Clavel - Corazón que suspira

Libro 1 - Tribu del Tigre (20)

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En lo profundo del bosque...

―¿Qué haces aquí? ―Aspen frunció el ceño, descontento.

―Papá e hijo me dejaron y vinieron a este lugar. Los eché de menos, así que decidí visitarlos. ―El dueño de la voz era un cambiaformas de largo pelo verde oscuro, precisamente el cambiaformas extranjero con el que Ya An se había encontrado. En este momento, sus manos estaban presionadas contra el tronco de un árbol, atrapando a Aspen entre ellas, con una expresión ambigua.

―No te inventes cosas, ¿cómo no voy a saber qué clase de persona eres? ¿Qué quieres hacer viniendo aquí? ―Aspen lo apartó de un empujón. ―Ahora ya estoy casado con un cambiaformas de la Tribu del Tigre, así que aléjate de mí. Si te descubre, le contaré cómo te expulsaron de la Tribu de las Serpientes.

Al escuchar la amenaza, el cambiaformas bajó los brazos y la mirada ambigua de sus ojos desapareció. Sin embargo, seguía siendo portador de alguna influencia maligna. ―Sólo estaba bromeando, no te lo tomes tan en serio.

―Pero a ustedes dos, papá e hijo, les ha ido muy bien sin mí. La tribu me buscó durante mucho tiempo, pero a ti te expulsaron de la tribu. Ahora incluso has encontrado un buen lugar para quedarte. ―Las palabras del cambiaformas eran un poco agrias.

―Hmph, no ayudaste en absoluto, incluso estabas dispuesto a dejarnos sufrir a mí y a Qiao. Si no fuera porque estabas compitiendo por la posición de líder de la tribu y me diste secretamente drogas para envenenar a Ah Jue, no estaríamos en esta situación ahora. Afortunadamente, todavía tenía algo de hierba negra escondida después de darle un poco a Ah Jue, así que se la di al idiota que estaba conmigo. Menos mal que realmente creía que la hierba era para el embarazo y murió hace mucho tiempo. Luego pasé por la ceremonia con su compañero y encontré una roca para apoyarme, si no, ¡ahora me estaría muriendo de hambre con Qiao! ―La mirada de Aspen estaba llena de maldad.

―Realmente sigues siendo tan malvado. ―El tono del cambiaformas estaba lleno de admiración, se relamió maliciosamente. ―Nosotros dos somos realmente una pareja hecha en el infierno. ¿Quieres volver a mí otra vez? ¿Este cambiaformas tuyo puede realmente satisfacerte? 

El cambiaformas frotó sugerentemente la pierna de Aspen con la suya: ―¿Tú también me echas de menos? 

Aspen se sintió algo impresionado y un poco de calor se apoderó de su cuerpo, pero aún así logró controlarlo con el ceño fruncido y dijo: ―No te metas en líos. Si Bo nos descubriera, ambos tendríamos que asumir las consecuencias.

―Es tan aburrido. Llevo tanto tiempo aquí que ni siquiera consigo divertirme un poco. ¡Ni siquiera eres tan romántico como esa deliciosa quimera de tu tribu! ―Dijo el cambiaformas, aburrido.

Aspen se sorprendió. ―¿Qué dijiste? ¿Quién es esa quimera?

Los cambiaformas se encogieron de hombros, recordando, su rostro lleno de una sonrisa perversa y malvada. ―Si mal no recuerdo, era una quimera llamada Ya An. Su sabor era puro éxtasis.

―¿Cuándo jugaste con él? 

―Cuando acababa de llegar, vi a la encantadora cosita en el bosque. Parecía tan hambriento, ¡esperando a que entrara en él ferozmente! Como esperaba, ese cuerpo era suave y tierno. Es aún más sorprendente que tú cuando eras más joven, cuando está todo caliente y excitado. Era tan delicioso.

Aspen murmuró 'canalla pervertido' en su corazón y luego preguntó: ―Deja la charla sucia conmigo y céntrate en lo importante. ¿Te acostaste con esa quimera? 

―Sí, fue delicioso.

―¿Te buscó después? 

―Por supuesto, casi todos los días, para que le deje comer hasta saciarse, ¡jajaja! ―El cambiaformas se rió con complicidad. Luego pensó en algo y de repente dejó de reír. ―Hay un problema, esa quimera parece estar embarazado.

Aspen se quedó sin palabras. Realmente le apetecía echar a esa serpiente lasciva, que no tenía nada en el cerebro más que !%#@, recordando a la Tribu de las Serpientes. ¿Cómo se había obsesionado con él?

―¿Es cierto lo que dices? ¿La quimera tiene realmente su hijo? 

―Probablemente. ―El cambiaformas estaba muy molesto. ―No es tan fácil para una quimera tener hijos. ¿Cómo ha podido quedarse embarazado tan rápido? Pero aún no estoy seguro. Estará aquí dentro de un rato. Tú ya estás aquí, así que ayúdalo a averiguar si tiene un hijo o no. Mira, si puede ser destruido, entonces destrúyelo rápidamente. No quiero una molestia así.

―Star, realmente eres una escoria. ―Después de que Aspen escuchara sus palabras, se quedó en silencio durante mucho tiempo antes de pronunciar una sola frase.

Sí, Aspen es vicioso, pero por muy vicioso que sea siempre es malo con los hijos de los demás, y no con los suyos. ¿Pero qué pasa con su antiguo compañero Star? ¿Realmente querer matar a su propio hijo? ¡Realmente es la escoria del mundo de los cambiaformas!

―¡Jaja! ¿Y qué si soy escoria? Es muy apropiado, pero Aspen, no quieres abandonarme. Si no, encontraré a los tigres y les contaré tus asuntos. Aunque no me saldré con la mía, ¡me aseguraré de que te traten aún peor! ―Star sonrió.

Aspen tramó ferozmente cómo deshacerse de esta amenaza. ―¡Bien, bien! ¿Cómo podría abandonarte? 

Después de un rato, Aspen pensó de repente en algo y le dijo sutilmente algo a Star. ―¿Dijiste que Ya An tiene tu hijo? 

Star asintió, sin saber lo que Aspen estaba pensando.

―Tengo una idea mejor. No necesito a Ya An para deshacerme del niño. Aprovechando esto puedo conseguir que te acepten justa y honorablemente en la tribu. ―Aspen sonrió con malicia.