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Tiempo después de ese suceso la muchacha despertó con la respiración agitada, miró a todos lados y vio que se encontraba en una amplia habitación y se incorporó sobre la cama donde estaba acostada.

Se asustó al ver a un joven mayor que ella apoyado en el marco de la puerta, cruzado de brazos, observándola fijamente.

-Buenos días Emily- el chico desconocido la saludó.

-Co-cómo sabes mi nombre? Cuánto tiempo he estado inconsciente?- preguntó algo alterada.

-Lo sé porque llegaste y nos pediste ayuda. Mi madre leyó la carta que traías. Y respondiendo a tu otra pregunta... estuviste dormida tres días- respondió acercándose para después sentrse en el borde de la cama.

-Oh... cierto... m-mi manada... oh Dios!!!- dijo recordando lo que había sucedido antes. Se llevó su mano derecha a la boca y dejó escapar un sollozo mientras sus ojos se empañaban.

El joven reacciono e inconscientemente la abrazó  mientras le acariciaba lentamente su suave cabello largo y ondulado, pudo sentir el olor a tristeza que emanaba la pelirroja. No sabía por qué pero tuvo la necesidad de protegerla contra todo mal, ella estaría sufriendo mucho y lo que más  nesecitaba en estos momentos era un hombro donde llorar y apoyo incondicional, y él se lo daría. Pues, Derek Hale a veces era todo un sentimental incontrolable. Cuando lo conocías era imposible no quererlo.

Ella se sintió un poco mejor, pero seguía teniendo un aura deprimida y triste, pues toda su familia murió. Tenía una gran sensación de vacío en su pecho que dolía demasiado. Ahora se encontraba ella sola, ella contra el cruel mundo.

-Me llamo Derek, Derek Hale- dijo el separándose cuando los sollozos de la muchacha habían cesado.

-Hola Derek... pues yo soy Emily, aunque eso, obviamente, ya lo sabías- dijo ella con una pequeña sonrisa sarcástica, aunque su mirada seguía algo triste y perdida. Ese gesto le causó conmoción al adolescente.

-Pues...si, yo te recibí cuando llegaste, además tu nombre aparece en la carta-

-Oh la carta... allí explica todo. Supongo que mi madre ya sabía que nos iban a atrapar, ella solo me dijo que huyera y viniera aquí- dijo triste -ella murió en mis brazos Derek- susurró, perdida en sus dolorosos recuerdos. Quería largarse a llorar de nuevo pero se contuvo. Tenía que empezar a superarlo. 

-No diré que lo entiendo porque  realmente no se lo que se siente, pero si te diré que puedes contar conmigo para lo que sea desde ahora y hasta siempre, si?- dijo mirándo directo a los hermosos  ojos café de Emily. Ella asintió y le dedicó una sonrisa tímida- mi madre es el alfa, ella está abajo, quiere hablar contigo cuanto antes, pero antes deberías cambiarte- dijo, y allí es cuando noto que traía puesto una camiseta algo grande que por supuesto, no era de ella- ten, esto es de mi hermana, tal vez te quede bien, puedes darte una ducha en el baño- dijo al señalar una puerta, le tendió un short y una camisa a cuadros.

-Gracias Derek- susurró, lo miró y sonrió.

-Por nada. Te espero afuera, cuando salgas te daré algo de comer, debes de estar hambrienta-

-Esta bien- él se levantó de la cama y caminó hacia la salida, atravesando el marco y saliendo de la habitación cerrando la puerta tras de sí.

La joven comenzó a desvestirse al entrar al baño y abrió la llave del agua.

Al instante empezó a caer la lluvia artificial por su cuerpo, en ese momento se permitió relajarse y pensar en todo lo ocurrido, pues, ahora tendría que acostumbrarse a vivir en Beacon Hills. Luego pensó en Derek, realmente parecía ser un chico agradable y divertido, le había gustado las palabras que el le dedicó y sonrió inconscientemente. Al terminar, se vistió con las prendas que le había dado Derek unos instantes antes.

•Confusing Love• // •Teen Wolf• #1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora