Twitter | Niall Horan

Twenty-nine.💫

Sonríe y me guiña un ojo. Y allí es el momento en que me doy cuenta de todo. 

Tengo 19 años y 5 de ellos han sido dedicados a este chicos que tengo enfrente, y otros 4 que aún muero por conocer. Es realmente sorprendente, es decir,, no todos los días  el chico que he amado e idolatrado toda mi adolescencia  se toma una parte de su tiempo libre para almorzar conmigo. es increíble y soy una suertuda de mierda.

 Muchas veces soñé- como toda chica- con este momento. Sentarme a hablar con Niall, conocerlo realmente y saber que es lo que el quiere realmente. Muchas veces soñé con que él iba a buscarme a mi escuela, me abrazaría e iríamos tomados de la mano a cualquier lugar-así todo común y cliché-. Claro que eso nunca pasó, pero podría decir que paso algo mucho mejor. Si te pones a pensar sobre esto, las verdaderas amistades duran más que una relación. No todas las relaciones son como las de las novelas que leemos o vemos, en la que los protagonistas duran toda la vida y se aman infinitamente. En la vida real las parejas solo se aman durante los primeros cinco meses y luego es costumbre. Quizá no todo el tiempo, quizá no todas las parejas son iguales, pero se que la mayoría de los jóvenes son así. Y realmente prefiero ser amiga de mi ídolo toda la vida, a ser su novia que luego todo se eche a perder.

Probablemente muchas no piensen igual. Morirían por ser la chica que tiene loco a Niall Horan- y yo también lo quiero- pero prefiero aún mas formar parte de su vida lo que resta de la  mía a ser una de las chicas que fue novia de el. 

Por eso cuando el dijo que somos amigos fue increíble- aunque tienes que admitir que nos dolió- y si lo hizo, a todo el mundo le duele que la persona que ama lo deje en la friendzone, y se que decir que si el es feliz yo también lo soy seria demasiado cliché, - y seria una mentira- pero prefiero su felicidad aunque yo me este muriendo por dentro, justo como ahora.

Él esta saliendo con esta chica increíblemente hermosa, y aunque estoy destrozada por no poder hacer que el me mire de la misma manera, tengo que estar bien porque es su felicidad y se supone que debería aceptarla y respetarla. Aún estando hecha trizas por dentro lo apoyo, y deseo su felicidad, pero no diré nunca si el es feliz yo también, por que eso no puede ser así. 

Estar en estos momentos con él, charlando como su fuéramos amigos de toda la vida. Conociéndonos realmente, riendo y disfrutando de la compañía del otro- yo disfruto estar con él y en serio espero que él disfrute estar conmigo- es lo mejor que me ha pasado en la vida. No puedo entender cómo es que todavía no estoy llorando o actuando como una loca, no sé si será que me encuentro en algún tipo de trance que no me deja reaccionar como siempre pensé que reaccionaría ante esta situación.Pero de alguna manera he actuado normal y cómo actuaría cualquier chica que no ama o  no se vuelve loca por ellos, y eso es técnicamente imposible.

Luego de terminar mi almuerzo con Niall, él se ofrece a llevarme por mis libros- cosa por la que si casi lloro- y luego dejarme en mi departamento. 

Estuvimos conversando toda la tarde y pude conocer un poco de lo que él es en realidad. Compartimos muchas ideas y puntos de vista sobre diferentes temas, pude saber que él prefiere la vainilla en lugar del chocolate, que sigue prefiriendo un té en vez de un café- a pesar de todos los años que vivió en Los Ángeles. Conocí muchas cosas que había ya escuchado decir de él, pero que salieran de él fue lo que las hizo sinceras y especiales, me di cuenta que siempre fue los más sincero que se le permitió, y eso me alivio el corazón.

Una vez que pasamos a buscar mis libros nos dirigimos al departamento y, al llegar me atrevo a preguntarle: -¿Quieres subir?- él se estaciona, esta vez venía manejando él.

-La verdad es que me da curiosidad donde vives- alzo una ceja- no me malentiendas, el edificio se e genial.- confiesa.

Bajamos del auto y entramos al edificio, una vez adentro llamo al ascensor que no tarda en llegar y subimos. Marco el piso y las puertas se cierran, empezando a subir.