No es lo que parece

Capítulo 1: El comienzo

Veo cómo los de la mudanza no paran de sacar cajas del camión. Solo rezo por q no se haya roto nada, han sido muchas horas de viaje. Yo llegué en avión hace aproximadamente 24h con lo necesario para sobrevivir una semana.
El piso q conseguí es pequeño, aunque perfecto para vivir yo sola, una habitación enorme para mí solita, un baño, una cocina con isla que conecta con un un salón también bastante grande y con un ventanal que da a la playa de Santa Monica. Es exactamente lo que quería, y cuando vi el anuncio tan barato en internet, me pellizqué por si era un sueño.
Tantos años viviendo en Portland no eran buenos, necesitaba un cambio de aire, tanto que nada más cumplir 18 busqué un piso en Santa Monica y me matriculé en la universidad.
La razón por la que decidí ir por mi cuenta en un lugar diferente es que después de que mi padre nos abandonara hace 5 años, mi madre se centró tanto en el trabajo que parecía que se había olvidado de mí. Otro problema fueron mis 'amigos', por llamarlos de alguna manera, con los que me había criado, y que el último mes se estuvieron riendo de mí en mi cara. Vamos que ha sido el momento perfecto para empezar de 0.

Conseguí plaza en la carrera de Bellas Artes, gracias a Dios, porque no me veo haciendo nada más.

La primera semana de clase ha sido increíble, 20 minutos andando con los cascos puestos y parecía q me había tele transportado a la puerta de clase, las 3 primeras horas pasaban volando, en el descanso me salía a los jardines a leer algún libro, luego otras 3 horas de clase q se pasaban volando y de vuelta a casa. Esta primera semana no he conocido a mucha gente solo a un par de compañeros de clase, la mayoría sí que se van conociendo más porque conviven juntos en la residencia. Por eso no entendí cuando el viernes encontré en mi taquilla una carta un poco siniestra.