You Shook Me (Roger Taylor/ Queen)

Stranger in this town (One Shot)

Nueva York, Nueva York...

El sueño de toda una vida, por fin tuve la valentía de subirme en un estupido barco y zarpar al nuevo mundo para conseguir una vida más estable.

Todos decían : "en Norteamérica puedes conseguir lo que tu quieras, los sueños se cumplen con simplemente tronar los dedos"

Mi rostro dolía por la sonrisa que traía desde Londres, Mamá había llorado tanto por mi, la extrañaba, pero buscaría un teléfono lo más pronto posible y me pondría en contacto, no traía papeles, era un inmigrante más.

Una muchacha estaba parada en el puerto alado de su taxi.

- a donde te llevo eh?

Dios era divina.

- amm en realidad no lo sé.

Botó la ceniza de su tabaco y se dio vuelta a seguir buscando clientes, ella más que nadie conocería la ciudad.

- oye disculpa, podrías ayudarme a encontrar un hotel?

Me miro con un poco de desprecio.

- claro, súbete rápido.

Mientras acomodaba mi maleta, soltó fuerte la puerta de la cajuela, joder que grosera.

- y tu que miras eh? Ya deberías subirte no?
- oh si , lo lamento.

Condujo algunos minutos en silencio, yo estaba maravillado con lo bello de la cuidad.

- no eres de por aquí no?
- no, soy de Londres, Inglaterra.
- y porque viniste a este nido de ratas eh?
- por el sueño americano.
- lo estás viendo niño, soy economista y conduzco un taxi, como se ve no?
- bueno...

No tenía palabras reconfortantes, me había dado en la cara.

- que edad tienes? - pregunto.
- diecisiete
- te van a destruir.

Masticaba su chicle con fuerza y se reía de mi.

- voy a trabajar lo más duro que pueda, si las cosas van mal, regresaré a Londres.

Estaba devastado, está seria una mala idea.

- hey tranquilo, tienes fuerza de voluntad, se nota.

Su tono ahora era más suave, decidí no responder, me imagino que era por lo duro de su vida, ser economista y no poder trabajar en un edificio gigante, gran sueldo, debe ser deprimente, me dejo en el time square.

- vale niño suerte, cuídate mucho.

Le di la mano y los 5 dólares que habían sido del servicio, sus manos rozaron las mias.

- que tal si vengo por ti a eso de las nueve y media, date tiempo para buscar un trabajo, te llevaré a un hotel que conozco después.

Mi mirada se iluminó y yo asentí sumamente emocionado.

- si quieres puedo llevarme tu maleta.
- vale, muchas gracias.

Sonrió y se alejó en su taxi, Dios, todo era tan enorme y como nunca antes lo había visto, un par de locales buscaban gente que trapeara o que sirviera en las mesas pero no me querían por ser extranjero, otras querían un periodo de "prueba" para ver si en realidad servía para trabajar con ellos pero esos trucos ya me los sabía, también lo hacían en Londres.

Las puertas parecían cerrarse para mi, me sentía tan negativo que incluso pensé que ella me había engañado y no vendría por mi a las nueve treinta, moría del hambre pero como iban las cosas sería mejor ahorrar para otros tiempos, tenía mil dólares en el bolsillo, los había cambiado allá en casa.