𝐒𝐀𝐓𝐔𝐑𝐃𝐀𝐘 𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓 ᵗⁱᵗᵃⁿˢ

【O3】

❝Captura❞

Ya ha anochecido, y aquel hombre de cabello canoso, se encuentra tendido en una de las camas del hospital, sin darse cuenta de que cierta pelirroja, lo mira con desprecio desde el marco de la puerta.

No es su imagen habitual. Ni siquiera se puede decir que es Mackenzie. Ahora, es Red Ghost.

Ella entra a la habitación y atraca la puerta con una de las tantas armas y herramientas que tiene en su cinturón.

Analiza su cara, tan llena de moretones, rasguños y una que otra marca. Sonríe y se acerca a su oído.

—Quisiera que hubiera más tiempo para jugar— dice la pelirroja y saca una navaja.

Pero se ve interrumpida por alguien tratando de abrir la puerta.

Mierda, mierda, mierda. No ahora.

Ella suspira, y rápidamente, clava la navaja en el pecho de aquel hombre que la hizo sufrir años atrás. Tras ella, la puerta empieza a arder, pero no se detiene. Haciendo fuerza, desgarra desde su pecho hasta el final de su abdomen.

Siente unos brazos tomándola por detrás con fuerza, pero ella se resiste y le da un golpe con el codo a quien sea que le esté impidiendo el movimiento.

La persona cae, y al voltearse, nota que es un chico de cabello verdoso. Levanta la mirada. Otras 3 personas le miran.

Una adolescente de cabello morado, una afroamericana y un hombre.

Ella trata de escapar ágilmente, pero una fuerza mayor a ella no se lo permite.

××××

Ahora, lo único que puede ver, son las cuatro paredes al rededor de ella y una puerta. Sus manos se encuentran encadenadas al suelo, pero eso no evita que grite y patalee.

La puerta se abre y sus cuatro captores entran.

Si no fuera por la respiración agitada de la muchacha, el silencio permanecería en la habitación.

—¡Sueltenme!— grita la pelirroja observándolos.
—¿Quién eres?— pregunta el castaño, que al parecer es el líder del pequeño equipo.
—Soy solo una defensora, la única persona que le dio lo que merecía a ese bastardo.— dice en seco, mirándole.

Los cuatro se miran entre ellos y después de unos segundos, salen del pequeño cuarto.

Ella vuelve a gritar y patalear, exigiendo que le liberen y durante un segundo...

Recuerda a sus hermanas.

A las pequeñas que despertarán a la abuela al ver que ella no se encuentra en su cama.