𝖎'𝖒 𝖗𝖊𝖆𝖉𝖞 𝖙𝖔 𝖑𝖊𝖙 𝖌𝖔 ░ 𝖐𝖔𝖔𝖐𝖒𝖎𝖓

Único;;

POV JiMin:

¿Cuánto ha pasado? Dime Jungkookie, no sabes cuantas noches me has hecho falta, cuantas veces rogué a la luna para que todo lo que estaba pasando fuera un sueño. Te he extrañado tanto, mi niño... Tú ya nunca sabrás por que es que me haces tanta falta. Por que te sigo amando, pero eso cambiará, es lo que espero.

Te daré algunas razones de por que, por que te añoro* tanto mocoso:
Eras la mejor compañia que podia tener, solo bastaban tus besos para que mi corazón nade en un mar de emociones, el cual al final la isla que me salva, eres tú. Y solo tú Jungkook, por que tus abrazos y todo, absolutamente, eran únicos. Esos "te amo" tan sinceros que largabas mientras besabas mi cuello y me hacías sentir valorado en una noche de placer, o simplemente cuando llegabas a casa. Tus regaños cuando sabías que estaba por mandarme una estupidez, tus celos, ¡Mierda, jamás olvidaré cuando empujabas tu mejilla con tu lengua! Ni siquiera comprendo por que eras el que tenía tanto miedo de que te deje, si al final ese fuiste tú.

añorar: Recordar con pena a alguien o algo ausente, lejano, perdido o del que se ha sido privado.

Duele tanto decirlo de esa manera.
La realidad y la verdad duelen.

Nuestras salidas... ¿Acaso te acuerdas? Ibamos tomados de la mano, sonriendo, siendo nosotros y siendo felices luego de que todo ese montaje de que éramos heterosexuales se había descubierto y decidimos mostrarle al mundo que fuimos almas gemelas, nuestras fans nunca fueron unas locas al pensar que ambos estabamos en algo.
estabamos.
La libertad que nos dabamos el uno al otro, ya que en casa teníamos ropa si nos apetecía. Cuantas veces lloré, cuando eras tan bueno conmigo. Tan perfecto.

No existe la perfección...

Y eso fue lo que pasó, en menos de un segundo ya no estabas aqui, conmigo. Te habías ido, no estabas más a mi lado. ¿Y por qué? Nunca darás explicación... Te necesito, te necesito tanto así como al agua. Carajo.
He pasado este último año lamentando y reprochandome a mi mismo lo que pudo haber sido.
Estos 12 meses, esto 365 días, 52.143 semanas, 8.760 horas que te he echado de menos.

Mi pequeño, JiMinnie-hyung aún contempla a la luna así como ambos lo haciamos junto a Gureum, el también precisa a su dueño, su imbécil y hermoso dueño.

Debo dejar de tener estos pensamientos que no me llevan a nada...

Estoy tan hundido y decaído, simplemente me cuesta creer que estoy solo en esto llamado "vida".
No he hablado con casi nadie, a excepción del chico de la pizza, y fue hace un mes.
No quiero comer, no disfruto nada, ¿Qué me alimente te hará volver?
Amaría que fuera así de fácil.

También estoy harto, harto de ser tan dependiente a ti.
Por lo que ya me siento listo para empezar una nueva historia desconocida.
Listo para dejar.

—Mierda, esta es muy mala idea. Pero igual es la única salida que existe.—Fue un susurro triste, inaudible. Bajé hasta la cocina, mi cuerpo se tambaleaba, buscando un soporte, el cual fue uno de los estantes de lo que alguna vez fue una cocina donde ambos nos encontrábamos, abrí la estantería, encotrandome con los cubiertos, miré ese cuchillo afilado y un fugaz recuerdo de ti haciendo la cena se cruzó por mi mente, lo tomé sin pensar en nada.—

Comencé a correr por toda la casa hasta llegar a mi destino; el baño.
El punzante cubierto casi me corta un dedo. Podría haber sido una buena idea, de todos modos.

Me miré en el espejo y no me reconocía, mis ojos estaban hinchados y de adorno unas ojeras negras, mis labios rotos, mi piel estaba horriblemente cuidada, pálido, demasiado delgado para mi altura quizás.
¿Qué pasó con el lindo mochi de regordetas mejillas tan sonriente?
¿Qué pasó con el pastelito de arroz soñador?
Murió, pero en vida.
Lloré una vez más, la quinta vez en el día. Yo no estaba bien y era consiente. Nunca más volví a bailar siendo está mi más grande pasión después de ti, mi lindo JeonGukkie.

Analizando el zombie frente a mi, el objeto cortante que al fin me sacaría de mi agonía, del llanto y de esa batalla interna que tenía segundo a segundo por pensar y nunca hacer nada para salir de ese pozo de dolor que me consumía me llamó, lo coloqué en mi estómago, fui empujando y no se comparaba al sentimiento de aflicción que me acompañaba a todos lados.
Era como mil veces menor, no se colocaba ni un poco a la altura de la opresión en mi pecho cada momento.

Había dejado entrar la mitad, y caí al suelo, sacando toda la sangre...
Volví a quitarlo, y meterlo en una zona cercana con más intensidad, haciéndome soltar un grito de dolor.
Con los ojos nublados, logré divisar un gran charco rojo.
Ardía, al igual que yo en el infierno. Bueno, en realidad no se a donde iría, no me interesaba.

Fui cerrando mis ojos, por última vez en la tierra. Adiós sufrimiento, fuiste un dolor de culo mientras duré.

¿Ahora al fin te dejaría de pensar? ¿O nos volveríamos a encontrar?
Estoy con ansias de que sea lo segundo, pero no puedo estar seguro...
Le pido tanto perdón a Gureum, el no merecía quedarse con alguien como yo.

Y de la nada, fue todo oscuridad. Debía pensar muy bien lo último que tenía en vida, mi último momento

Entonces agradecí...
Agradecí haber encontrado al chico de mis sueños y que me haya hecho tan feliz por años, agradecí que pude besarte y disfrutarte, agradecí a ARMY por aceptarme tal como soy y les pedí perdón por que ya sabía lo que se venía, sus lágrimas, agradecí a los chicos por ser los mejores amigos que pude tener, y seguí agradeciendote a ti Jeon Jungkook, por que fuiste, eres y serás el hombre que más amé, perdón por que no soy perfecto y varias veces hemos peleado  por mi culpa. Gracias por ser tú y hacerme feliz, por que tu sonrisa era una gran medicina a cada herida y lágrima.
¿Y sin ella que hago? ¿Qué hago cargando tanta pena?

Ya dejé este mundo.
Al igual que tú.
Por que no sabíamos que una enfermedad podía ser tan mortal.
Y en esta oscuridad, al fin voy llegando a esa luz. Y tú estás ahí, tú eres la luz.
Estoy sonriendo de nuevo como no hacia en mucho tiempo, corro y te abrazo, como no lo pude hacer en todo un año.
Te besé tu carita la cual estaba sorprendida al verme. Te expliqué lo que hice, lloraste, sabiendo todo eso, también me contaste que nunca estuve solo, que pasaste un año cuidando de mi desde arriba.
Admiré tu halo y sorbiendo de mi nariz te abracé una vez más.
Ya estaba en el lugar correcto, siempre iba a ser el correcto si estábamos juntos.

Fin.