Torpemente tropecé contigo,
y fuiste el mejor de los tropiezos,
hoy si lo recuerdo sonrío.
Cada instante, cada sueño compartido;
Lugares, momentos, recuerdos y besos
sientiendo latir tu pecho contra el mío.
Fuiste y eres para mi un angel caído.
Fruto del arbol prohibido soy preso
de ti, ahora temo mirar al vacío.
Hacerte feliz fue mi sino,
no quise vivir de otra manera,
no supe andar otro camino.
Torpemente tropece contigo,
y fuiste el mejor de mis tropiezos,
hoy torpemente te escribo.
No supe dedicarte un maldito poema,
pues todo poema está maldito
a transformarse en tiempo y el tiempo en arena.
Aunque ahora sé
que mi silencio fue una victoria, un grito,
ya que no pude escribir en papel
lo que en el corazon ya quedó escrito...