El Brillo De Tus Ojos

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Keith y yo, como siempre, peleados. Odiaba cuando eso pasaba. Significaba que no nos hablaríamos, ni miraríamos, ni si quiera un simple vistazo. Por lo menos es lo que hacía Keith, porque yo siempre me le quedaba mirando. Era incapaz de apartar mi mirada de ese flequillo negro que caía suavemente por su cara de ángel. En el momento en que él levantaba la mirada por algún casual, yo tenía que apartar la mirada, lo cual, por alguna razón, dolía.

Dolía, ardía dentro de lo que llamamos corazón. Porque para mí era como una máquina que me acuchillaba cada vez que perdía de vista aquello que amaba, Keith.

Ambos estábamos sentados en frente del otro, con la mirada gacha y con pocos ánimos. Como ya he dicho, estábamos peleados, y como siempre, por una tontería. Después de la pelea contra Lotor, Allura quedó totalmente derrotada por el cansancio y las heridas del combate, por ello, se encontraba en la cabina de curación y estaría allí por bastante tiempo. Cuando todo terminó, yo llevaba a la princesa al castillo en el león azul mientras Keith y yo discutíamos

- Tío, lo siento!

- Ni lo siento, ni Quiznaks, deberías proteger a la princesa, ella confía en tí más que en el resto, ella es nuestra guía, no podemos perderla!

- Hice todo lo posible mullet! Crees que es fácil encararse a Lotor cara a cara?

- No, pero deberías hacerlo por ella. Allura te necesita, y tu la necesitas a ella. Acaso no la amas, Lance?

- Yo... no...

- Mira, que te den. No solucionamos nada así, cambio y corto, Sharpshooter.

Y así se hizo el silencio. Un silencio infinito y atronador. Él de verdad pensaba que estaba enamorado de Allura? Ella es fantástica, lo reconozco. Sin embargo desde el momento en que vi a Keith, no pude quitarle la vista de encima.

Disimulo. Sí, es lo único que hago para que no se aleje más. Porq creo que si lo notara, se separaría más de mí y eso, sinceramente, me mataría.

Llegamos rápidamente al castillo, metimos a Allura en la cabina y ambos nos sentamos en el salón de la nave. Donde nos encontramos ahora mismo. En esta situación de mierda.

Le observaba y pensaba, cuando alguno de nosotros arrancará a hablar? Maldita tortura. Porque me haces esto Keith? Yo te amo joder, no entiendes? Claro, no tienes tiempo para eso, solo te centras en pelear y ganar. Me gusta eso de tí, pero quiero, no, necesito que me mires a la cara y que me digas que me quieres porq si no yo me muero. Lo juro.

El silencio se volvía cada vez más tenso. No podía más. Los ojos se me volvieron llorosos. Baje la mirada del todo para que Keith no me viese. No quería que pensara que era un debilucho. Poco a poco las lágrimas fueron cayendo por mis mejillas y mi respiración se aceleraba casa vez más, era incapaz de controlarme. Keith me había escuchado y levantó la mirada.

- Lance? Que te ocurre?

Se acercó a mí y me quitó las manos de la cara.

- Dejame en paz. Por favor...

- No pienso dejarte en este momento, estás llorando, crees que sería capaz de abandonarte?

Se sentó a mi lado y me levantó la cabeza.

- Lance, escuchame. Eres muy valiente, todo lo que haces es de tener coraje y fortaleza. No tienes porque llorar, la has salvado, eso es lo que importa, ella está recuperándose. Gracias a tí.

Me puso la mano en el hombro derecho y me dijo:

- Así que deja de llorar, pronto ella estará de vuelta y seguro te lo agradece de algún modo. No te preocupes.

Noté las segundas intenciones, no me gustaba para nada, y no estaba para bromas, así que, arranqué a hablar:

- No... No es eso...

- Entonces? No será por mi?

Aparté la mirada y afirmé con la cabeza.

- Menuda tontería, pero si estamos discutiendo todo el rato, ya deberías estar acostumbrado.

Mi corazón palpitaba a más no poder. Se me iba a salir del pecho en cualquier momento. Las palabras temblaban dentro de mi boca. Y las lágrimas descontroladas brotaban de mis ojos.

- O-Odio cu-cuando nos pe-peleamos.

- Yo también lo odio, Lance, pero es algo que nos sale por naturaleza. Somos totalmente contrarios.

- No ti-tiene porque s-ser así.

- Lance, mira - dijo él mientras me cogía de la barbilla para levantar mi mirada, y así, le podía mirar a sus preciosos ojos. - eres mi camarada, mi colega, mi amigo, te aprecio, y aunque peleemos, nunca dejaremos de serlo, además, que haría yo sin mi querido Sharpshooter?

- Qu- que acabas d-de decir?!

-Sharpshooter?

-No, lo anterior.

El silencio se volvió a manifestar en la sala. Keith tenía los ojos como platos, parecía que se había dado cuenta de lo que había dicho.

- Lance, yo... No es lo que parece... Hemos pasado mucho tiempo juntos... Y muchas aventuras.. Y pues...

Intentaba crear una escusa para salvar sus anteriores palabras. Se le había escapado y su cara estaba roja como la arena que cubre Marte. Apartaba la mirada para disimular, pero lo hacía fatal. Todo aquello le hacía más hermoso que nunca. Siempre le había visto enfadado o serio, y verle así se me hacía novedoso. Mis lágrimas pararon de brotar y mis palabras salían más ágiles que antes.

- Oye Keith.

- Hmm?

Giró los ojos hacia mí, yo apoyé mi mano encima de la suya.

-Creo que ambos tenemos cosas que decirnos.

Keith alzó la mirada y susurró:

- Y que más dan las palabras si con gestos se demuestra el alma.

Entonces, apoyó su mano en mi mejilla, se acercó a mí y, me besó. Fue tan caluroso e intenso. Tal vez llevaba meses esperandolo o incluso años. Hasta que por fin, como si todo fuera una simple alucinación, ocurrió. Cuando nos separamos, nos miramos a los ojos y me susurró al oído:

- Nunca habrá nada tan hemoso como el precioso brillo de tus ojos.

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Será este final un nuevo comienzo?
Besos de la autora: Crispy :3

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⏰ Última actualización: Aug 10, 2021 ⏰

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