy una Diosa. Me temo que has perdido tu preciosa vida, estas muerto"

Con esas palabras el chico sentado frente a la Diosa suspiro ¿Cómo termine así? Oh ya recuerdo.

Flashback

Me llamo Aizawa Kai, tengo 24 años. Trabajo en una compañia de Bienes Raices que no sobresale en ningún sentido pero pienso quedarme el tiempo que pueda.

Volví a mi casa luego de un gran día ¿Qué por qué fue un gran día? Pues porque había vendido dos propiedades extremadamente costosas y por lo tanto me lleve una gran tajada en comisiones.

Creí que mi vida no podía ser mejor. Enserio estaba muy feliz con tanto dinero en mis bolsillos. Simplemente creí que ese día no podía ir mejor.

Me hiba de camino hacia mi departamento. Es un departamento modesto pero muy acojedor, en pocas palabras 'la guarida de un soltero'.

Ingrese a mi depa y prendí las luces. Poco despues me di cuenta que habia un camino de rosas que se dirige hacia mi habitación, se formo una pequeña sonrisa en la comisura de mis labios.

Y ahí estaba Yumi, mi mas reciente novia. Salimos hace apenas dos semanas, pero se quedo tan prendada de mí que me pidió la llave de mi depa para hacerme estas 'visitas nocturnas'.

Al no ver malicia en sus ojos, se la di. Si en algo confio es en los ojos de las personas. A diferencia de la boca los ojos no mienten, despues de todo es como dicen, son las ventanas al alma.

Aún no entiendo con exactitud que ven en mí. Graduado de una Universidad mediocre, con una familia promedio mediocre y con un trabajo mediocre, soy el ejemplo viviente de la palabra mediocre.

Salvo por una pequeña cosa, mi buena apariencia. Me puse a pensar en cuanto influyó eso en mi vida y recordé.

Flashback dentro de un flashback

Ahora que lo pienso siempre fue así desde que era un niño. Mis tías, abuelas e incluso mi madre me mimaban muchísimo. Siempre que podían me sacaban a pasearme para presumirme a los demás.

Poco despues me enteré que algunas de ellas tenían problemas con sus parejas debido a que venían a visitarme muy seguido a mi casa.

Yo era un niño inteligente para mi edad. Asi que me puse a pensar en porque pasaba todo esto.

Llegue a la conclusión de que era yo. No exactamente yo, solo mi apariencia ya que no hice nada para ganarme tanta de su atención.

Mas pronto que tarde me di cuenta que de que 'ellas' aceptaban todos mis caprichos y me refiero a todos.

Incluso pedí que me compraran una bicicleta muy cara que vimos en una tienda de regreso a casa y me la compraron.

Siendo alguien inteligente supe que eso no era normal pero de a poco un sentimiento hiba creciendo en mí.

No sabía si era un sentimiento de logro o placer pero me gustaba tenerlas a mi merced y eso era lo único que me importaba.

Todo continuo así hasta 'ese' incidente.

Fue un Martes por la noche. Mis padres le pidieron a una de mis tías que me cuidara hasta las 8 pm.

Ella acepto gustosa pero luego mis padres lamentarían su desición.

Su cita acabo un poco temprano, unos treinta minutos antes y volvieron a casa.

Entraron con llave y llamaron a mi tía pero no respondió, poco después escucharon sonidos que venían de mi cuarto y fueron a revisar.

Mi tía me tenía sujetado por los hombros y frotaba su entrepierna con la mía, solo podía gemir hasta que vi la cara atónita de mis padres.

Entonces pensé 'como terminaron las cosas así' y recordé 'no debí dejar que me ayudara a bañarme'.

Desde ese día 'esa' tía no me volvió a visitar, pero por mis padres supe luego que llegaron a un acuerdo en el que no le dirían nada al esposo de ella a cambio de que no vuelva a nuestra casa.

Mi padre convenció a mi madre de llevarme a casa de mis abuelos por un año para que olvide el mal rato.

Ese año fue el mas duro hasta ese momento.

Cuando volví mis padres me prestaban mucha atención, pero sobre todo mi madre, estaba tan pegada a mí que mi padre se enojo conmigo.

Sabía que si alentaba a mi madre sucederia algo malo. Asi que puse todo mi empeño en distanciarme de mi madre. Cosa que por mi bien funcionó.

En la secundaria descubrí muchas mas cosas de mí mismo.

Como que me consideraban tan bien parecido como para ser modelo o que se me dan bien las interacciones sociales. Simplemente me sentía cómodo con cualquier tipo de persona.

También supe que los demás, tanto chicos como chicas solo me veían como una cara bonita y no me veían a mí. Cuanto odié eso.

Pero lo mas importante es que entendí que disfrutaba demasiado tener a los demas a mi merced.

Lo cual era pan comido con mi buena apariencia y mi desenvolvimiento con las personas, era solo un juego para mí.

Las personas son tan supeeficiales.

Mas tarde con mi primera novia, me di cuenta que no solo disfrutaba en tenerla a mi merced, me 'encendía' y sin darme cuenta poco a poco incursionaba en el mundo del sadismo.

Mi fetiche se hizo mas fuerte con el tiempo. Novias hiban y venían cada cierto tiempo.

Algunas luego de un tiempo me decían que ya no lo podían soportar y que solo fingían que les gustaba para estar conmigo.

A otras les tuve que cortar porque a pesar de que decían que les gustaba mis juegos, en sus ojos veía la desesperación y el temor. Se estaban forzando y yo no era un monstruo para mantenerlas atadas a algo que no les gusta.

Fin del flashback dentro del flashback

Dejando de pensar en eso, decidí que hoy le mostraría a Yumi mi verdadera cara. Almenos en 'la cama'.

Empezamos con pequeños besos, luego con los mas largos, luego a acariciarnos y me separé cuando empezó a acariciarme 'cierta' parte entre mis piernas.

"Yumi, hoy quiero mostrarte una parte importante de mí"

Con eso dicho abrí un armario que estaba lleno de cosas de BDSM.

Yumi trago saliva.

"No te preocupes, haré esto tan entretenido para ambos como pueda"

Ya en la mañana. Mientras desayunaba, estaba algo molesto.

Yumi había intentado complacerme fingiendo que le gustaba todo, pero una vez más podía verlo en sus ojos.

Se estaba forzando, otra vez había fallado. Sabía que si me metía a uno de esos sitios para citas de internet encontraría a alguien joven y que tenga un fetiche que vaya bien con el mío.

Pero mi orgullo es grande, no me dejaba hacerlo, el mismo orgullo que me dijo que no acepte el trabajo de modelo, porque para ambos casos lo consideraba una derrota contra mí mismo.

Solo frecuentaba bares, clubes nocturnos y redes sociales.

Los sitios web para citas tenían el significado de 'perdedor' en mi mente pero después de lo de Yumi ya tuve suficiente.

Hiba de camino hacia mi cita con una agradable sonrisa en el rostro. ¿Por qué? Simple, quede con una chica por la web, ella era hermoza, joven y la cerecita sobre el pastel, masoquista.

Por desgracia estaba tan feliz que no me di cuenta que el semáforo cambió a rojo y lo último que escuché fue la bocina de un camión.

Fin del flashback

" Hola, mi nombre es Eris y soy una Diosa. Me temo que has perdido tu preciosa vida, estas muerto"




Konosuba-Un Sádico En Este Maravilloso MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora