Inmortal Heart

Abro los ojos lentamente,  tengo un dolor de cabeza terrible, lo único que recuerdo es que el motor del avión en el que viajaba con mis padres y hermanos falló y que en pocos segundos nos encontrábamos en medio del mar,  intenté despertar a mi hermana  pero no respondía y de pronto todo estaba oscuro… Ahora estoy en un lugar realmente extraño, nunca he estado aquí, me siento libre, nada de mi estorba no hay preocupación solo una inmensa felicidad y comodidad, intento ponerme en pie pero no hay manera, miro mis piernas pero para mi sorpresa no hay nada, solo un blanco cegador,  cuando quiero darme cuenta oigo una voz grave que me llama, miro a mi alrededor pero no hay nadie, pero a la misma vez noto una presencia asique por pura intuición echo a correr, ¡sí! Estoy corriendo y no tengo cuerpo… ¿Esto querrá decir que he muerto?  Me detengo en seco cuando la voz me lo ordena:

-Bienvenido seas joven Nazael – dice la voz justo a mi lado, miro al lugar desde donde procede y veo a un anciano de largo y canoso cabello, una gran barba blanca la cual le da aspecto de un mago de esos que salen en las películas fantasiosas.

- Eh… Esto… Gracias… -digo con voz quebrada y asustada.

- Bueno no tengo mucho tiempo, solo quería decirte Nazael, que sí como has pensado antes has muerto en ese desastroso accidente de avión, pero tú al contrario que el resto de pasajeros sobrevivirás misteriosamente, ya que tu no naciste ni para ser humano, ni para morir tan joven, Nazael… tú naciste para una misión especial, tu sabes que tu padre no es tu padre ¿verdad?

-Em… Sí… - digo sin entender nada de lo que me intenta decir.

-Bueno, pues solo me queda decirte amigo mío que tu verdadero padre se llama Abraham y es un ángel de la guarda, y al ser su hijo eso te convierte a ti en un ángel de la guarda también. Por esta razón serás enviado nuevamente a la Tierra, serás el protector de una joven californiana de 16 años, tranquilo no deberás preocuparte de quién es la joven, ella se cruzará en tu camino, y tú sabrás que es ella de inmediato, deberás protegerla con tu vida y no permitir que ningún ángel caído se aproxime a ella en ningún momento.

-¡¿Cómo?! ¿Yo un ángel de la guarda? Me da que te confundes de persona de verdad esto no puede ser más que una alucinación causada por el grandísimo golpe que me di en la cabeza – hablo desesperadamente y muevo mis manos de la misma manera... un momento… ¡Tengo manos! Me miro, vuelvo a tener cuerpo, siento un enorme peso atrás, en mi espalda, miro intimidado y veo como unas enormes alas con resplandecientes plumas blancas brillan y se balancean tras de mí.

-Bueno Nazael, aquí queda nuestro adiós, en los momentos que me necesites de verdad solamente debes sentarte en una paz realmente perfecta y pensar con muchísima insistencia que deseas hablar conmigo y apareceré para ayudarte, tus poderes los descubrirás poco a poco no te hará falta un profesor ya que lo llevas en la sangre, te llevará un tiempo acostumbrarte a ellos pero lo conseguirás. Tómate esto en serio, sino mutarás y serás desterrado del cielo. Hasta que me necesites. – y así desaparece ese misterioso anciano. Minutos tras su partida mis ojos comienzan a cerrarse sin que pueda remediarlo, y otra vez esa incómoda oscuridad.

Vuelvo a poder abrir los ojos y veo la cabeza de una señora observándome mientras despierto, estoy en un hospital, tengo la cabeza vendada, una costilla rota y una pierna escayolada hasta la rodilla, pero también siento ese peso en mi espalda y entonces comprendo que todo fue real y que ahora soy un ángel de la guarda con una misión que cumplir.

Hola, me llamo Nazael Bernstron y esta es la historia de cómo una joven humana cautivó mi corazón inmortal.