Parte única.

317 48 2
                                    

Hola chicos!
Traje este pequeño escrito que hice para la página "Robertdict Interdimensional Shipping Crack" y que me sugirieron añadir a Wattpad.
Es muy breve pero sinceramente me gustó.
Disfrútenlo.
**************

Stephen está arruinado.
Destrozado, completamente perdido y deprimido; se siente basura, siente que no vale nada, que debería estar muerto...y esos simples pensamientos lo llevaron a esto...

Anthony nunca debió morir, Tony no merecía eso, él era un alma pura, llena de bondad y amabilidad, solo queriendo y necesitando la aprobación de otras personas para sentirse mejor consigo mismo...para eliminar el auto odio tan grande que tenía o al menos contrarrestarlo.

Y Stephen Strange estaba para hacer eso, esa era su misión, lo único que tenía que hacer era mantener a Stark alejado de la azotea...de esa azotea.

Stephen lo vió caer en cámara lenta, sin siquiera poder creerlo, no sabía como frenarlo, como atraparlo o simplemente regresarlo de vuelta a la tierra, donde estaría seguro y nunca se haría daño.
¿Por qué no hizo un portal en ese instante? ¿Por qué se tuvo que quedar helado ante lo que veía?

¿Era acaso porque se sentía culpable y esa misma culpa le estaba jugando en su contra?
Lo había dejado solo...si no hubiera sido gracias a esa discusión, esa tonta discusión que empezó por celos de parte del ojiazul, celos de alguien que había dejado tirado a Tony en un búnker, casi muerto, a su suerte... Tony terminó corriendolo de su torre.

Pasó una semana, una sola maldita semana después de esa pelea y entonces simplemente escuchó el sonido de los huesos de Stark estrellarse y romperse contra el duro concreto de la calle.
Gente gritando, corriendo ante la horrible y tétrica escena que tenían frente a ellos, todos menos Stephen, él no podía moverse aún, y ahora sabía que no podía hacer nada para enmendar su error, el amor de su vida se había suicidado gracias a él, gracias a que tampoco estuvo a su lado y no le brindó el amor que el genio merecía, sentía un vacío enorme pero sobretodo la culpa lo carcomía, estaba acabando con él, ese horrible dolor en el pecho que se extendía hasta su garganta formando un nudo. Esa sensación de que su corazón era aplastado, sentía que había sido partido en mil pedazos, tal vez podría darselos a Anthony y tratar traerlo de vuelta...pero era tarde, siempre llegaba tarde...nunca más lo volvería a ver, no escucharía esa majestuosa risa cuando le contaba una broma, no vería a su pareja atragantarse con las donas y llenar 3 tazas de café al mismo tiempo para poder encerrarse en su taller; no admiraría el bonito cuerpo del ingeniero y mucho menos lo escucharía gemir, casi gritar, su nombre.

Y ahora simplemente se había ido a encerrar a su cuarto, al cuarto que solía compartir con Anthony; las almohadas todavía olían a él, su ropa tenía su esencia impregnada y esa pequeña cajita de terciopelo negro aún tenía grabada su nombre...se la daría, se supone que se la daría esa semana, una cena romántica, algunos chistes y luego le pediría su mano confiando plenamente en que la respuesta sería afirmativa.

Ahora solo estaban él y esa cajita, solos... nadie más que ellos, Stephen llorando cada día, cada noche que pasaba ahí y esa cajita esperando algún día ser entregada al único hombre que realmente amó Stephen Strange... Anthony Edward Stark.

Alone & LostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora