Alma Humana |Glitchtale|

II

Pequeñas lágrimas caían de sus ojos, viendo con nostalgia esa imagen, por alguna razón sentía que conocía a esa chica desde hace tiempo, pero no recordaba.

—Mamá... —Susurra.

—... —Mira la foto que sostiene Lara entre sus manos—... —Mira hacia la ventana de la habitación.

—Tú dices que fue "el"... El solo me dejo vivir... ¿Solo porque ella se lo pidió? Pero, aun así, aunque estuviese prohibido hacer eso me dejo vivir, pero a ella la mató...

—... —Observa a Lara.

—Simplemente me dejó vivir porque... Mamá se lo pidió, pero a ella la mato ¿Por qué lo hizo? —Observa a Osore.

—...

—Nunca pensé en que tuviera una madre que me amara, pero si la tenía... El me la quitó, nos la quitó...

—... —Sonríe.

—... —Se sorprende un poco—¿Hermanos? ¿Somos hermanos? Eso es... Genial.

—...

—Por qué dices eso Osore... No todos son malos

—... —Mira a Lara desconcertado.

—Eh... Tienes razón... De seguro todos son iguales desde que tengo memoria nunca he conocido a alguien con buenas intenciones aparte de ti, eres el único monstruo que he conocido que me ha tratado bien

—... —Observa a Lara indignado.

—¿Eh?... Lo siento... Entonces no eres un monstruo... —Se queda observando a Osore— Está bien —Le sonríe— Ya es hora de que me vaya durmiendo.

Se levanta de la cama y camina hacia un armario malgastado con la mirada curiosa de Osore fijada en ella. Abre las puertas del armario y saca un conjunto de pijama.

Una camisa morada a botones rosas y un pantalón blanco de pijama para dormir, lentamente se quitó su ropa para ponerse la otra, dejando una remera de tirantes blanca debajo de su camisa y un pantalón corto del mismo color.
Terminando de cambiarse se voltea y se queda mirando a Osore, recordando que él estaba ahí y que probablemente la vio cambiarse, aunque eso mucho no importa.
Camino hasta la cama, saco las frazadas para poder entrar y taparse.

—Buenas noches, Osore...

—...

Cerro sus ojos lentamente, sintiendo como el sueño aparecía, todo estaba negro, ya no escuchaba el sonido de la lluvia, en pocas palabras, se había dormido.

[...]

—¡Levántate!

Se levantó rápidamente sintiendo que le quitaron las sábanas de encima.

—¡Por fin te levantas buena para nada, solo eres una busca problemas no entiendo como la directora sigue soportando tu presencia en este orfanato!... Niños como deberían estar muertos, no entiendo cómo es que tus padres te dejaron vivir para eso te matan y se ahorraban traer a un monstruo como tú —Sale de la habitación con las sabanas, murmurando cosas.

—... —Mire a su alrededor—Mm... ¿Osore?... ¡Osore! —Se levanta de la cama— ¿Dónde estás? ¿¡Osore!? —Mira debajo de la cama— No esta... —Mira debajo de su almohada—Ahí estas... —Le mira fijamente.

—... —Le sonríe.

—Jejeje... —Le devuelve la sonrisa— Tengo que ir a desayunar —Camina hacia el armario.

—...

—¿Tú quieres ir? —Saca su ropa del armario—No puedo llevarte Osore, te verán —Se pone una calza de color Rosa y encima una falda morada—Lo siento, pero no puedes ir —Se pone una remera de tirantes rosa.