Capítulo 1
POV. Allan
No recuerdo la última vez que sonreí, sinceramente a pasado mucho tiempo de eso estoy seguro, desde la última vez que la ví, sabía que era un error, uno que no debí cometer, pero mi impertinencia y curiosidad me llevaron al abismo. Desearía no haberla conocido.
Quisiera volver el tiempo y no haber visto esa capa Roja, tan Roja como la sangre, un rojo tan hipnótico, excitante, glorioso haciendo el perfecto matiz con su piel blanca, pero, a la vez un color hipnótico, atrevido, inquisitivo, llamativo.
Demasiado Peligroso.
Y esos ojos, sabía que no acabaría bien y aún así no me importó.
Todo comenzó a medio día en el bosque, apenas terminaba el otoño y un frío invierno se avecinaba, el bosque estaba en total sinfonía, yo había salido a cazar, tenía hambre y hacia tiempo que no probaba bocado, mi estómago pedía ser atendido.
Camine con tranquilidad sobre la hierba seca y la tierra semi-humeda, me detuve a la orilla de un sendero, ya había pasado por aquí antes pero esta vez se sentía diferente, como una sensación incómoda en el estómago, como si fuera a pasar algo que cambiaría el rumbo de mi vida. Algo sumamente importante.
Todavía de pie en la orilla cerré los ojos.
Donde estaba parado se podía sentir la calidez del Sol sobre mi cuerpo, el viento que susurraba corrientes de aire las cuales chocaban con las hojas de los árboles y traía a mi nariz el aroma a roble viejo, el ruido de las hojas chocando entre sí y el cántico suave de las aves llegaba a mis oídos.
Si. Esto es lo que me encanta. Esta paz.
Ese momento fue interrumpido por unos pasos acercarse y detenerse a una distancia cercana de mi, abrí mis ojos y en mi vista se atravesó una chica resguardada en una capa roja.
¿Una chica? ¿Que hace aquí? Nunca la había visto ¿Quien sera? ¿Que esta pasando Dr. García?
Lo primero que llamó mi atención en ella fue aquella capa Roja, jamás había visto un rojo tan puro, lo segundo que llamo mi atención fue su cabello castaño casi negro que caía en cascada sobre su pecho en ligeras ondas suaves. Sus mejillas estaban teñidas por un leve rubor natural cubierto por pequeñas y casi imperceptibles pecas sobre su fina nariz.
Lo tercero que llamó mi atención fue sus ojos, aquellos orbes verdes, podría pasar horas y no tendría la voluntad para dejar de admirarlos. Son hermosos. Y grandes.
Como un bosque atrapado en un iris. Salvaje y placentero. Y con ellos me observó.
Esta parte del Bosque no es muy concurrida, pues se dice que en él hay criaturas poco comunes, criaturas que te podrían quitar el sueño por días, pero, al igual que estas también hay criaturas hermosas, que te harían dudar si en verdad estas despierto.
Porque este bosque es sobrenatural, Este es el Bosque Negro.
Puedo decir que yo entro en lo "sobrenatural", siempre supe que no encajaba con los demás niños, yo sabía lo que era, me gustaba leer sobre mitología, mis padres lo sabían, aun así intente encajar en el mundo normal, pero la gente es mala, no digo que toda, pero algunas sociedades son hechas para destruir a lo desconocido.
Entonces escapé.
No era yo. Mi naturaleza me pedía a gritos salir. Pedía ser liberada. Yo quería ser libre.
Así fue como termine refugiado en este bosque, que de día es tan cálido y relajante. Seguro.
Pero en las noches, todo cambiaba el aire te calaba hasta los huesos y la oscuridad, no podrías ni ver tus manos, en la noche se desata el miedo. Peligro.
Su mirada recorrió mi cuerpo de abajo para arriba analizandome, un escalofrío recorrió mi columna vertebral, hasta posar sus grandes orbes verdes en los míos azules, idénticos a los de mi madre.
Cuando escapé de casa me lleve lo esencial dinero, un poco de comida y mi ropa, no estaba acostumbrado así que era mejor prevenir. No es que conviviera con mucha gente, así que no me importaba vestir como quisiera o no, pero algo que si me importaba es la limpieza, siempre he tenido un desagrado por el desorden, desde niño me gustaba tener todo impecable, ahora en el bosque me costo trabajo pero logré conseguir el orden y limpieza necesario, si necesitaba bañarme podría hacerlo cuando quisiera en el río del bosque, eso siempre me tranquilizó un poco.
Estaba en mi forma humana(de lo contrario ya hubiera echado a correr), yo vestía de negro, no es que fuera todo un "Darks" Pero si vives en un bosque y sales en la noche lo mejor es camuflarse, llevaba puesta una sudadera con capucha negra sin mangas y un jogger negro, estaba descalzo, me gustaba sentir la tierra húmeda bajo mis pies.
Una parte de mi flequillo caía despreocupado sobre mi frente intentando ocultar mis ojos azules.
Ahora es cuando caigo en cuenta que ninguno de los dos a hablado e inclusive movido un musculo en minutos.
Entonces ella habló primero.
—Buenas tardes, con permiso—e intento seguir su camino aunque dudaba mucho que supiera por donde era.
Aunque yo tampoco sabía a donde se dirigía.
Algo en ella me atraía, no era una atracción normal, jamás en mi vida había sentido la necesidad de saber de alguien. Y eso me asustaba, pero no iba a ignorar esta sensación.
—Parece que estas pérdida jovencita, ¿A donde crees que vas? —dije en modo amable aunque mi voz salió profunda.
Se detuvo y Volteo a verme.
—Eso es algo que no debería decirle y usted no debería preguntar.
No. Me. La. Esperaba.
Sinceramente pensé que sería idiota y me lo diría a la primera. La subestime.
Sonreí. Me gustaba la actitud que tenía. Demostraba en su apariencia ser frágil pero por dentro era dura de roer. Tenía carácter.
Intentó irse pero la detuve por segunda vez.
—Lo se, y se que no me conoces así que me presentaré. Allan Verne, un placer—le extendí mi mano y ella la miro como si tuviese algo contagioso.Me quedé como estúpido con la mano al aire a esperar que correspondiera a mi gesto y después de unos eterno segundos lo hizo.
—Halsey Cass, —estrecho mi mano con la suya.
Sentí una corriente eléctrica al instante y creo que ella también pues dio un ligero respingo en su lugar así que parto rápidamente la mano.
Que alguien venga y me diga que carajo esta pasando.
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La Mentira bajo la capa
Teen Fiction¿Conoces el cuento de Caperucita Roja? apuesto a que si. Pero no conoces toda la historia, así es, no es un cuento, los escritores infantiles omitieron detalles importantes. Un hombre lobo aislado de los humanos y constantemente amanazado ¿por q...