Un poema de amor | BxB One-shot -San Valentín- |

✿ Un poema de amor ✿

San Valentín.

El día del amor...

Y la friendzone.

Bon no quería acabar en ésta última por idiota, pero el amor te hace idiota, ¿no?

『・・・』

La primera vez que te vi
Un extraño sentimiento se apoderó de mí

No sabía

El

¿Cómo

¡DEMONIOS!

-¡¿Por qué escribir poemas es tan difícil?!

Me lamenté de mi inexperiencia en este tipo de cosas. Podrán decirme: ¿no se supone que haces música todo el tiempo, Bon? Pues, en realidad, no. Meg y Joy me dan la letra y los acordes principales, yo sólo desarrollo y termino de inventar las canciones. ¿Y por qué no les pides ayuda, Bon?, sería su siguiente pregunta. Pero NO. Ellas no deben saberlo por ningún motivo. Esto es mi problema.

Quería, no: QUIERO, que este San Valentín sea especial, quiero declararle mis sentimientos a Bonnie, pero la cosa no estaba resultando tan fácil como yo creía, se me terminaba el tiempo y la paciencia, la jornada escolar terminaría pronto y debía interceptar a Bonnie antes de que se fuera a casa. O antes de que alguien lo intercepte antes que yo. Aunque Bonnie no es tan popular, he oído (definitivamente por accidente, no es como si estuviera espiando, ¿verdad?) que a algunas chicas les gusta mucho por que les parece "adorable" (no es que quiera contradecirlas, es decir, ¿han visto cuando sonríe? ¿O cuando toca su guitarra?), así que traigo el tiempo encima.

Mi plan era el siguiente:

Número uno, la parte más difícil: vencer mis miedos y acercarme a Bonnie para invitarle un helado por el «Día de la Amistad» (me dolió decir eso). Si acepta, pasamos a la siguiente parte:

Número dos: cuando estemos allá, sacar un tema de conversación para asegurarme de que todo está bien y crear un ambiente con más posibilidades de que Bonnie no me rechace. Si todo va bien hasta aquí, podemos pasar a la otra parte:

Número tres, la que debe salir a la perfección y sin ningún fallo: proponerle acompañarlo a su casa y llegar al parque donde siempre practicamos.

Número cuatro, el paso final: recitarle el poema y ver cómo reacciona.

No estoy tan seguro de qué es lo que debería hacer después, he tratado de evitar los pensamientos en donde Bonnie me rechaza de mil maneras y pasa su San Valentín con otra persona, no quiero ponerme pesimista y mandar todo el plan al demonio.

[...]

Luego de intentar sacar a mi poeta interior por un rato (sin mucho éxito), pude escribir otra estrofa. Después de eso, sin pedirlo ni hacer nada, comenzaron a brotar como manantial las palabras de mi cabeza. No sé cómo ocurrió pero en esos cinco minutos de dicha hice más estofas de las que había hecho en veintisiete. Ya soy todo un poeta.

Lo transcribí rápidamente en una hoja limpia con la mejor letra que pude y encima puse "Para Bonnie". En ese momento sonó la alarma que había programado en mi reloj. Faltaban diez minutos para que terminaran las clases. Le pedí permiso al profesor de salir, me quiso retener pero lo convencí de que tenía que llegar temprano a una práctica con la banda. Por suerte las chicas no comparten esa clase conmigo, aquella fue la excusa perfecta.