ℚ𝕌𝔼𝕁𝕀𝔻𝕆𝕊 [𝓼𝓮𝓫𝓪𝓮𝓴]

parte única

—SeHun-ah, despierta... —llamó el castaño adormilado a un pelinegro que se encontraba inmóvil en la cama, seguramente en el quinto sueño.

BaekHyun lo sacudió. Descubrió el cuerpo envuelto en las sábanas, lanzó agua de un vaso que se encontraba en la mesita de luz sobre su cabello, pero de nada servía. Ni con sus estruendosos pero aún débiles gritos a causa del sueño que todavía lo dominaba logró que el menor abriera un solo ojo. Ya empezaba a creer que había pasado al otro mundo. O tal vez que simplemente lo hacía a propósito para irritarlo.

Con intenciones de causarle molestia, metió un dedo en el redondo ombligo para así conseguir finalmente que le hiciera caso. Para su desgracia y frustración, solo obtuvo un gruñido ronco y las sábanas encima otra vez. Aunque el mayor no se lo permitió. Fue más veloz e ingenioso al treparse sobre el pecho ajeno.

—Si no te levantas ya, JunMyeon se enojará y yo me quedaré aplastándote hasta que no puedas respirar —advirtió BaekHyun, removiéndose sobre él. Palpó su abdomen bien trabajado, deseando ser igual de musculoso que el más alto.

Y además, porque el castaño poseía como una especie de obsesión con toquetear a SeHun. Cuando lo tenía cerca, mantenía sus escurridizas manos sobre alguna parte de su anatomía. Aquel detalle las fans lo habían notado en varias ocasiones, y era interpretado como fanservice. Pero BaekHyun nunca se percataba de que lo hacía, hasta que SeHun lo apartaba de forma sutil o alguien cercano se lo comunicaba disimuladamente.

BaekHyun no fue consciente de en qué momento cayó dormido. Pero se sentía a gusto y calentito, como si estuviera descansando encima de una nube de algodón de azúcar con aroma a perfume de bebé o algo parecido, y no resistió a entregarse al sueño tumbado sobre SeHun, quien al parecer no se dignó a despertarse y permaneció con una expresión serena en el rostro.

Unas horas más tarde, el pelinegro abrió con pereza uno a uno sus ojos. Percibió un peso extra sobre su cuerpo y, por un breve instante, se asustó. Creyó que era alguna fan loca que había entrado al departamento con intención de conseguir algo de él, suceso que hace un tiempo había tenido la desdicha de protagonizar.

Su corazón se tranquilizó al reconocer el dulce aroma a jabón característico de BaekHyun, y divisar una de sus finas manos descansando sobre su pecho. Frunció el ceño en confusión, no recordaba haber dormido en compañía.

Luego de unos segundos, el recuerdo aún borroso de que BaekHyun tenía la tarea de despertarlo reapareció. Pero estaba tan agotado, como si hubiera corrido una maratón bajo el sol ardiente durante dos días, y todavía carente de energías que no quiso despegarse de su suave y comprensiva almohada. Ser idol no era tan sencillo y fácil de llevar.

SeHun permaneció en silencio, contemplando al más bajo. No solía tener esos pensamientos sobre BaekHyun, pero en ese momento pensó que el castaño se veía adorablemente tierno abrazándolo, con la cabeza en su pecho y las piernas inconscientemente enredadas con las de él. Su pacífico rostro y arrullador calor corporal lo llevó a, singularmente, desear despertarse de esa forma a diario.

Una pequeña sonrisa curiosa hizo aparición en el somnoliento rostro de SeHun. BaekHyun se removió mientras un sonido quejoso salía de su boca, los jadeos se asemejaban a los de un pequeño cachorro y lloriqueaba en lo profundo de sus sueños. El vulnerable corazón de SeHun se sacudió ante aquello, era algo bastante peculiar. Jamás oyó a alguien mientras dormía y mucho menos a BaekHyun.

Rodeó al cuerpo ajeno con sus brazos, enredándose más y enterrando la nariz en su desordenada cabellera castaña, aspirando el suave aroma del shampoo; para él, era agradable.

Cerró los ojos nuevamente, dejando en el olvido las responsabilidades e ignorando las ruidosas alarmas similares a las de un despertador sonando distorsionadas en su mente para volver a entregarse al placentero sueño, acompañado de los suaves sonidos que lo relajaban y sacaban de lo más profundo de su sistema sus instintos protectores, pero ésta vez, con ese acariciador sentimiento tomando su pecho y con alguien especial entre sus brazos.